google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Reales Alcázares
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17 de enero de 2020

Salen a la luz nuevos vestigios del primer Alcázar del siglo XI

Los arqueólogos encuentran las fábricas de tapial originales en el local que acogerá las taquillas, un espacio que fue una de las alcobas del Palacio del Yeso. El Ayuntamiento de Sevilla destina 2,5 millones a comprar las casas del Patio de Banderas con los restos del palacio de Al Mutamid
El local donde se construyen las taquillas. JUAN CARLOS VÁZQUEZ
"Las nuevas taquillas estarán en la que era una de la alcobas del Palacio del Yeso". Estas palabras del arqueólogo Miguel Ángel Tabales resumen la importancia del último hallazgo realizado en el Real Alcázar. Las obras en el local de la casa número diez del Patio de Banderas han sacado a la luz las fábricas originales de tapial del siglo XI. Los trabajos que se realizan en esta hoy humilde estancia, que ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de su historia, han aportado a los investigadores una información muy importante para comprender cómo ha sido la evolución del recinto primitivo del Real Alcázar.

Al local de la casa número diez del Patio de Banderas se accede por una calle que en el siglo XI era la nave principal del Palacio del Yeso. En este lugar, situado junto a la puerta del Apeadero, se puede ver parte de uno de los tres arcos de herradura que conectaban el jardín –que se contempla en la visita turística al monumento– y la nave principal, quedando el resto oculto tras los muros modernos. El hallazgo de los tapiales originales tras los revestimientos modernos ha permitido a los investigadores completar un complejo puzle.

"Aunque sean unos restos pequeños, son muy importantes desde el punto de vista de la información y la investigación. Todo lo que era el conjunto original del Alcázar estaba compuesto por un gran palacio del siglo XI, otros dos palacios domésticos menores y una zona de representación política que era el Palacio del Yeso. Todo eso está hoy compartimentado en diez edificios modernos, por eso aparecen restos cuando tocas cualquiera de ellos", explica Tabales.

ORIGEN EN EL SIGLO XI
Hasta ahora se había considerado que el Palacio del Yeso era de construcción almohade, aunque se especulaba con un origen anterior durante época taifa o almorávide. Estos últimos descubrimientos de los arqueólogos han corroborado que su origen hay que buscarlo en el siglo XI. "Esa es la conclusión tras los análisis arqueológicos y así lo constata la prueba del Carbono 14 que se ha realizado. El primer recinto se extiende hacia aquí con este edificio que completa los otros tres", indica Tabales.

Desde el siglo XI, este espacio del primitivo Alcázar ha sufrido grandes transformaciones. Se ha compartimentado en extensión y altura (originariamente estaría cubierto por una cúpula a doce metros), o se han abierto y cerrado puertas y ventanas. Por los planos históricos de los siglos XVII, XVIII o XIX, los arqueólogos han podido seguir este proceso. Ahora, pueden comprender mejor la traza del Palacio del Yeso con este espacio que les faltaba.

Las obras para instalar las taquillas en este local, junto la decisión de hacer las entradas nominativas, permitirá en unos meses cambiar la manera de acceder al Alcázar, como resalta Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo: "No sólo tratamos de evitar las colas y las reventas, sino que también contribuimos a distribuir la organización de las propias visitas en el interior del monumento".

Muñoz también resalta el "gran trabajo" de investigación de todo el equipo arqueológico del Real Alcázar de Sevilla, "que constantemente nos sorprende al contextualizar sus hallazgos en la historia del propio monumento y, por tanto, de la ciudad".

Los restos de los muros de tapial originales del siglo XI quedarán integrados en este recinto que acogerá las nuevas taquillas del monumento para que sean visibles por todos los visitantes.

1 de abril de 2016

La Guardia Civil investiga la desaparición de una yesería mudéjar en los Reales Alcázares de Sevilla

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil investiga el presunto robo de un hallazgo arqueológico crucial que se ha producido en uno de los camaranchones del Cuarto Real Alto del Alcázar, la zona de máxima seguridad del monumento, ya que se trata de las estancias de la Familia Real en el palacio sevillano.
La pieza desaparecida podría tener gran valor en el mercado negro.
Un paño de yesería que podría cambiar la historia de los Reales Alcázares de Sevilla ha desaparecido sin dejar rastro.

