google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

15 de febrero de 2017

Nueva campaña arqueológica en el yacimiento talayótico de Son Serra (Mallorca)

Los trabajos incluyen tareas de excavación, restauración, limpieza de vegetación, topografía y documentación de materiales que permitirán abrir el yacimiento al público.
El municipio de Muro podrá conocer nuevos detalles de su historia patrimonial cuando se publiquen los resultados de la tercera campaña arqueológica que se inició ayer en el yacimiento de Son Serra y que se prolongará hasta el próximo 24 de febrero, según explicó ayer el Ayuntamiento.

El objetivo de esta nueva intervención arqueológica es el de conocer y conservar los restos del yacimiento de Son Serra. Según explica el regidor de Cultura de la institución municipal, Miquel Porquer, "este año daremos un nuevo paso para conocer y conservar mejor el yacimiento, realizando tareas de excavación, restauración, limpieza de vegetación, topografía y tratamiento de materiales arqueológicos para conocer un poco más a los antepasados que vivían en el municipio durante la prehistoria".

YACIMIENTO TALAYÓTICO
El yacimiento de Son Serra está ubicado en los terrenos que son propiedad de un agroturismo, entre Muro y Can Picafort. Se trata de unos restos de la época talayótica en los que se conservan diversas edificaciones en buen estado como dos talayots cuadrados y un conjunto de recintos cuya utilidad todavía está pendiente de determinar.

La primera campaña arqueológica en el yacimiento de Son Serra se llevó a cabo en febrero de 2015, cuando se firmó un convenio de colaboración con el propietario de la finca donde se ubican los restos. Después de las dos campañas ejecutadas, la tercera intervención, iniciada ayer, "servirá para consolidar el proyecto", según añadió el regidor Porquer.

Una vez finalizado el trabajo de campo, cuya conclusión está prevista para el próximo 24 de febrero, se llevará a cabo una jornada de puertas abiertas para que los interesados puedan acceder al yacimiento y ver las tareas que se llevan a cabo. Tras las dos primeras intervenciones también se ofreció a los vecinos del municipio del Nord la posibilidad de visitar el yacimiento.

La tercera campaña de intervención está dirigida por los arqueólogos Jordi Hernández-Gasch, Bernat Burgaya y Marga Rivas y los restauradores Antoni Puig y Margalida Munar. "El objetivo es acercar el mundo de la arqueología a todos los 'murers', que a través de Son Serra podrán conocer parte de su pasado y de sus primeras raíces", apunta Rivas.

14 de febrero de 2017

Descubierta en Toledo una galería romana de 30 metros

Se ha encontrado a seis metros de profundidad, atraviesa varias calles y mide 30 metros de largo por cuatro de ancho. Debió pertenecer a un importante edificio fundacional de la ciudad y sorprende por su excelente estado de conservación
La galería será visitable una vez concluyan los trabajos arqueológicos. FOTO: AYUNTAMIENTO DE TOLEDO.
Una semana después de que se hiciera público el hallazgo de una mezquita del siglo XI en las obras de una panadería del casco antiguo de Toledo, las obras de rehabilitación de una vivienda en la zona histórica de esta ciudad han dejado al descubierto una galería romana de 30 metros de longitud y cuatro de ancho. La galería, que está en un perfecto estado de conservación, se encuentra a seis metros de profundidad y atraviesa el subsuelo de varias calles y edificios desde la plaza de Amador de los Ríos.

Según el arquitecto responsable de la intervención, José Ramón de la Cal, "se trata de una estructura civil de época romana de 2.000 años de antigüedad que posiblemente pertenezca a uno de los primeros elementos fundacionales de la ciudad". "Pensamos que la galería pertenecía a un edificio civil de cierta entidad que va a aportar mucha información para el conocimiento de la historia de Toledo", ha añadido De la Cal. El director del equipo de excavación, Carlos Antonio Barrio, reconoce haberse sorprendido de la robustez y buen estado de conservación de los muros "que están hechos con una cal que todavía sigue fraguándose y los hace eternos".

UN RECLAMO ABOVEDADO QUE PODRÁ VISITARSE
La galería abovedada ha aparecido gracias a unas obras que estaban realizándose en una vivienda particular que tenía problemas de cimentación por filtraciones de agua. Parte de la estructura se utilizó como establo en la Edad Media y sirvió de refugio y cárcel durante la última guerra civil pues también se han encontrado restos de aquella época de la historia más reciente de España.

