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15 de febrero de 2018

Tecnología punta para documentar doce yacimientos y enclaves de Murcia

La organización norteamericana Global Digital Heritage fotografía en alta definición lugares relevantes de Cieza, Mula, Alhama, Murcia y Águilas
Yacimiento de Medina Siyasa, en Cieza. FOTO: GUILLERMO CARRIÓN / AGM
La organización Global Digital Heritage de Florida (Estados Unidos) ha trabajado durante las últimas semanas en la documentación de doce relevantes yacimientos y monumentos de la Región de Murcia. La entidad sin ánimo de lucro se ha coordinado con la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente y los ayuntamientos para promocionar el patrimonio cultural de la Región, contribuyendo así a la conmemoración en 2018 del Año Europeo del Patrimonio Cultural.

El director general de Bienes Culturales, Juan Antonio Lorca, y los responsables de la entidad estadounidense realizaron ayer un balance del trabajo llevado a cabo desde el pasado 21 de enero, un tiempo durante el que se ha recogido una gran cantidad de información que comprende más de 20.000 fotografías aéreas y 500 fotografías esféricas que serán procesadas durante los próximos meses por los técnicos en Florida.

Los profesionales estadounidenses han visitado cinco municipios: Alhama de Murcia (han documentado el Castillo, Las Paleras, El Murtal, un nido de ametralladoras de la Guerra Civil y los Baños Romanos), Mula (el Castillo de Los Vélez), Cieza (el yacimiento de Siyasa, la Cueva de la Serreta y Museo Arqueológico), Águilas (Torre de Cope) y Murcia (restos islámicos de San Juan y restos de Larache).

Lorca agradeció a la organización Global Digital Heritage «su interés por el patrimonio de la Región de Murcia, del que han tenido la oportunidad de documentar una pequeña parte que, sin embargo, ya evidencia la gran riqueza cultural e histórica que poseen nuestros municipios y que pronto se verá ampliada».

Al respecto, el responsable de Bienes Culturales anunció que «este mismo año los técnicos tienen previsto regresar para continuar con el proyecto, y contarán con todo el apoyo de la Comunidad, ya que se trata de una oportunidad única que contribuye a la difusión internacional de nuestro patrimonio como reclamo turístico de primer orden».


TEATRO ROMANO
La segunda campaña de digitalización tendrá lugar el mes de noviembre y en ella está previsto la inclusión de zonas de gran importancia como la villa romana de Villaricos en Mula, el nido de ametralladoras de Águilas y el Teatro Romano de Cartagena. Además, con motivo del 20 aniversario del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica (Arampi), se digitalizarán las tres cuevas más antiguas del arco mediterráneo de Murcia: La Cueva del Arco, la de las Cabras y la de Jorge.

Los trabajos realizados durante las últimas semanas se enmarcan dentro de un proyecto más amplio de digitalización del patrimonio cultural mediterráneo. La iniciativa integra el uso de las más modernas tecnologías de digitalización y documentación del patrimonio, desde escáner láser FARO de última generación hasta drones, pasando por cámaras profesionales esféricas, cámaras digitales réflex de alta resolución y sistemas de GPS.

Toda la documentación obtenida, apuntó Lorca, «nos permitirá tener una copia exacta del patrimonio cultural regional que resulta de especial interés y valor para los investigadores y restauradores». Este material servirá para su estudio en profundidad y permitirá también la futura reconstrucción de los monumentos, si fuese necesaria en caso de ocurrir algún desastre natural.

Del mismo modo, precisó, «podemos dar a conocer el patrimonio de la Región con visitas virtuales, videos e imágenes y, además, a partir de la documentación generada será posible crear réplicas en impresoras 3D que pueden ser empleadas en colegios, museos y centros de interpretación». La organización, cuyos fondos proceden en gran parte de la donación de la Fundación Hitz, entregará, de manera gratuita, los resultados finales de los trabajos a las administraciones implicadas.
(Fuente: La Verdad)

13 de febrero de 2018

Descubren un objeto de plomo con inscripción ibérica en Ullastret (Gerona)

La pieza, que se ha localizado en los niveles que cubrían el foso defensivo del yacimiento, pesa 65 gramos y mide 40 centímetros de largo y unos 25 centímetros de ancho aproximadamente.
El objeto de plomo descubierto en el yacimiento de Ullastret. FOTO: ACN
Los arqueólogos que trabajan en las excavaciones del foso defensivo del Puig de Sant Andreu de la ciudad ibérica de Ullastret (Gerona) han descubierto un objeto de plomo de pequeñas dimensiones, con una inscripción ibérica. Se trata de un hallazgo “excepcional” y actualmente está en proceso de restauración en el laboratorio del Museu d’Arqueologia de Catalunya en Girona donde se realizará una primera evaluación y un estudio más detallado.

