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8 de noviembre de 2023

Arranca la nueva fase de excavaciones en el recinto de culto del Templo de Augusto de Tarragona

Los trabajos se centran en descubrir cómo eran las antiguas cámaras de los canónigos agustinianos entre los siglos XII y XVI

Imagen de los trabajos de excavación que se están llevando a cabo en el recinto de culto imperial. GERARD MARTÍ.

Esta semana ha empezado la segunda fase de excavaciones en el recinto de culto imperial del Templo de Augusto. El espacio donde se está trabajando es una de las últimas salas anexas al muro de cierre del recinto que todavía no se habían excavado. En la nave en cuestión se ubicaron las estancias de los sacerdotes de la canónica agustiniana desde el siglo XII hasta la época moderna, en el siglo XVI, y ya se han encontrado elementos de época medieval que pueden ayudar a definir qué había y cómo vivían los hombres en régimen monástico durante este periodo.

"Estas excavaciones son clave para definir cómo eran las estancias y saber de qué material estaban hechas. Es una de las últimas salas que conservaba una estratigrafía virgen», explica Andreu Muñoz, codirector de la excavación y miembro del equipo de investigación del proyecto arqueológico de la Catedral. La parte científica de los trabajos busca conocer y profundizar en todos los procesos de ocupación que ha habido en el espacio a lo largo de los siglos. «Los materiales que sacamos del muro son susceptibles de aportarnos información para actualizar la datación de la estructura, que ahora sería de entre el 69 y el 96 d.C., durante la época Flàvia. Queremos ser más precisos», expone Muñoz.

Pero el objetivo de la excavación también abarca dos ámbitos más. Por una parte, tiene una meta museográfica, para poder ampliar el recorrido del museo diocesano y que integre y visibilice cada vez más las estructuras del recinto de culto imperial. «Trabajamos con la idea de expandir el recorrido por la Catedral y que el visitante pueda ver la magnitud de unas estructuras que son únicas en los territorios del Imperio Romano en la península Ibérica», dice Muñoz.

Y por otra parte los trabajos también tienen un objetivo formativo, ya que la excavación sirve como campo de prácticas para los estudiantes que se están formando en Arqueología en la Universidad Rovira i Virgili o que están cursando un máster en el Instituto Catalán de Arqueología Clásica. «Son alumnos de varios cursos y es una gran oportunidad para formarse y coger experiencia», afirma Muñoz.

La primera fase de la excavación, que se hizo entre febrero y en abril, se ocupó de todos los niveles modernos, tardoantigua y medievales. «Nos encontramos lo que esperábamos en el recorte de la roca, porque ya hemos visto un comportamiento parecido en otros espacios del recinto de culto», dice Muñoz.

Ahora, ya se ha llegado a los niveles constructivos del muro, a la zanja, y se está excavando el relleno. Durante el siglo XX, la sala albergó las dependencias del antiguo Museo Diocesà, hecho que ha ayudado en los trabajos. «La estructura de las estancias se respetaron y gracias a eso hemos podido trabajar a un ritmo constante. Ahora el reto es definir una secuencia de 2.000 años, desde la época romana a nuestros días».

Esta cronología está incompleta por la poca documentación escrita que se ha podido archivar de ciertas épocas, sobre todo entre el siglo VIII y XII. «La poca documentación que había se quemó o destruyó en gran parte en las Guerras Napoleónicas y también durante la Guerra Civil. Los trabajos actuales pueden poner luz sobre estas incógnitas», explica Muñoz. Otra de las hipótesis, todavía por confirmar, es que al lado de la sala, a unos 50 metros, se ubicó la antigua catedral visigótica. Los investigadores prevén, una vez acabe el trabajo de campo, emitir un informe con las principales conclusiones de los hallazgos.

La segunda fase de los trabajos está prevista que acabe a finales de este mes. Las excavaciones forman parte del proyecto arqueológico de la Catedral, que empezó hace más de veinte años y que actualmente está en la tercera fase. Durante los años 2010 y 2011, se excavó la nave central del templo. «Se ha hecho mucho trabajo las últimas décadas. Todo el perímetro del recinto también se ha excavado. Al final, este es un nuevo episodio de una larga tradición de excavaciones en Tarragona», expresa Muñoz.

Llegar al recorrido completo
Sin embargo, quedan por investigar algunos espacios de la Catedral. Es el caso de la Sala Axial, cercana a la recientemente renovada pinacoteca gótica. «Creemos que era una especie de sala de reuniones o de templo, pero todavía no lo sabemos a ciencia cierta», expone Muñoz. La prioridad del proyecto de cara a los años que vienen es unir todas las estructuras de interés del recinto y conectarlas entre ellas.

De esta forma, se ofrecerá una visión de conjunto y cronológica al visitante. «¿Cuándo podrá estar acabado el recorrido? No me atrevo a dar una fecha exacta. La arqueología pide trabajar a fuego lento», reconoce Muñoz. Sea como sea, las investigaciones en la Catedral de Santa Tecla continúan con paso firme. «El estado de las excavaciones por toda la Catedral es bueno y avanza a buen ritmo porque hay un buen entendimiento por parte de las diferentes instituciones implicadas», concluye Muñoz.