Según fuentes del caso, los hechos fueron denunciados por el director anterior, Jacinto Pérez Elliot, en la primavera del año pasado. Pérez se dirigió a la Guardia Civil para poner en su conocimiento que un paño de yesería de gran valor había desaparecido del lugar en el que había sido descubierto por el arquitecto Antonio Almagro, que estaba realizando una investigación sobre el Palacio Mudéjar y que fue quien dio con esta pieza única. Almagro también se dirigió a la Guardia Civil poco después, en cuanto tuvo conocimiento de lo sucedido, para ofrecer detalles a los agentes sobre el descubrimiento, que, en su opinión, podría demostrar que el Palacio de Pedro I tuvo en su origen tres plantas, y no las dos con que lo conocemos en la actualidad. A partir de ahí se inició una investigación que dura ya un año y de la que apenas han trascendido detalles sobre la forma en que desaparecieron las piezas. Las mismas fuentes sostienen que se trata de una yesería mudéjar de gran valor en el mercado negro, pero hasta ahora no hay ninguna hipótesis clara sobre el «modus operandi» del supuesto robo.

La Guardia Civil ha tomado ya declaración a los dos últimos directores del monumento, el propio Jacinto Pérez y la actual, Isabel Rodríguez, nombrada por el nuevo alcalde, Juan Espadas. Ambos han certificado que en la zona donde se produjo el hallazgo y la posterior desaparición sólo actúan personas acreditadas expresamente para ello. A partir de ahí, los agentes de la UCO han interrogado a diez personas más, la mayoría de ellas trabajadores del Alcázar y de la empresa a la que el monumento tiene subcontratados los trabajos de restauración, Bellido. De esta última compañía han sido citados exactamente cuatro empleados. Pero las pesquisas llevadas a cabo hasta ahora no han servido para aclarar cómo pudo desaparecer de allí un vestigio de tanto valor y de considerable tamaño –el paño es de 50 por 30 centímetros- sin que nadie se haya dado cuenta, ya que, en efecto, esas estancias del Alcázar no sólo están protegidas por la empresa de seguridad contratada por el Patronato, sino que también tiene vigilancia policial al tratarse de las estancias de la Casa Real.

Desde la actual dirección del Alcázar se ha llevado con secretismo todo este asunto, ya que el presunto robo pone en serias dudas las medidas de seguridad del monumento, que tiene casi un millón y medio de visitantes al año y, con los servicios que hay actualmente contratados, sufre una clara insuficiencia de personal para poder llevar a cabo su correcta protección. El gobierno municipal de Juan Espadas informó a los miembros del Patronato, donde están representados todos los partidos municipales, y el arquitecto que descubrió la yesería, Antonio Almagro, también ha denunciado en algunos foros la situación, pero hasta el momento la noticia no había trascendido porque se pidió a los empleados que tuvieran discreción con un asunto tan delicado. Los agentes que llevan a cabo la investigación siguen tomando declaraciones a empleados y directivos para saber qué personas tenían exactamente permiso para acceder a ese espacio, ya que se trata de una parte del Alcázar que no es accesible para el público y que tiene grandes controles de seguridad, por lo que las primeras diligencias se dirigen a esclarecer quiénes eran los habilitados para entrar en el camaranchón y si existe algún control de acceso que registre las entradas y salidas, con sus correspondientes horarios a ese cuarto durante los días en los que se sospecha que se produjo el robo.

Lo que ya está confirmado es que en el sitio donde se halló el paño no hay cámaras, por lo que los agentes sólo se pueden remitir al control de entrada que llevaba el jefe de seguridad de Patrimonio Nacional, que ya no está destinado en este puesto.