La pieza se ha localizado en los niveles que cubrían el foso, pesa 65 gramos y mide 40 centímetros de largo y unos 25 centímetros de ancho aproximadamente. Según el estudio preliminar realizado por el investigador Joan Ferrer, las inscripciones que tiene corresponderían a la escritura nororiental dual de 16 signos, estructurada en dos líneas.

Las excavaciones del foso defensivo del yacimiento de Ullastret comenzaron el pasado mes de noviembre de 2017 con una duración prevista de cuatro meses. Forman parte del proyecto de restauración de las murallas de la ciudad ibérica que lleva a cabo la Direcció General de Patrimoni Cultural del Departament de Cultura, que permitirá recuperar 130 metros lineales del foso que protegía la banda suroeste de la fortificación. La restauración de la muralla y la parte descubierta del foso mostrará uno de los sistemas defensivos más importantes del mundo ibérico y se prevé que potencie la imagen y visita del yacimiento, que forma parte del Museu d’Arqueologia de Catalunya.

El próximo domingo 25 de febrero al mediodía se ha organizado una visita con las explicaciones de los arqueólogos para enseñar los trabajos que se están realizando en el foso durante estas excavaciones. La actividad es gratuita con reserva previa.

9 de febrero de 2018

La arqueología del Moncayo protagonizó las V Jornadas del IUCA de la Universidad de Zaragoza.

La Universidad de Zaragoza acogió ayer las V Jornadas del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) que se celebran con carácter bianual desde su constitución en 2009.
Excavación arqueológica en el Castillo de Los Fayos.
En esta edición, los actos se celebraron en el Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en la Plaza Basilio Paraíso y en ellas se expusieron los resultados de los logros alcanzados por los miembros y grupos de investigación del IUCA durante el último bienio.

En el encuentro se dieron a conocer los resultados obtenidos durante los años 2016 y 2017 en diferentes proyectos de investigación arqueológica en el Moncayo dirigidos por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada.

Se presentaron los resultados de las prospecciones y excavaciones arqueológicas realizadas en el Cerro del Calvario de Tabuenca y su territorio, que han permitido documentar una intensa actividad minero-metalúrgica en época romano republicana ligada a la explotación de los yacimientos minerales de hierro del Moncayo. Así mismo se expusieron los resultados de las intervenciones arqueológicas en el oppidum celtíbero-romano de Bursau en Borja, en el que se ha intervenido en la restauración de las estructuras localizadas en los años 70 del siglo pasado y las nuevas excavaciones que han permitido recuperar una secuencia estratigráfica desde la Edad del Hierro hasta época romana.

También estuvieron presentes los resultados de las excavaciones realizadas en el castillo de Los Fayos, en el que se ha localizado un asentamiento de la I Edad del Hierro bajo los restos de la fortaleza bajomedieval cristiana de los siglos XII-XV. También los últimos resultados del “Proyecto Cascantum” dirigido por Marta Gómara Miramón de la Asociación VICUS junto a Begoña Serrano y Óscar Bonilla, centrado en el estudio de la ciudad de Cascante y su territorio en época Romana..


La jornada finalizó con la exposición de los protocolos adoptados en materia de restauración arqueológica y conservación preventiva implementada en las intervenciones arqueológicas del equipo de investigación compuesto por los arqueólogos Ángel Santos Horneros, Alicia María Izquierdo, Carlos Valladares Lafuente y la restauradora Miriam Pérez Aranda así como las actividades encaminadas a la difusión y divulgación científica implementada en cada uno de los proyectos de investigación.

8 de febrero de 2018

Descubren un molino giratorio de época ibérica en el pantano de Sierra Boyera (Córdoba)

Se han documentado las tres partes de las que consta el molino datado entre los siglos V y IV aC. El conjunto alcanza os 80 centímetros de altura con un diámetro de más de 50 centímetros. 
Molino giratorio hallado en el yacimiento.
Los trabajos de excavación arqueológica desarrollados por investigadores de la Universidad de Córdoba en el Norte de la provincia, en concreto en el asentamiento ibérico del pantano de Sierra Boyera ubicado en Belmez, han permitido destapar uno de los molinos giratorios de esta época más antiguos de la provincia. Este hallazgo es fruto de los trabajos que se realizan desde el pasado mes de diciembre en dicho poblado conocido como oppidum ibérico y en el marco del proyecto Ager Mellariensis, dirigido por los profesores Antonio Monterroso Checa y Alberto Redondo.

