google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Rafael Carmona
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9 de mayo de 2020

Avanza la recuperación del castillo de Priego de Córdoba

El Ayuntamiento ya ha invertido más de 1,5 millones de euros en la restauración del monumento
Las sucesivas intervenciones han supuesto un cambio radical en el exterior del castillo. FOTO: L.SERRANO
La recuperación del Castillo de Priego de Córdoba continúa dando pasos importantes, y ya empieza a cambiar la fisonomía del casco histórico del municipio de la Subbética. El Ayuntamiento acaba de recepcionar una nueva fase de los trabajos que se están realizando en la fortaleza, unas obras que comenzaron hace más de cinco años con la restauración de la Torre del Homenaje y han continuado con los lienzos y la torre 3, finalizando esta fase con las torres 1 y 2 y el lienzo 1.

Según la alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos (PP), el importe de estas intervenciones supera ya el millón y medio de euros, una cantidad "importantísima" que ha supuesto un cambio radical del Castillo en su totalidad y de su vista exterior. Una nueva imagen que cambia la "fisonomía de nuestro pueblo", según ha incidido Ceballos, quien ha recordado que esta intervención se ha realizado con los fondos europeos Edusi. Este programa asume el 80% del coste total -586.080 euros-, mientras que el Consistorio se hace cargo del 20% restante -146.520 €-, lo que suman un total de 732.600 euros.

"Nuestro planteamiento es continuar con las diferentes fases. Por ese motivo, intentamos tener el siguiente proyecto finalizado para que podamos ir licitando de forma continua y no dejar de trabajar en esta apuesta arqueológica, patrimonial y turística de nuestra ciudad", ha apuntado Ceballos, quien ha indicado que el resultado es "excepcional". El fin del Ayuntamiento es conseguir la rehabilitación completa del entorno monumental, con el Castillo como "eje básico en el casco histórico".

En el capítulo de agradecimientos, la alcaldesa ha resaltado el trabajo realizado por Alfonso Ocho y Antonio Tofé en la dirección técnica y de obra de la intervención, así como a la empresa Hermanos Campano, encargada de esta fase. Asimismo, ha reconocido la labor del área de Urbanismo del Consistorio prieguense, y del arqueólogo municipal Rafael Carmona.

(Fuente: El Día de Córdoba / Laura Serrano)

30 de septiembre de 2016

Interesantes hallazgos en la torre del castillo de Priego (Córdoba)

Fragmentos de una armadura de placas bajomedieval y una punta de flecha incrustada en el mortero de la torre nos trasladan al contexto histórico del asedio y conquista de la ciudad por el rey Alfonso XI en 1341.
El pasado año también aparecieron numerosos objetos medievales y cerámica en los trabajos del castillo de Priego.
El control arqueológico que se realiza en las obras de restauración de la Torre del Homenaje del Castillo de Priego (Córdoba) sigue sorprendiendo a los arqueólogos con inesperados hallazgos como una treintena de piezas de hierro procedentes de una armadura de placas bajomedieval y una punta de flecha de los siglos XIII-XIV que se hallaba incrustada en la fachada noroeste de la torre y que podría estar relacionada con el asedio al que Alfonso XI sometió a la ciudad antes de conquistarla.

Según informa Rafael Carmona en la página de Facebook de Arqueopriego los trabajos de restauración de la torre "no sólo están permitiendo registrar una documentación valiosísima sobre diversas cuestiones relativas a esta magnífica obra medieval, sino que además está aportando hallazgos de cultura material medieval inesperados, bien por lo poco frecuente de la tipología del material hallado o bien por lo insólito del contexto en el que se han producido".