Los trabajos arqueológicos de este inmueble finalizarán hacia el mes de junio y a partir de ese momento esta importante galería romana podrá ser visitada por el público dentro de las rutas tituladas Patrimonio Desconocido que organiza el Consorcio de la Ciudad de Toledo, un organismo público del que forman parte todas las administraciones y que tiene como fin restaurar y poner en valor el patrimonio histórico de esta ciudad.

13 de febrero de 2017

El fuerte oleaje desentierra una tumba romana en Sitges

Los restos humanos se corresponden a tres individuos, uno de ellos un bebé. La localización de las tumbas excavadas tan cerca del mar se explica, según el arqueólogo, porque en la antigüedad la línea del mar estaba unos 150 metros más lejos 
Los restos del enterramiento a pocos metros de la orilla del mar. FOTO: JOAN GARCÍA TARGA.
El peor temporal marítimo de los últimos 15 años en el Garraf, el pasado mes de enero, no sólo dejó daños. También puso al descubierto los restos de una tumba romana, definida por unas tejas que delimitaban un espacio rectangular con la presencia de restos humanos, al lado de la antigua discoteca L’Atlàntida de Sitges.

Los restos humanos corresponden a tres individuos. Por una parte, el jueves se encontró el esqueleto de un hombre de unos treinta años, con algunas patologías óseas pendientes de precisar. Asociados a él se han encontrado unos pocos fragmentos conservados de un bebé, de alrededor de un año. También se ha localizado un segundo cuerpo bastante entero, correspondiente a una chica de unos 16 años, dispuesta de lado, dentro de las tejas que conformaban inicialmente un receptáculo cerrado como un ataúd.

SIN NUEVAS EVIDENCIAS
Al finalizar la excavación se ha abierto un poco más su entorno, pero no se ha encontrado ninguna otra evidencia de tumbas u otros restos materiales romanos.

En los trabajos llevados a cabo en torno a la iglesia del Vinyet en los años cincuenta del siglo XX se documentaron unas tumbas de características parecidas, y a finales del siglo XIX se recuperó un sarcófago de piedra de Santa Tecla que se depositó en el Racó de la Calma de Sitges hace años. No se tiene constancia de otras tumbas romanas en el municipio, que algunos defienden que podría ser la antigua Subur romana a pesar de no haber ninguna certificación fehaciente que lo acredite. Algunos eruditos han defendido que Sitges era núcleo romano situado en un lugar indeterminado entre Barcino y Tarraco mencionado en textos latinos de los siglos I y II de nuestra era.

El coste de la excavación ha sido sufragado por el servicio de Arqueología de la Generalitat de Catalunya. Los trabajos los han dirigido el arqueólogo Joan Garcia Targa y la antropóloga física Núria Armentano, técnicos contratados por la empresa de arqueología Àtics y con la colaboración desinteresada de la arqueóloga Sofia Aldeco Cobo y de Maria Angeles Matías, Antoni Franco y Josep Carbonell Vidallet.

LÍNEA DEL MAR
Es posible que los restos excavados, según Garcia Targa, “tengan relación con el yacimiento identificado como Santa Margarida, que se localiza dentro del recinto actual del Club de Golf Terramar de Sitges. En este lugar se recogieron fragmentos cerámicos de época romana. La localización de las tumbas excavadas tan cerca del mar se explica, según el arqueólogo, porque en la antigüedad esta línea estaba unos 150 metros más lejos que ahora. Hay fotografías de hace más de cien años donde la playa era mucho más extensa.

En Sitges se han localizado varias evidencias de ocupación romana: dependencias productivas en el Puig de Sitges (casco antiguo), depósitos de prensado de vino en Les Forques (cerca de Aiguadolç) o la villa romana del Vinyet. “En ningún caso se puede afirmar de forma rigurosa y seria que podemos identificar todas estas evidencias como los restos de la mencionada Subur de las fuentes clásicas”, según Garcia Targa.

(Fuente: La Vanguardia / Ramón Francás)

10 de febrero de 2017

El yacimiento de Libisosa se integrará en la Red de Parques Arqueológicos de Castilla La Mancha

El antiguo oppidum oretano fue un enclave estratégico para la conquista romana del sur peninsular
Libisosa Forum Augusta, en la localidad albaceteña de Lezuza.
La ciudad de Lezuza conserva un “pasado notable”. Las recientes excavaciones arqueológicas son prueba de la existencia de un oppidum oretano ya en el s. V aC. Libisosa Forum Augusta es como llamaron los romanos a su ciudad situada en el Cerro del Castillo. Un territorio estratégico para conquistar el sur peninsular.