26 de noviembre de 2012

Un posible lupanar romano sobre restos turdetanos en Sevilla

Los arqueólogos investigan si el relieve fálico del siglo I a. de C. hallado hace dos años en el Patio de Banderas indica la entrada a un lupanar romano.
Las excavaciones que se están llevando a cabo desde 2009 en el Patio de Banderas siguen arrojando noticias del pasado. El equipo de arqueólogos dirigido por Miguel Ángel Tabales que está realizando los trabajos ha certificado ya la existencia de restos turdetanos del siglo VIII a. C. en ese lugar, probablemente una cocina, bajo la planta de un edificio romano del siglo I a. C. Y aquí es donde ha llegado la sorpresa.
Detalle del motivo fálico, que según los arqueólogos es único 
en el Sur de Europa por estar «animalizado» y en erección.
Foto: ABC

En uno de los muros de este edificio levantado sobre la antigua Ispal apareció hace un par de años un relieve fálico con patas que es único en la zona. En un primer estudio realizado por el propio Tabales en la revista «Apuntes del Alcázar», el arqueólogo sostiene que es un elemento «común en el Norte de África sobre construcciones normalmente públicas, acueductos, puentes, murallas, etcétera».

Pero la investigación continuó y las teorías que se barajan han desembocado en una posibilidad inesperada: el miembro viril tallado en piedra sobre el muro podría ser la marca de entrada a un prostíbulo.

La arqueóloga Cristina Vargas Lorenzo recibió el encargo de estudiar en profundidad este hallazgo. Y el análisis, titulado «Estudio del motivo fálico hallado en el edificio romano republicano bajo el Patio de Banderas», descarta la hipótesis inicial de Tabales. «Lo más común era colocar este tipo de representaciones en enclaves de relativa importancia para asegurar la protección de ese lugar, como esquinas de calles, puentes, acueductos, dinteles de puertas y ventanas, etcétera. En nuestro caso, el relieve no se ajusta en principio a ninguna de esas premisas», argumenta Vargas.

En sus conclusiones matiza que probablemente este falo indicaba«algún tipo de transacción comercial», ya que el edificio estaba situado «en las inmediaciones del puerto». En estas palabras ya está apuntado el sentido de las actuales investigaciones. ¿Fue el Patio de Banderas, lugar donde se asienta el origen de Sevilla, un lupanar? Según fuentes del equipo de trabajo, esta opción es más que probable, aunque también se valora la posibilidad de que fuera un almacén del puerto u hórrea.

El enigma podría resolverse si se encuentran otros símbolos durante el resto de los trabajos. Pero la situación de esta representación fálica tiene bastantes analogías con las de lupanares de ciudades romanas como Pompeya. Y de momento la duda alimenta la leyenda del burdel.
(Fuente: ABC)

13 de julio de 2012

Sevilla comienza los trabajos para la cripta arqueológica del Patio de Banderas

El enclave, que fuera primigenio acceso del Real Alcázar, conserva ruinas romanas, paleocristianas e islámicas.
 El Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial de Sevilla ha contratado a la sociedad cooperativa 'Trifora', para la organización y el estudio de materiales relativo a la instalación de la cripta arqueológica proyectada en el Patio de Banderas, donde descansan unas ruinas romanas, paleocristianas e islámicas y donde fue descubierto el más antiguo vestigio de la ocupación humana de lo que actualmente es la ciudad hispalense. Cabe recordar que meses atrás, el Ayuntamiento de Sevilla había anunciado que su Gerencia de Urbanismo estaba ya redactando un proyecto para esta actuación con un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y un plazo aproximado de 20 meses para su ejecución. 
El enclave, primigenio acceso del Real Alcázar,
conserva ruinas romanas, paleocristianas e islámicas.

El proyecto, en su conjunto, contemplaría la instalación de esta cripta arqueológica en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares, así como la transformación de la casa número 15 de esta plaza pública en un centro de interpretación con la excavación de un túnel que conecte esta antigua vivienda con la propia cripta arqueológica. 



CONTRATO PARA CENTROS DE INTERPRETACIÓN Y LA CRIPTA 
Ahora el patronato gestor del Real Alcázar ha encargado a la sociedad cooperativa 'Trifora' un contrato valorado en 6.7340 euros y denominado "Organización y estudio de materiales para la constitución de almacén, sala arqueológica, centros de interpretación y cripta arqueológica del Patio de Banderas". 

Continuando con las catas arqueológicas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y la investigación impulsada en 1999, las excavaciones arqueológicas promovidas en los últimos tiempos en el Patio de Banderas propiciaron la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense. Se trataba de fosas y un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada allá por el siglo IX antes de Cristo. 