En el análisis de este yacimiento se combinan por primera vez técnicas de documentación 3D terrestres y subacuática en aguas continentales de la provincia, fruto de una iniciativa conjunta del proyecto Alto Guadiato Arqueológico y el Proyecto Roatán, de buceo científico. Varios miembros del equipo de este último descubrieron recientemente estructuras subacuáticas de piedra en este asentamiento ibérico, además de restos de cerámicas y un horno para fundición de hierro. 


BUEN ESTADO DE CONSERVACIÓN
Monterroso ha explicado que estos trabajos “están ofreciendo unos resultados muy significativos, debido tanto al buen estado de conservación del yacimiento como a su rica secuencia histórica”. Para documentar la secuencia evolutiva de este asentamiento se ha procedido al análisis del material gráfico de todo el yacimiento y a la excavación de un corte arqueológico.

Según la directora de la excavación arqueológica en curso, Araceli Cristo Ropero, en el yacimiento belmezano se han documentado las tres partes que componen el molino. Por un lado, se ha recuperado perfectamente la base o peana, donde estaba asentado el molino. Esta pieza circular soportaba el peso del molino y tiene un diámetro de 50 centímetros. Por otro lado, se conserva la pieza superior o activa, denominada ‘catillus’ que es la que daba movilidad al molino. Dicha estructura conserva las muescas donde se insertaba el enmangue o mango que sostenía la viga transversal y que era la responsable de hacer girar el molino al ser impulsada por personas o animales. Finalmente, se ha descubierto la pieza inferior o pasiva, llamada ‘meta’, que es fija y conserva igualmente el orificio donde se insertaba el eje. 

Los investigadores han extraído muestras para poder analizar qué se pudo moler en este molino, si se trataría de alimentos y qué tipo, así como si se usó para moler minerales. La pieza alcanza en su conjunto los 80 centímetros de altura con un diámetro de más de 50 centímetros. 

TRASLADO
Por motivos de seguridad y conservación, se ha procedido al traslado provisional del hallazgo al Museo Histórico de Belmez y del Territorio Minero que ha colaborado en las tareas de conservación. 

Aunque falta estudiar detenidamente la cerámica asociada a los momentos previos y posteriores al molino, Monterroso ha señalado que “los indicios apuntan a que constituiría uno de los ejemplos de esta pieza más tempranos -si es que no el más antiguo- de todos los documentados en la provincia de Córdoba, situándolo en el siglo V-IV. a.C.”.
El estudio del oppidum ibérico de Belmez por parte de investigadores de la UCO cuenta con la autorización de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Según Monterroso, se trata de un yacimiento “único y excepcional que viene a colmar este vacío, y que muestra una vez más que, en el Norte de la provincia, lo único que hace falta es investigación y financiación”.
Esta actividad de excavación se enmarca en el proyecto Ager Mellariensis financiado con fondos Feder por el Programa de I+D+ì orientada a retos para la Sociedad 2016 del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

7 de febrero de 2018

Documentan en Barcelona una sepultura islámica del siglo VIII

Los restos aparecieron en las obras de la nueva red de alcantarillado. Según informó el Servicio Arqueológico de Barcelona, se trata de un adolescente, sin poder precisar su género por su precario estado de conservación
La sepultura está excavada en las arenas naturales y en fosa simple con la cabeza orientada a la Meca.
Una intervención arqueológica en el barrio de la Ribera de Barcelona ha puesto al descubierto la sepultura de un adolescente islámico que data de entre los siglos VIII y XI, según ha informado el Servicio Arqueológico de la Ciudad Condal. Unos trabajos en la calle Antic de Sant Joan, antes de iniciar las obras de una nueva red de alcantarillado y recogida neumática de basuras, ha permitido encontrar una sepultura islámica.

Los trabajos, dirigidos por el arqueólogo Walter Alegría Tejedor, de la empresa Global Geomática SL, han permitido documentar parte del antiguo barrio de la Ribera del siglo XVII y XVIII, derribado durante la construcción de la Ciudadela borbónica.

Durante la última semana, esta operación ha permitido localizar una sepultura islámica, identificada por las características comunes empleadas en este tipo de ritual funerario. En concreto, se trata de una sepultura excavada directamente en las arenas naturales, en fosa simple, donde el individuo está orientado como mandan los cánones islámicos: enterrado de lado con el cráneo mirando hacia el Este, hacia la Meca.