ARMADURA DE PLACAS DE HIERRO
El primero de los hallazgos, es lo que queda de una armadura de placas bajomedieval (siglos XIV-XV), de la que se han recuperado una treintena de piezas forjadas en hierro, y que originalmente iban fijadas con remaches a una pieza de cuero, además de articuladas entre ellas. Como explica Carmona, "este tipo de defensa corporal pasiva representa el tránsito entre la famosa cota de mallas (con anillas entrelazadas) y el arnés blanco típico del siglo XV, con placas metálicas de mayor tamaño." 
PUNTA DE FLECHA
El segundo descubrimiento del que nos da cuenta el arqueólogo cordobés en facebook es una punta de flecha que se hallaba incrustada en el mortero de la fachada NW de la torre, a una altura actual de unos diez metros (mayor en el medievo). Según Carmona "la tipología de la punta de flecha nos permite aproximarnos a su cronología, que podemos fechar en los siglos XIII y XIV, por lo que su presencia podría estar relacionada con el asedio y conquista cristiana de Priego de 1341 por Alfonso XI".

Según informa Carmona, los dos descubrimientos "son auténticas rarezas en el registro arqueológico medieval peninsular". "El primer caso -cuenta- porque lo frecuente es hallar alguna placa suelta, pero no tal cantidad ellas, lo que permitirá hacer una propuesta de reconstrucción". Respecto a la punta de flecha, el arqueólogo dice que "podemos estar ante el registro arqueológico de un gesto militar tan singular como el disparo de un arquero en un contexto plenamente medieval, quizás de batalla". 

El estudio pormenorizado de ambos hallazgos y de sus inferencias contextuales serán una significativa contribución a la arqueología de la guerra durante la Edad Media, concluye Rafael Carmona..

24 de julio de 2015

Aparecen numerosos objetos medievales durante la recuperación del aljibe del castillo de Priego (Córdoba)

El aljibe está construido en mamposteria y ladrillo con más de 60 m2 de planta y casi seis metros de altura. En los estratos inferiores de colmatación han aparecido monedas desde la época de Enrique IV a Felipe IV, restos de cerámica vidriada, restos humanos y ajuares funerarios y un escudo en mármol rojo de los Fernández de Córdoba (Marquesado de Priego), entre otros objetos. 
El aljibe una vez terminados los trabajos.
Los trabajos se han prolongado durante seis meses y se han financiado con fondos gestionados por la Junta de Andalucía a través del programa Emplea Joven. La intervención ha sido dirigida por el Servicio Municipal de Arqueología (Museo Histórico Municipal).

En 1997 el aljibe calatravo del castillo de Priego solo era conocido por una referencia realizada en un plano de 1870 conservado en el Archivo Ducal de Medinaceli, donde se coloca una equis en un punto aproximado donde se creía la existencia de un aljibe y un pozo, “pero no reconocido esto con exactitud”. Gracias a este documento, en la campaña arqueológica de 1998 pudo localizarse la estructura hidráulica, exhumando entonces una de las esquinas exteriores del aljibe, al que se consigue acceder gracias a una rotura en su bóveda. 

INTERIOR TOTALMENTE COLMATADO
El interior se mostraba totalmente colmatado de tierras, basura y escombros contemporáneos que llegaban a techo, es decir, que llenaban el interior hasta la bóveda. Aunque estos depósitos no tenían interés arqueológico, era presumible que en los estratos inferiores pudieran documentarse sedimentos más antiguos, aunque teniendo presente que durante la Edad Media habría funcionado siempre como aljibe y que todos los rellenos de su interior deberían haberse arrojado a partir de un momento postmedieval. 

DIMENSIONES ESPECTACULARES
El aljibe es espectacular por sus dimensiones y buen estado de conservación. Presenta una planta rectangular cubierta con bóveda de cañón. Las medidas interiores finales arrojan una longitud media de 10,69 m y un ancho de 5,82 m (62,21 m2), mientras que la profundidad o altura total interior alcanza los 5,70-5,80 m. La obra está construida con mampostería (vaso y arranque de la bóveda) y ladrillo (parte superior de la rosca de la bóveda) y las dos terceras partes de su alzado estaban soterradas. 

Se ha localizado, así mismo, uno de los puntos de entrada de agua, que recogía el aporte de lluvia de la plataforma superior exterior del aljibe y, quizás, de otros edificios próximos. También se ha identificado el lugar donde se ubicó el pozo medieval, no conservado, para la extracción de la aguada y dos sumideros para la evacuación del excedente.