DE LA HISPALIS ROMANA A LA ANTIGUA MEDINA MUSULMANA 
Los arqueólogos descubrieron también restos de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Hispalis romana. Se trataría de un edificio datado en el siglo I antes de Cristo, del periodo republicano, y de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares. Según Miguel Ángel Tabales, arqueólogo director del Real Alcázar, estos vestigios arquitectónicos podrían haber correspondido a un almacén quizá relacionado con el puerto de la antigua ciudad romana.

Siguiendo la secuencia cronológica, los investigadores descubrieron además restos arquitectónicos datados en el siglo V después de Cristo y relativos a un edificio religioso perteneciente a la cultura paleo cristiana, así como vestigios de otro edificio levantado en torno al siglo VII sobre este último y también asociado al culto cristiano. Las ruinas más recientes halladas en el yacimiento, según Tabales, corresponderían al viario público y los alzados de un barrio de la antigua medina islámica, restos datados estos últimos en el siglo XI después de Cristo.

16 de febrero de 2012

Sevilla tendrá una cripta arqueológica en torno a las ruinas romanas, paleocristianas e islámicas

El Ayuntamiento de Sevilla redacta ya, con un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y un plazo aproximado de 20 meses para su ejecución, un proyecto integral para instalar en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares, una cripta arqueológica en torno a las ruinas romanas, paleocristianas e islámicas que guarda dicho espacio. 

El proyecto contempla, además, la transformación de la casa número 15 del Patio de Banderas en un centro de interpretación y la excavación de un túnel que conecte esta antigua vivienda con la propia cripta arqueológica.
Las obras arrancarán en marzo de 2013.
   El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), ha visitado este jueves el imponente yacimiento arqueológico del Patio de Banderas acompañado del primer teniente de alcalde y delegado del Real Alcázar, Javier Landa, y del arqueólogo director de este conjunto palaciego declarado Patrimonio de la Humanidad, Miguel Ángel Tabales.

   Tras inspeccionar el yacimiento, todos ellos han celebrado una rueda de prensa al objeto de exponer el resultado de las últimas excavaciones arqueológicas promovidas en el enclave y el destino de los activos patrimoniales descubiertos en el Patio de Banderas, uno de los lugares más simbólicos de Sevilla por su relación con el recinto palaciego.

La Historia antigua de Sevilla en un solo enclave

   Durante su comparecencia, el alcalde hispalense y Miguel Ángel Tabales han explicado que en los últimos años, el Patronato del Real Alcázar, que gestiona este conjunto palaciego declarado Patrimonio de la Humanidad, ha promovido una intensa campaña de excavaciones arqueológicas en el Patio de Banderas, donde de hecho se ubicaría el primitivo acceso al recinto fortificado. En este enclave, pero en 1974, el arqueólogo Manuel Bendala Galán había descubierto unos restos arquitectónicos de época medieval que él atribuía entonces a una antigua basílica paleo cristiana.
   Continuando con las catas arqueológicas antaño realizadas por Manuel Bendala Galán y una nueva investigación impulsada en 1999, estas excavaciones han propiciado en los últimos tiempos la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad hispalense, fosas y un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada allá por el siglo IX antes de Cristo, según han explicado el primer edil y Tabales.

Desde la Hispalis romana a la Isbiliya Islámica

   Los arqueólogos han descubierto también restos de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Hispalis romana. Se trataría de un edificio datado en el siglo I antes de Cristo, del periodo republicano, y de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares. Según ha detallado Miguel Ángel Tabales, estos vestigios arquitectónicos podrían haber correspondido a un almacén quizá relacionado con el puerto de la antigua ciudad romana. Siguiendo la secuencia cronológica, los investigadores han descubierto además restos arquitectónicos datados en el siglo V después de Cristo y relativos a un edificio religioso perteneciente a la cultura paleo cristiana, así como vestigios de otro edificio levantado en torno al siglo VII sobre este último y también asociado al culto cristiano.

   "No hemos encontrado la basílica que Manuel Bendala Galán pensaba que estaba en este entorno", ha dicho no obstante el arqueólogo director del Real Alcázar. Las ruinas más recientes halladas en el yacimiento, según Tabales, corresponden al viario público y los alzados de un barrio de la antigua medina islámica, restos datados estos últimos en el siglo XI después de Cristo.