Según ha informado el Servicio Arqueológico de Barcelona, se trata de un adolescente, sin poder precisar su género por su precario estado de conservación, y no presenta ninguna patología aparente. Durante la excavación de la tumba no se ha encontrado ningún elemento de ajuar ni ningún material arqueológico, lo que no permite precisar su cronología exacta, por lo que los arqueólogos sitúan la antigüedad de la tumba en un tramo comprendido entre los siglos VIII y XI dC, pudiéndose alargar hasta el siglo XIII.

Ahora, tendrán que hacer los pertinentes estudios antropológicos, así como dataciones de carbono 14 para poder datar con más precisión el hallazgo. Los trabajos de excavación de la inhumación han sido realizados por la antropóloga Izaskun Ambrosio. Según los arqueólogos, esta sepultura estaría relacionada con la maqbara o necrópolis islámica asociada al extenso conjunto funerario localizado en el barrio de la Ribera, concretamente en torno al mercado del Born, donde se han localizado hasta un total de 20 sepulturas islámicas.

"Estamos ante un espacio de culto que perdura a lo largo de los siglos a pesar de la diferencia religiosa de los individuos enterrados, teniendo en cuenta el hallazgo de diferentes necrópolis desde época romana, antigüedad tardía y época medieval", según los responsables del Servicio de Arqueología de Barcelona.

Además de este hallazgo, en la misma calle se han encontrado elementos de la Guerra de Sucesión de 1714 y de periodos anteriores, como una parte de edificios bajomedievales y estructuras relacionadas con el uso y el aprovechamiento del agua, como un pozo, un depósito y alcantarillas del siglo XVII.

(Fuente: La Vanguardia / EFE)

5 de febrero de 2018

Descubren un nuevo conjunto de pinturas rupestres en el Campo de Belchite (Zaragoza)

Las pinturas encontradas podrían pertenecer a la época del Neolítico (5.500-3.000 años antes de Cristo) o ser de finales del Paleolítico o Epipaleolítico (10.000-7.000 años a. C.). Se pueden distinguir los dibujos de algunos ciervos, pero la conservación de los mismos no es muy buena ya que en la zona antiguamente había una explotación minera que hoy está abandonada.
El empresario Josep Andreu, que tiene un negocio cerca del abrigo rupestre. A la dcha., el detalle de una cornamenta de animal.FOTO: Guillermo Mestre.
El Gobierno de Aragón está estudiando el valor de un conjunto de pinturas rupestres que fue descubierto hace un mes en un paraje de la comarca del Campo de Belchite. Pocos días después del hallazgo, la dirección general de Cultura y Patrimonio envió a dos técnicos a la zona para comprobar la autenticidad del mismo y determinar su identidad.

Los funcionarios confirmaron que se trata de pinturas rupestres de estilo levantino y ya se está realizando la campaña de prospección y documentación de las mismas para valorar su interés, diagnosticar su estado de conservación y proponer, en su caso, las medidas pertinentes de protección.

El abrigo fue hallado a principios de año de forma accidental, durante una excursión para buscar dolomías.El descubridor fue un arqueólogo que llegó hasta esta zona de la provincia de Zaragoza invitado por Josep Andreu, propietario de una sociedad que explota una cantera de carbonato cálcico en la comarca. Andreu y el arqueólogo, que ha centrado su trabajo en este tipo de vestigios, son amigos desde hace años, cuando se conocieron en Monblanc (Tarragona), donde casualmente existe un Centro de Interpretación de Pinturas Rupestres.

Fue este especialista quien puso en conocimiento del Gobierno de Aragón el hallazgo del conjunto y la dirección general de Cultura, una vez que confirmó la autenticidad, procedió a abrir un expediente administrativo siguiendo el procedimiento habitual. En estos momentos se está realizando un estudio a cargo del Servicio de Prevención, Protección e Investigación para adoptar las medidas más adecuadas en cuanto a la protección legal y física del conjunto.

El expediente abierto supone convertir el lugar en un Bien de Interés Cultural (BIC) y será necesario valorar la delimitación del abrigo con un vallado o verjas que protejan las pinturas.