Este yacimiento pasará a formar parte de la Red de Parques Arqueológicos de Castilla-La Mancha, según ha anunciado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, tras su visita a la localidad albaceteña. La Red de Parques Arqueológicos está actualmente conformada por El Tolmo de Minateda (Albacete), Segóbriga (Cuenca), la villa romana de Carranque (Toledo), el oppidum ibero-medieval de Alarcos (Ciudad Real) y Recópolis (Guadalajara). Además próximamente incorporará el yacimiento de la cultura ibera del Cerro de las Cabezas en Valdepeñas (Ciudad Real).

COLECCIÓN DE 150.000 PIEZAS
Además de anunciar que se impulsarán diferentes acciones para hacer posible la incorporación del yacimiento también han visitado la Colección Museográfica ‘Agripina’ de este yacimiento arqueológico. En este sentido, Page ha puesto en valor “la potencia y la importancia” del yacimiento de Libisosa y además ha destacado la colección museográfica municipal que está formada por más de 150.000 mil piezas y que según ha asegurado son “patrimonio de la humanidad”.

Por último, el presidente autonómico ha subrayado que acompañará al ayuntamiento de la localidad durante todo el proceso, ayudando a promover la valorización del yacimiento mediante acciones que profundicen en su conocimiento y estudio, como paso previo al plan de ordenación del futuro parque arqueológico.

(Fuente: El Diario)

9 de febrero de 2017

Confirman el hallazgo de dos campamentos romanos en Cantabria

Arqueólogos confirman que los yacimientos de Castro Negro y del Alto del Robadoiro localizados en los últimos años en el entorno del macizo de Peña Prieta, en Vega de Liébana, (Cantabria) son dos campamentos romanos y, según una de las hipótesis que se maneja, podrían estar vinculados con la campaña de asedio de las legiones de Augusto al Monte Vindio --cuya localización se desconoce-- en los inicios de las Guerras Cántabras.
Modelo de campamento romano con "clavícula". IMAGEN: SIETE MERINDADES.
Esta, al menos, es una de las posibilidades que se desprenden de las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en esos yacimientos entre agosto y octubre de 2016 por un grupo de catorce personas, entre arqueólogos, investigadores y colaboradores, que, además han financiado los trabajos.

Las conclusiones se han dado a conocer en una rueda de prensa en el Museo de Prehistoria y Arqueología (MUPAC) en la que han participado el arqueólogo Eduardo Peralta, responsable de los trabajos, su colega de profesión José Ángel Hierro, que ha sido otro de los participantes; el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, y el alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso. Peralta ha calificado de "espectaculares" los resultados de estas prospecciones.

MONTE VINDIO
Y es que, según ha explicado el también arqueólogo José Ángel Hierro, la "hipótesis" de que lo que se ha logrado documentar con ellos podría corresponderse con el mítico episodio del Monte Vindio es, "hasta la fecha", "la más sólida que se ha manejado" sobre dónde pueda estar su localización.

"Para poder asegurar esta hipótesis hace falta mucho trabajo y mucha suerte. Probablemente nunca encontremos un cartel que diga: Esto es el Vindio pero creo que contamos con argumentos y con, no pruebas, sino evidencias que apoyan esta hipótesis y que hasta la fecha la convierten en la más sólida que se ha manejado para tratar de localizar este episodio", ha dicho.

Según Hierro, en esta hipótesis cuenta "con el terreno, con el contexto y con argumentos arqueológicos que otros sitios hasta la fecha no tienen" y hasta con un topónimo cercano, 'Vinduey', que está relativamente cerca del campamento de Castro Negro y que podría ser el 'vindos' céltico que dio nombre al Monte Vindio.

Si finalmente se prueba la hipótesis, sería, según Hierro, la "prueba" de que los cántabros se equivocaron al pensar que al Monte Vindio, donde se refugiaron tras ser vencidos en batalla campal a los pies de las murallas del oppidum de Bergida, llegarían antes las aguas del mar que las tropas romanas y confirmaría que éstas "conquistaron hasta el último lugar de Cantabria".


Otra hipótesis, que podría no estar reñida con la anterior, es que estos yacimientos formasen parte de un dispositivo de control de todos los pasos de montaña de entrada a Liébana.