Nuevas excavaciones y proyecto técnico para la Cripta

   Ambos han destacado el valor de los vestigios arqueológicos que guarda el Patio de Banderas al reunir "la historia de Sevilla desde el siglo IX antes de Cristo hasta el siglo XI" de la era en curso. De hecho, el alcalde ha anunciado que la siguiente fase de la intervención arqueológica cuenta ya con un presupuesto de 234.800 euros, al objeto de que las excavaciones sean reanudadas en aproximadamente un mes y se prolonguen durante otros cinco meses.

   Pero lo más importante es que la Gerencia de Urbanismo, como ha anunciado el alcalde, redacta ya un proyecto integral destinado a instalar sobre el yacimiento arqueológico una "cripta" que acoja las ruinas y permita su visita. Juan Ignacio Zoido ha detallado que el proyecto técnico apunta un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y un plazo de ejecución de aproximadamente 20 meses y contempla, además, la creación de todo un "centro de interpretación" en la casa número 15 del Patio de Banderas, cuya cesión reclama el Consistorio hispalense a la Dirección Nacional de Patrimonio del Estado. El proyecto, además, incluye la construcción de un túnel que conecte el futuro centro de interpretación con la propia cripta arqueológica.

Sin afecciones al Patio de Banderas

   "Queremos que el yacimiento, que contiene la historia de Sevilla durante más de 2.000 años, pueda ser contemplado por todo el mundo y que sea un reclamo turístico para que la ciudad siga creciendo", ha enfatizado el primer edil, quien ha defendido que la cripta en cuestión será instalada "bajo rasante" y no afectaría a "la fisonomía tradicional y la imagen" del Patio de Banderas. El proyecto, además, contempla la integración del área excavada en 1974 por Manuel Bendala Galán en la propia cripta arqueológica, que así sumaría aproximadamente 600 metros cuadrados con una profundidad de entre cinco y seis metros.

   Así, Juan Ignacio Zoido ha explicado que sus previsiones pasan por la "presentación" del proyecto integral de la cripta arqueológica y el centro de interpretación el próximo mes de septiembre, al objeto de que los primeros trabajos arranquen "en marzo" de 2013 una vez licitados y adjudicados.
(Fuente: Europa Press)

15 de julio de 2011

Los secretos del Alcázar de Sevilla


Hay muchas razones para descubrir la ciudad: para empaparse de la más pura esencia andaluza, asistir a alguno de sus multitudinarios eventos, darse el gusto con su exquisita gastronomía o desvelar uno a uno sus tesoros artísticos e históricos. Y en cada una de estas visitas, siempre vale la pena dar un paseo por el Real Alcázar de Sevilla, ya que nunca se acaba de agotar la lista de detalles, curiosidades y secretos que esconde este magnífico tesoro del tiempo.
Puerta del León del Alcázar de Sevilla.
El Real Alcázar de Sevilla es un mosaico de palacios de distintas épocas y estilos arquitectónicos que conviven en sorprendente armonía. Un halo mágico rodea al conjunto, y es que las leyendas que surgieron en torno a él ya forman parte del rico patrimonio inmaterial de Sevilla.
Prácticamente cada estancia del palacio tiene un mito que la redefine y cuenta mucho más de lo que se ve. Como el Patio de las Doncellas, quizás el lugar más famoso y fotografiado del Alcázar. Según la leyenda, los gobernantes musulmanes de Sevilla pedían a los reinos cristianos del norte como tributo anual la entrega de 100 doncellas vírgenes, además de elevadas cantidades en efectivo. El porqué de que esta sala recibiera con el tiempo este nombre se desconoce. Lo que si está claro es que las 100 doncellas vírgenes fueron un mito muy popular en la Edad Media que se usó profusamente para justificar y popularizar las guerras de la Reconquista en la población cristiana.
Es sabido que la Reconquista no significó la expulsión de los musulmanes de España, que no se produjo hasta 300 años después. Siguieron trabajando como arquitectos y artesanos, dando lugar al arte mudéjar. Uno de los reyes castellanos que más obras de reforma mudéjar realizó en el Alcázar fue Pedro I el Cruel. Y así, al mismo Patio de las Doncellas se pueden ver bellísimas inscripciones arabescas en las paredes que lo definen como “sultán de los creyentes”. Todo un ejemplo de realismo político y adaptación al terreno.
Otro de los lugares del Alcázar que esconde una leyenda en su nombre son los Baños de María de Padilla. En realidad no son unos baños, sino un aljibe árabe subterráneo situado bajo el Patio del Crucero. El mismo Pedro I el Cruel y Sultán de los Mudéjares parece que estaba locamente enamorado de una dama llamada María de Padilla. Hizo lo que pudo para seducir, incluso hacer asesinar a su marido, hasta que finalmente ella, en su desesperación, se desfiguró la cara con aceite hirviendo para frenar los reales impulsos.
Patio de las doncellas en el alcázar sevillano.
El llamado Patio de las Muñecas también tiene su historia. Se trata de un patio decorado mayormente con columnas y capiteles procedentes del palacio de Medina Azahara que esconden algunos rostros humanos de pequeño tamaño. Se dice que son nueve las caras de las muñequitas y que descubrirlas sin ayuda trae mucha suerte.
En cualquier caso, cada patio, estancia y rincón del Alcázar tiene su leyenda. Lo mismo ocurre con sus preciosos jardines, escenarios dignos de las Mil y Una Noches. En la recepción de la mayoría de los hoteles en Sevilla podrás contratar un tour con guía especializado, no sólo para no perder ante tanta belleza, sino también para escuchar atentamente las historias que se cuentan casi de cada una de sus piedras.