VARIOS ABRIGOS
Actualmente, un equipo de técnicos del Ejecutivo está investigando si en la zona hay más conjuntos con pinturas rupestres. El equipo ya ha aportado un primer informe a Patrimonio, en el que se precisa que existe un abrigo con pinturas rupestres (el descubierto en enero) y varios más en los alrededores con restos indeterminados. Estos hallazgos pueden convertir a esta zona de la comarca del Campo de Belchite en un polo de atracción turística para los interesados en el arte rupestre, ya que se trata de un lugar bastante cercano a la capital aragonesa.

En principio, las pinturas encontradas podrían pertenecer a la época del Neolítico (5.500-3.000 años antes de Cristo) o ser de finales del Paleolítico o Epipaleolítico (10.000-7.000 años a. C.). Se pueden distinguir los dibujos de algunos ciervos, pero la conservación de los mismos no es muy buena ya que en la zona antiguamente había una explotación minera que hoy está abandonada.

El Gobierno de Aragón prefiere que el lugar en el que se encuentran las pinturas, de momento, permanezca oculto por motivos de prevención y de protección. "El descubrimiento exige que no se publicite la ubicación exacta para permitir los primeros trabajos y evitar que se produzcan daños", apuntaron fuentes oficiales.

PROYECTO EN OTROS PUNTOS
Esta campaña de prospección e investigación se incluye dentro del proyecto que la dirección general de Cultura y Patrimonio realiza desde 2015 para la monitorización del arte rupestre de Aragón y que condujo el año pasado al descubrimiento, protección y puesta en valor de varios conjuntos en la localidad el Tormón, en el Parque Cultural de Albarracín; o de Alcañiz, en el Bajo Aragón. Asimismo, la DGA pretende coordinar otras actuaciones encaminadas al diagnóstico sobre la conservación del arte rupestre aragonés.

31 de enero de 2018

Buscan con georradar los restos del monasterio de San Fructuoso, en Compludo (Ponferrada)

Los trabajos pretenden localizar los restos de lo que fue el primer enclave monástico fundado por San Fructuoso en Compludo en el siglo VII. De momento, la búsqueda sólo pretende localizar los lugares donde se podría excavar en un futuro
Expertos y vecinos de Compludo han trabajado juntos en la búsqueda del monasterio del siglo VI.
Un grupo de voluntarios y expertos dirigidos por el geofísico Luis Avial, uno de los científicos que participó en la búsqueda de los restos del escritor Miguel de Cervantes, inició el fin de semana los trabajos de prospección para localizar los restos de lo que fue el primer enclave monástico fundado por San Frucutoso en Compludo en el siglo VII. Junto a Avial , participaron en la búsqueda el historiador berciano Vicente Fernández, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Artemio Tejera y el arqueólogo Fernando Muñoz, junto a vecinos, el alcalde de barrio, Tomás García y el herrero de Compludo, Manuel Sánchez.

A pesar de que la Junta de Castilla y León no le ha dado mayor importancia a la aparición el pasado año de estructuras aterrazadas en Manzanedo de Valdueza que podrían estar relacionadas con el poblamiento en torno a los monasterios de La Tebaida, el vicepresidente del Consejo y concejal de Medio Rural de Ponferrada, Iván Alonso ha insistido en la tesis y la búsqueda del monasterio cuentan con una subvención comarcal al Instituto de Estudios Bercianos y la colaboración de la Concejalía. «Se trata de buscar cualquier prueba o indicio de lo que fue el monasterio fundacional de la Tebaida Berciana», explicaba ayer Alonso.


La intervención en el ‘Prao de la Iglesia’ de Compludo, «el lugar donde la tradición y algún que otro hallazgo arqueológico parecen situar la ubicación concreta de dicho cenobio», junto con las investigaciones en torno al monasterio de Montes y las estructuras aterradas de Manzanedo «pueden darnos una idea de lo que fue ese espacio mítico de gran importancia social y espiritual que hoy llamamos La Tebaida berciana y que luchamos por conocer y por preservar con el objetivo del reconocimiento futuro como Patrimonio de la Humanidad», explicó Alonso, que recordó además que hace más de cincuenta años que nadie ha excavado en el lugar desde que lo hiciera Pedro Menéndez Pidal y «ha llegado el momento de avanzar en la tarea de desentrañar algunos de los secretos de nuestra Tebaida». De momento, la búsqueda sólo pretende localizar los lugares donde se podría excavar en un futuro, algo que podría llevarse a cabo si Medio Rural recibe la subvención de 18.000 euros solicitada a la Diputación.