En estos trabajos --a los que se quiere dar continuidad "el año que viene" con fondos del Gobierno regional y para los que se precisaría el permiso de instituciones de fuera de las comunidades autónomas vecinas-- han participado también los arqueólogos Enrique Gutiérrez y Rafael Bolado, y los investigadores y colaboradores Federico Fernández, Joaquín Arguiñarena, Antonio Pila, Diego Pedrajo, Elena Paredes, Ángel Ocejo, Borja Gómez-Bedia, Miguel Berasaluce, Román González y Adriano Felice.

Según lo encontrado, se cree que las legiones romanas estuvieron "poco tiempo" en aquellos parajes y en las estaciones menos frías dado que se alojaban en tiendas de campaña donde no podrían haber resistido un invierno en esas altitudes.

Y es que uno de los yacimientos romanos se encuentran en la cima y las laderas del monte Castro Negro o Cohora, a 1.962 metros, y otro, el del Alto de Robadorio, a 2.219, los que les convierten en los campamentos "de mayor altitud de la Península y entre los más altos de Europa".

TRABAJOS EN LOS DOS YACIMIENTOS
La intervención arqueológica se ha centrado en el campamento romano de Castro Negro, que fue descubierto por el arqueólogo José Hierro a través del estudio de foto aérea y satélite, y que se encuentra en Vega de Liébana.

Ocupa una zona del monte de Castro Negro desde donde se controla el paso de montaña situados a sus pies en los puertos de Riofrío y que comunica Liébana con el norte de Palencia a través del estrecho valle del nacimiento del Carrión por los puertos de Pineada, así como el paso natural que por el collado del Robadorio enlaza hacia el oeste al pie de Peña Prieta con la zona leonesa de la Vega de Naranco.

El del monte de Castro Negro es un campamento romano de campaña de tipo 'castra aestiva', con 10,5 hectáreas, unas dimensiones que tendrían que corresponder a una legión romana con tropas auxiliares, con unos 4.000 o 5.000 hombres.

Una prueba del carácter campamental romano de este recinto fortificado es que hay presencia de dos puertas con clavicula interna, elemento característico de la castramentación militar romana de campaña entre mediados del siglo I a.C y comienzos del siglo III d.C.

Los trabajos en Castro Negro han permitido delimitar con cierto detalle todo el perímetro campamental pese a que está "bastante arrasado por la erosión" y por la vegetación que lo cubre.

Dentro del recinto, se han usado detectores de metales que han permitido recuperar "numerosas piezas" de equipamiento militar romano relacionado con la acampada; de armamento (una punta de un proyectil de catapulta), y, las que se consideran más relevantes, unas piezas de enganche del pilum romano, similares a las encontradas en zonas de Alemania pero que no habían sido documentadas en la Península Ibérica.

Una punta de lanza, elementos del calzado militar romano, como numerosas tachuelas, herramientas y una moneda acuñada hacie el 28 a.C en Calahorra, antes de la gran campaña de Augusto y sus generales contra cántabros y astures, son otros de los restos encontrados.

El otro yacimiento se encuentra en el Alto de Robadoiro, en la divisoria entre Cantabria y León, en los ayuntamientos de Vega de Liébana y Boca de Huérgano, y a los pies de la ladera norte de Peña Prieta y el Cubil de Can.

Fue descubierto hace bastantes años por un montañero pero es con estos trabajos con los que se ha confirmado que es un campamento romano y también se ha descubierto que las dimensiones son mayores de las que se pensaba.

RESTOS DE UNA FORTIFICACIÓN
Alrededor de la cima existe una acumulación de bloques de arenisca restos de una fortificación, que delimita un recinto de 2.197 metros cuadrados que protege la cumbre.

Con la ortofotografía aérea se ha comprobado la existencia de una segunda línea fortificada exterior que era desconocida ya que era "casi invisible" sobre el terreno.

La planta de este nuevo recinto ocupa una hectárea, lo que ha "reforzado la entidad" del yacimiento, que se cree que es un 'castellum romano' o una 'castra minora'.

Todas las piezas encontradas en ambos yacimientos se entregarán al MUPAC "en breve", según Peralta.

Por su parte, el consejero de Cultura ha resaltado el "impulso" que desde el Gobierno de Cantabria se quiere dar a que los museos de la comunidad combinen la labor divulgativa con la investigadora y también el "esfuerzo importante" presupuestario que se está dedicando a patrimonio.

Ha considerado que Castro Negro y Robadoiro son "claros testimonios de las guerras de alta montaña y del esfuerzo bélico" que el ejército romano desarrolló en los lugares más alejados y accidentados del territorio de los cántabros.

Por su parte, el alcalde ha considerado un "poco prematuro" el pensar en cómo explotar turísticamente estos yacimientos, permitiendo la visita, cuando "lo primero" es estudiarlos.