19 de julio de 2010

Sevilla: Hallan un bajorrelieve fálico de época romana en uno de los muros de los Reales Alcázares

Un relieve fálico de piedra ha sido hallado en uno de los muros exteriores del antiguo edificio romano del siglo I antes de Cristo, situado en el Patio de Banderas de Sevilla, dentro del conjunto del Real Alcázar, durante las excavaciones arqueológicas que se realizan en este céntrico espacio.
El equipo arqueológico que dirige Miguel Ángel Tabales ha hallado este bajorrelieve pétreo durante las tareas de limpieza que se llevan a cabo en este área, previas al inicio de la tercera campaña de investigaciones arqueológicas encargadas por el Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial dependiente del Ayuntamiento sevillano, ha informado hoy la institución municipal.
Se trata de una imagen fálica en bajorrelieve "con una clara justificación profiláctica y apotropaica", algo común en la época romana y muy especialmente en los momentos finales de la República, época a la que pertenece el antiguo edificio en el que se dispuso, ha destacado en un comunicado el Ayuntamiento de Sevilla.
El relieve encontrado muestra este elemento sustentado por dos extremidades traseras en movimiento, que los responsables de la excavación creen que serían patas de bóvido, y cola de león, motivo con abundantes paralelos como los ejemplares localizados en el "decumano" de las antiguas ciudades romanas de Leptis Magna o Clunia.
Según los arqueólogos que trabajan en esta zona, su interés radica especialmente en su "significado como elemento arquitectónico que podría justificar una función para el edificio" que se está excavando, cuyos restos están superpuestos junto con otros bajo el primitivo Alcázar sevillano.
Este bajorrelieve fálico también consolida la teoría del equipo arqueológico de la existencia de una calle en ese espacio durante el periodo republicano, y con independencia de su interés científico y de su localización "in situ" contribuye a la valorización del yacimiento y a su futura puesta en valor, por "la calidad de la talla y su fuerza formal", ha subrayado el Ayuntamiento.
Este tipo de imagen aparece frecuentemente en edificios romanos de todo tipo y sobre todo públicos, como puentes (Emerita Augusta); acueductos (Segovia); murallas (Ampurias); puertas urbanas e incluso en simples 'domus' (Clunia).
En ocasiones, como sucede en Pompeya, fue utilizado en fachadas y pavimentos como indicadores de la situación de lupanares.
No obstante, en este caso la justificación parece ser otra, pues la costumbre de atribuir al falo erecto poderes para combatir el mal ojo -la 'fascinatio'- y evitar a los malos espíritusestuvo tan extendida entre los hispano-romanos que fue común llevar amuletos de este tipo, sobre todo en mujeres y niños, hasta bien avanzada la cristianización, según los responsables de esta excavación. (Fuente: EFE/nortedecastilla.es)