26 de enero de 2018

Las catas en la segunda puerta descubren el pavimento original de la Mezquita-Catedral de Córdoba

Las excavaciones en la nave 17, cuyos resultados se pueden consultar en la web del Cabildo, han sacado a la luz la existencia de un complejo episcopal fechado en el siglo VI
Jiménez Güeto, junto a los técnicos Rafael Ortiz, Daniel Fernández y Raimundo Ortiz, en la presentación del proyecto. FOTO: JORDI
Las excavaciones realizadas bajo la segunda puerta de la Mezquita-Catedral han supuesto una oportunidad única para ahondar en la historia del suelo sobre el que se construyó el templo, es decir, en los diferentes estratos que se han formado desde el siglo VI hasta la actualidad. Las catas -que se han hecho en una superficie de 15 metros cuadrados y una profundidad de tres metros- han alcanzado el nivel del pavimento original sobre el que Abderramán I ordenó alzar en el siglo VIII este edificio único. 

Esta superficie irregular aparece sellada con rellenos, motivo por el que los arqueólogos que se han encargado del proyecto -Daniel Fernández Cabrera, Raimundo Ortiz y Enrique León- plantean que sobre ella se acometieron los trabajos constructivos de la mezquita fundacional, de los que tan sólo han identificado un pavimento fabricado con cantos de pequeño formato que interpretan como perteneciente al patio o sahn emiral.

COMPLEJO EPISCOPAL DEL S. VI
Otro de los hallazgos más importantes ha sido el de los restos de un complejo episcopal del siglo VI (anterior a la conquista árabe) y que no sólo sería un centro de culto sino un conjunto de edificios que también estarían dedicados a la administración. Los arqueólogos manifestaron ayer en la presentación de la memoria preliminar de esta intervención que en la península Ibérica se conocen pocos ejemplos de este tipo de complejos, siendo el más conocido es el de Barcelona. El problema es, han apuntado, que estas estructuras se encuentran bajo las actuales catedrales, por lo que es muy difícil acceder a ellas.

En Córdoba ha sido posible gracias al estudio que se ha realizado bajo la celosía de la nave 17 dentro del proyecto de sustitución de dicho elemento por otro que permita el tránsito de los pasos de las cofradías en Semana Santa. El objetivo de la intervención arqueológica ha sido servir de control de las actuaciones de los trabajos de reforma de la citada arquería, así como documentar la información arqueológica en la zona donde se proyectan los pozos de cimentación de la nueva puerta. Todo esto se ha registrado y se puede ver en la web del Cabildo de la Catedral de Córdoba. La metodología empleada es puntera en cuanto al proceso de documentación y levantamiento de planos en 3D. Así, dentro del apartado "Otros proyectos" de la web del Cabildo cualquier persona podrá acceder a los trabajos de investigación que ofrecerán una perspectiva novedosa para el conocimiento de la Mezquita-Catedral en ámbitos tan diversos como la arquitectura, la arqueología o la ingeniería.

FASES CONSTRUCTIVAS
Los resultados del estudio sobre el subsuelo de la segunda puerta han documentado varias fases constructivas del edificio, registrando la reforma bajomedieval de las arcadas, dos enterramientos de periodo medieval cristiano y una fase tardoantigua localizada entre los 2,5 y tres metros de profundidad. En esa fase tardoantigua se ha descubierto parte de un muro y tres pavimentos islámicos (uno de ellos sobre el que se edificó el templo).

Al respecto y como indica el estudio, con la llegada de Abderramán III la Mezquita Aljama sufre algunas mejoras y modificaciones. En la intervención se ha identificado la construcción del muro norte de la sala de oraciones o haram, que conforma la fachada al patio o sahn.

SEPULTURAS
Sobre estos elementos los arqueólogos han documentado dos sepulturas de época cristiana, entre los siglos XIII y XV, cuando la Mezquita pasó a ser parroquia de Santa María y luego Catedral de Córdoba. Ortiz explicó que a mediados del siglo XV se produce un "colapso" de la cubierta y algunos arcos del edificio que obligó a actuar en él, lo que se ha reflejado en la cimentación.

En su intervención, los arqueólogos también se centraron en las intervenciones realizadas en el siglo XX, como el rebaje del nivel del suelo y disposición del pavimento de losas de mármol a la cota actual hecho con Félix Hernández (arquitecto encargado de las obras de restauración e investigación de la Mezquita-Catedral).

En los años 70 se construyeron las celosías que cierran los vanos de las naves 16, 17, 18 y 19 y las catas han sacado a la luz la preparación del terreno para la descarga del peso de estos elementos, con asientos o cimentaciones de diez centímetros de espesor que afectaron al muro erigido por Abderramám III.