DEPÓSITO DE AGUA EN LA EDAD MEDIA
El aljibe fue construido en un momento indeterminado entre 1246, año en que Fernando III otorga Priego a la Orden de Calatrava como señorío, y 1327, cuando la plaza se pierde para el lado cristiano y pasa a integrarse en el reino nazarí de Granada. Su uso como depósito de agua se mantuvo durante toda la Edad Media restante, o al menos no hay constancia documental o arqueológica de que fuera de otro modo. 
Escudo de los Fernández de Córdoba (Marquesado
 de Priego) recuperado del interior del aljibe.

Sin embargo, tras la caída de Granada en 1492 y la creación del Marquesado de Priego en 1501, la puesta en explotación agrícola de un territorio definitivamente pacificado y sin cultivar desde hacía más de un siglo, obligaba a la búsqueda de espacios que solucionaran la necesidad de almacenamiento de excedentes y rentas, entre las que el cereal tenía un valor predominante. Por ello el aljibe cambió de función y se adaptó para ser usado como granero, misión que cumplió durante los siglos XVI y XVII. Por último, entre finales del siglo XVII y principios del siguiente, el aljibe se convierte en una escombrera, uso que mantendrá, con alguna intermitencia, hasta el siglo XX, al que se le sumará el de pozo de aguas residuales.

INTERESANTES HALLAZGOS MEDIEVALES
Entre los fragmentos de cerámica recuperados destacan por su representatividad aquellos vidriados en azul y blanco destinados al servicio de mesa y que fueron manufacturados en talleres de Talavera de la Reina (Toledo), Granada o Sevilla. También se han localizado numerosos restos óseos humanos fragmentados y sin conexión anatómica acompañados por una miscelánea de objetos que podemos entender como propios de un ajuar o contexto funerarios: alfileres para cerrar las mortajas, fragmentos de tela, botones, talismanes (mano de azabache, colgante de nácar, campanillas de bronce…), pequeños clavos con cabeza plana de aleación de cobre para decorar ataúdes, restos de joyas, apliques de hilos fitomorfos metálicos, cuentas de collar, cuentas de rosario o fragmentos de lápidas funerarias en piedra y en cerámica vidriada.

Durante el desescombro también se han recuperado monedas de entre finales del siglo XV y mediados del siglo XVII o, concretando por reinados, con acuñaciones de Enrique IV, Reyes Católicos, Felipe II y Felipe III/IV. 


Asímismo se han recuperado 20 bolaños de catapulta medieval de contrapeso (trabuco) y uno de artillería de pólvora. También varios fragmentos de armadura de placas y dos cércoles o anillos de cañón de hierro.  Uno de los hallazgos individualizados más destacados del Periodo I es un monolito (47 cm x 31 cm conservados) con un triple escudo heráldico barroco tallado en “mármol” rojo con las armas de los apellidos Fernández de Córdoba.
(Fuente: Priego Digital / Rafael Carmona Ávila -Arqueólogo Municipal-)

2 de diciembre de 2013

El hallazgo de un un texto árabe del S.VIII confirmaría la reocupación andalusí de Los Bañales (Zaragoza)

En el yacimiento de Los Bañales, en Uncastillo (Zaragoza) ha aparecido un texto en árabe pintado sobre una escápula (omóplato) de vaca y fechado, según las primeras investigaciones, a finales del siglo VIII o principios del IX. De confirmarse el uso didáctico de esta pieza habrá que pensar que en el siglo VIII la población era lo suficientemente importante como para tener una escuela
Un hallazgo casual, probablemente favorecido por las lluvias de las últimas semanas, está ‘revolucionando’ a los especialistas en al-Ándalus.El hallazgo tiene gran importancia, toda vez que hasta ahora solo se conocían en España 29 huesos con textos en árabe, y éste no solo es el más largo de los que se conocen, sino que también es el único pintado: el resto fueron grabados con un cincel en el hueso. La pieza encontrada en Uncastillo puede ser además la clave que explique la función de estas piezas, sobre las que han circulado dos teorías enfrentadas, y que finalmente parece ser que podrían tener fines didácticos. Pero todavía es muy pronto para extraer conclusiones definitivas.