(Fuente: Madrid Press)

8 de febrero de 2017

Sale a la luz un mosaico romano en Badalona (Barcelona)

Tiene motivos geométricos y ocupaba una estancia con pinturas murales de una domus romana, de la que también han salido a la luz piezas cerámicas y talleres artesanales. Una vez concluída la excavación, el mosaico será llevado al Museo de Badalona y se cubrirá de nuevo el yacimiento.
El mosaico recién descubierto y todavía pendiente de limpieza. 
Un mosaico en perfecto estado de conservación, pendiente aún, eso sí, de un proceso de delicada limpieza, ha vuelto a ver la luz del sol en Baetulo, la antigua ciudad romana de Badalona. Bien, en realidad, han resurgido, tras casi 2.000 años de silencio, varios tesoros: el mosaico de una ‘domus’ de varias estancias, diversos talleres artesanales y un viñedo. Pues, como es bien sabido, esta zona pasó a ser, terminadas la batallas con los cartagineses y convertida en plácida retaguardia, un región especializada en la producción de vino, según los autores clásicos nada del otro mundo, un caldo más bien tabernario destinado a las tropas que combatían en Germania y la Galia, pero que hizo rico a más de uno. De ahí el mosaico, un lujo de decoración geométrica y que estaba en una habitación con pinturas murales.

El hallazgo, como siempre en estos casos, es fruto de una intervención arqueológica de emergencia como consecuencia de unas obras de infraestructura. Esa vez han sido los trabajos de ampliación del lateral de la C-31, entre la avenida de Martí Pujol y la avenida President Lluís Companys. Los responsables del Museu de Badalona ya tenían constancia desde los años 80 de la existencia de restos romanos en aquella zona. Sin embargo, la sorpresa por lo hallado ahora es notable. La razón es su ubicación exacta, por encima de la actual autovía C-31, lo cual sugiere que Baetulo era una villa romana mucho mayor de lo que hasta ahora se daba por hecho. Aquello no tiene el aspecto de ser una finca periférica, sino parte de la trama urbana más integrada a la ciudad. La muralla de Baetulo, por lo tanto debería estar situada, tal vez, en algún punto de la actual colina de Rosés.


EXPLORAR Y VOLVER A TAPAR
El yacimiento en el que estos días han trabajado los arqueólogos está, afortunadamente para los historiadores de futuras generaciones, por debajo del actual nivel del terreno. Es decir, una vez concluida la excavación y retirados los elementos más singulares, como el mosaico y algunas piezas cerámicas, se volverá a cubrir y quedará documentada su existencia para, quizá algún día, un trabajo más a fondo de exploración, pues es un testimonio palpable de que aquella colina estuvo habitada entre los siglos I aC. y IV dC..

El mosaico será, lo dicho, retirado con cautela para pasar a ser una muestra más de la interesante ciudad romana que fue en su tiempo Badalona, antes sobre todo de que Barcelona adquiriera prestigio como plaza fortificada. No en vano, el Museu de Badalona exhibe una de las piezas más interesantes de las colecciones romanas de Catalunya, una Venus de una factura deliciosa. Apenas mide un palmo de altura y fue encontrada nada menos que en una alcantarilla de la desaparacida Baetulo, pero da fe de que esa fue una ciudad rica en su tiempo.

7 de febrero de 2017

Unas obras destapan nuevos restos de la muralla zirí de Granada

Las obras en un solar detrás de Gran Vía destapan parte de la construcción que data del siglo XI. En la cata arqueológica se pueden apreciar importantes restos de la muralla de la Medina Medieval y de un torreón de la estructura defensiva.
Parte de los restos medievales descubiertos.
FOTO: ECOLOGISTAS EN ACCIÓN
La demolición de un bloque en la calle Laurel Alta del Boquerón, detrás de la Gran Vía de Granada, y en la confluencia de las calles Navarrete, Corazones y Lavadero de Zafra, y las posteriores obras de actuación en el solar resultante, han revelado la existencia de restos arqueológicos.

El bloque que se tiene previsto construir sumará tres viviendas y otros tantos garajes en superficie, con una fecha prevista de terminación de este proyecto de obra nueva para abril de 2018. Ayer por la tarde, a través del mallazo verde que protege la actuación por motivos de seguridad, se apreciaba la presencia de varios operarios. La promotora se encuentra en estos momentos con la lógica preocupación ante la aparición de estos restos, ya que puede repercutir en la operación económica.