17 de agosto de 2011

Nuevas pistas sobre el legendario templo de Augusto en Tarragona


El mítico templo de Augusto, joya de la arquitectura romana buscada durante 300 años y cuyos cimientos aparecieron en el verano de 2010 en el subsuelo de la Catedral de Tarragona, era incluso más grande y majestuoso de lo que los investigadores sospechaban. La campaña de excavación arqueológica que se ha realizado desde el 27 de junio hasta el pasado 5 de agosto, ha confirmado que la estructura de cimentación se alarga más de 43 metros. "Las evidencias y los nuevos resultados de las pruebas geofísicas realizadas por Albert Casas (Universidad de Barcelona) indican –explica Andreu Muñoz, uno de los arquitectos directores- que la longitud de la construcción podría alcanzar los 46 ó 47 metros, por 27 de anchura", y no 32 como habían documentado los científicos.
Buscado durante más de 300 años, sus cimientos aparecieron en 2010.
"Son medidas que hacen pensar en los templos más legendarios, como el de Mars Ultor en Roma (50 por 36 metros) o el de Itálica (Santiponce, Sevilla) dedicado a Trajano (49 por 29), aunque es de cronología posterior", ha añadido Muñoz. "Era uno de los templos más grandes de todo el imperio, los de su tamaño se pueden contar con los dedos de una mano", ha recordado Isabel Solà, directora del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC).
El equipo investigador, dirigido también por Inma Teixell (Ayuntamiento) y Josep María Macías (ICAC), considera "básicamente demostrado" que bajo la Catedral se asentó el gran templo romano de culto imperial, "foco de admiración en todo el mundo antiguo", con una fachada de ocho columnas y rodeado de una plaza porticada que imita el programa arquitectónico del forum de Augusto, en Roma.

Los investigadores siguen sin encontrar los vestigios de la antigua catedral visigótica. "Sabemos que es una construcción del siglo I después de Cristo, no hemos podido datar con más exactitud, y ahora también sabemos que no está aquí, por lo que habrá que estudiar otras ubicaciones", ha indicado Teixell. La excavación ha servido también para enriquecer el conocimiento sobre los 2.000 años de historia de la Catedral, y especialmente "las huellas de la construcción medieval a partir del siglo XII".
El equipo científico, tras dos meses de excavación en 2010 y 2011, ha evidenciado la existencia de una espectacular base de mortero romano (hecho con cal, arena y piedras) de 1,80 metros de ancho y 2,30 de profundidad capaz de sustentar un edificio actual de 37 metros de altura. Ello da una idea de las dimensiones del templo, cuya anchura ocupaba toda la nave central actual y parte de las laterales. Presidía el recinto de culto, la "plaza sagrada" de dos hectáreas de superficie del Fórum Provincial de Tarraco. "Con estas medidas, que encajan a la perfección, el templo queda perfectamente centrado en el espacio público".
(Fuente: El Mundo/Roberto Villarreal)

8 de julio de 2011

Descubren cajas sepulcrales en el subsuelo de la catedral de Tarragona

La creencia que debajo de la nave central de la actual Catedral se encontraban los restos del Templo de Augusto llevó a la realización de un amplio proyecto de búsqueda para su localización.
En el marco de una visita de obras, la arqueóloga del Ayuntamiento de Tarragona, Imma Teixell, ha destacado que se trata de un hallazgo "excepcional", pese a que ya había indicios y documentación que apuntaban a la presencia de estas tumbas, en las se enterraron arzobispos durante los siglos XVII, XVIII y XIX.
Los arqueólogos buscan el Templo de Augusto
en el subsuelo de la catedral de Tarragona.
Las tumbas se han localizado en el tramo de la nave central de la Catedral próximo al transepto, y podrían haber descansado en los cimientos del Templo de Augusto, según los arqueólogos.
Por otra parte, la próxima semana se iniciará la segunda fase de los trabajos arqueológicos en la nave central de la Catedral, concretamente en el eje axial de la nave y, a la vez, eje del posible templo de Augusto -donde se ubicaba la celda que contendía la estatua del emperador- y del recinto sacro del Concilium Prouinciae.
También se realizarán excavaciones en el área del ábside de la actual fábrica del recinto catedralicio.
"La elección de estos espacios viene motivada, entre otras cuestiones, por el interés del grupo de investigación que dirige este proyecto para conocer la naturaleza estructural del templo romano, así como las posibles evidencias de ocupación tardorromana y visigótica en esta zona", han señalado los responsables de los trabajos.
Al mismo tiempo, se prestará especial atención a todas aquellas posibles evidencias que aparezcan relacionadas con la catedral visigótica.
Durante esta semana, se han llevado a cabo una serie de labores previas destinadas a la preparación de los espacios de la nave central, donde a partir de la semana que viene se iniciará la intervención arqueológica, que se prolongará hasta mediados de agosto y obligará a cerrar al público la Catedral de Tarragona.
La creencia que debajo de la nave central de la actual Catedral se encontraban los restos del Templo de Augusto llevó a la realización de un amplio proyecto de búsqueda para su localización.
Así, en el año 2007 se llevó a cabo una intensa campaña de prospección geofísica que permitió documentar el posible basamento del templo, y el año pasado se realizó un sondeo estratigráfico de 32 metros cuadrados que confirmó los resultados de las prospecciones.
Se constató la conservación de la plataforma de fundamentación de un templo, justo en el eje axial de la gran plaza romana, en el mismo eje de simetría que sigue la Catedral medieval.
Plano de planta de la Catedral de Tarragona.
Dado que esta gran estructura está rodeada por una gran plaza porticada que imita el Foro de Augusto en Roma, el hallazgo "se tiene que identificar necesariamente con el templo de culto imperial de la provincia de la Hispania Citerior, con toda probabilidad el erigido al emperador August", afirman los arqueólogos del proyecto.
El Institut Cátala d'Arqueologia Clàssica (ICAC), el Ayuntamiento de Tarragona y el Arzobispado de Tarragona son las instituciones que llevan a cabo las excavaciones. 

(Fuente: ABC)