«La pieza la encontró, a simple vista, uno de los colaboradores de la excavación en El Pueyo de los Bañales –relata el director de los trabajos, Ángel A. Jordán–. Fue en una zona que había excavado José Galiay en los años 40, por lo que pensamos que la pieza ha aflorado con las lluvias de los últimos días». Mide 25 por 14 centímetros y está en buen estado de conservación. Presenta un agujero, lo que indica que en su día estuvo colgada, y los salientes del dorso están rebajados, tarea que se realizó para facilitar que se apoyara en una superficie plana.

DOS TEORÍAS SOBRE SU USO
«La primera línea del texto se lee bastante bien: es el inicio de una sura del Corán, lo cual le da un gran valor a esta pieza –subraya Jordán–, porque la mayoría de los textos que se han encontrado hasta ahora escritos sobre hueso son simples alfabetos». El revuelo que ha creado la escápula ha hecho que las noticias se sucedan casi a diario desde que fue encontrado la pasada semana. Ayer mismo, un especialista confirmaba al arqueólogo «que la caligrafía es similar a la de coranes procedentes del ámbito mediterráneo, de un momento muy temprano, de finales del siglo VIII o principios del IX».

Pero la pieza, como sus precedentes, en su mayor parte inscritos también en escápulas, está envuelta todavía en numerosos enigmas. ¿Qué uso tenía?

«Sobre este tipo de piezas existe cierta controversia científica. Hay quien dice que eran amuletos mágicos que se empleaban para proteger las cosechas, porque muchos de ellos se han encontrado cerca de silos. Otros, sin embargo, han defendido que se trataba de una especie de ‘pizarras’ donde se aprendía a escribir». Según esta hipótesis, en una de las caras estaría el alfabeto, grabado sobre el hueso, y la otra se utilizaría para ir escribiendo con tinta. El problema es que los huesos encontrados hasta ahora estaban en muy mal estado, y el texto en tinta, si existió, no se ha conservado. Sí, en cambio, el alfabeto grabado. El hueso de Uncastillo encajaría en esta hipótesis si tuviera el alfabeto inscrito al dorso del texto escrito en tinta. ¿Lo tiene?

¿REESCRIBIR LA HISTORIA DE LOS BAÑALES?
«No podemos asegurarlo. Parece que se aprecian algunos trazos, pero queremos esperar a que la pieza sea restaurada por especialistas antes de pronunciarnos». Virgilio Martínez Enamorado, investigador de la Escuela de Estudios Árabes de Granada, y el cordobés Rafael Carmona han iniciado ya el estudio del texto.


Si se confirma finalmente que este tipo de piezas tenían un uso didáctico, ello ofrecería nuevos perfiles para la historia de Los Bañales. «Sabíamos que el enclave estuvo poblado en época ibérica y romana, pero hasta ahora se pensaba que hacia el siglo IV era ya un bosque de ruinas –asegura Jordán–. Si se confirma el uso de esta pieza habrá que pensar que en el siglo VIII la población era lo suficientemente importante como para tener una escuela. Algo ya vislumbrábamos: excavamos una despensa árabe y nos encontramos 13 tinajas enteras en ella, lo que prueba la importancia de la vivienda, y del poblamiento en general».

SIN AYUDA ECONÓMICA
Ángel A. Jordán dirige las excavaciones en El Pueyo de los Bañales, unos trabajos que se realizan los domingos sin ningún tipo de ayuda económica (con alumnos voluntarios de Tudela, Gallur, Tarrasa, Madrid...) en dos fases: abril-mayo y septiembre-octubre.

El equipo limpió primero el área excavada por Galiay, y el año pasado emprendió el trabajo en el resto. Ahí es donde apareció la despensa de
siglo VIII, lo que les permite concluir: «Tenemos una ciudad con mil años de historia».