Fue Ecologistas en Acción quien informó del hallazgo de estos nuevos restos arqueológicos en el Centro de Granada, de lo que entienden que es una muralla medieval, de la Madinat Al-Garnata Zirí del siglo XI. Según Narciso Ruiz, miembro de este colectivo, en la actual fase de excavación o cata arqueológica en parte del solar se pueden apreciar importantes restos de la muralla de la Medina Medieval y de un torreón de la estructura defensiva del siglo XI.

A pie de obra, Narciso Ruiz expresaba que «este hallazgo parece confirmar que el edificio demolido se construyó sobre la derruida estructura defensiva, tal y como se comprueba en la Plataforma de Ambrosio de Vico, un plano de Granada trazado y dibujado en la última década del siglo XVI».

Aunque muchos expertos critican que el mapa mencionado «carece de rigor científico», sí destacan que podría tratarse de la muralla Zirí, «porque coincide con el mapa dibujado por el matemático Dalmau en 1796», informaron a este periódico

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
Ecologistas en Acción ha pedido a la Junta que las estructuras defensivas se incorporen al proyecto de obra nueva. Se ha solicitado el visto bueno de la Junta y el informe favorable de la comisión provincial de Patrimonio Histórico, una vez que se proceda a llevar a término la preceptiva excavación en la totalidad del solar, argumentan. En su escritos el colectivo aclara, a la espera del informe que presente la arqueóloga de la promotora, que estas murallas son un bien protegido por la ley. Ecologistas en Acción vuelve a reiterar la necesidad de un plan para las murallas y que se diseñe un protocolo de actuación para cada vez que aparezcan restos arqueológicos amurallados en algún solar.

(Fuente: Ideal / EFE)

6 de febrero de 2017

Las obras en una panadería descubren los restos de una mezquita en Toledo

Está adosada a la iglesia de Santo Tomé, tendría su origen en el siglo X ó XI y su planta ocuparía unos 13 metros cuadrados. 
Arco lobulado descubierto en las obras de la panadería. FOTO: AYUNTAMIENTO DE TOLEDO
La empresa Global Arqueología, que presta servicio arqueológico al Ayuntamiento de Toledo, ha descubierto restos de lo que podría ser una mezquita que podría datar del siglo X o siglo XI, cuando se realizaban obras en una panadería, situada en el número 15 de la calle Santo Tomé.

DOS ARCOS DE HERRADURA Y UNO LOBULADO
Así lo ha dado a conocer el concejal de Urbanismo, Teo García, junto al arqueólogo Antonio Gómez Laguna. García ha manifestado que “Toledo es sorprendente” porque durante unas obras menores en un local se verificó la existencia de dos arcos de herradura y uno lobulado, que “inducen a pensar” que se trata de una mezquita de unos 13 metros cuadrados. Algo, ha dicho, que “no pasa todos los días”. Además, ha garantizado que el proceder para clarificar estos restos se hará aproximadamente en dos meses y será “con un método no invasivo” que garantizará que los restos “no se vean afectados en ningún caso por la obra”.


Por su parte, Gómez Laguna ha mantenido que el hecho de que se trate de una mezquita es “una hipótesis plausible”, pues los restos descubiertos son “muy pocos” y el descubrimiento ha tenido lugar esta semana. “Se pensaba que la mezquita en esta zona, que es una mezquita muy pequeña, más de barrio, estaría anexa a la iglesia de Santo Tomé y ahora se sabe que no es así”.

A PIE DE CALLE
Ha añadido también que gracias a estas excavaciones se ha podido saber que el edificio está prácticamente a pie de calle. Sin embargo, ha precisado que estos restos no podrán ser visitables, ya que para continuar excavando habría que retrasar la obra y el negocio, que es familiar, se tendría que cerrar. “La orientación y el tamaño es parecido a la mezquita de Tornerías”, ha añadido el arqueólogo. La estructura está adosada a la iglesia, que ésta cuando se construyó “aparentemente respetó la mezquita”, ha concluido.

El Ayuntamiento de Toledo tramitó durante 2016 un total de 410 expedientes arqueológicos en obras menores, de los que 265 -el 64 por ciento- no tuvieron necesidad de control posterior; y 50 -el 12 por ciento- conllevaron un control arqueológico de oficio. Asimismo, 58 precisaron de una zanja única; el tres por ciento precisó derivarse a un arqueólogo profesional -11 expedientes-; nueve pasaron a una comisión especial y seis fueron anulados.

(Fuente: El Diario)