google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Mercedes del Arco
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2 de diciembre de 2022

En la Roma de Lobos aflora una zona de procesado de púrpura, un conchero y un 'vertedero'

Durante quince días, y dentro de la séptima campaña arqueológica, el Cabildo de Fuerteventura y Museos de Tenerife profundiza en la huella del Imperio Romano en el yacimiento Lobos I. El consejero de Patrimonio Histórico espera que los fondos del taller romano de elaboración de púrpura regresen a Fuerteventura y se expongan en el Museo Arqueológico.
Los arqueólogos trabajan en el yacimiento Lobos I. Bajo las planchas metálicas, están tapados los seis recintos en forma de L y los seis concheros descubiertos en las seis campañas anteriores. / JAVIER MELIÁN / ACFI PRESS

El Imperio Romano sigue asomando -y con toda la fuerza de una centuria de ocupación, entre casi la mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era- en el yacimiento arqueológico de la Isla de Lobos. Cuando se cumplen diez años de su descubrimiento casual en la playa de la Concha, el taller de producción de púrpura entra en su séptima campaña que se desarrolla durante quince días sobre 18 metros cuadrados donde han aflorado una zona de procesado de púrpura, con restos de combustión y manchas de color púrpura que son indicios de que se preparaba allí el tinte; un nuevo conchero; y una zona de detritus, o 'basurero', donde han aparecido restos de cetáceos, cerámica y metales (entre ellos, anzuelos).

Estas nuevas estructuras confirman que el yacimiento arqueológico Lobos I se extiende hacia el suroeste, algo que habrá que corrobar en sucesivas campañas que organizan el Cabildo de Fuerteventura con el organismo autónomo de Museos de Tenerife y que codirigen la cátedratica de la Universidad de La Laguna Carmina del Arco, la doctora Mercedes del Arco, e Isidoro Hernández por el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Durante esta séptima campaña arqueológica, trabaja en el taller romano de púrpura un equipo multidisciplinar formado por ocho arqueólogos (entre los que se encuentran los tres codirectores), una paleontóloga y cuatro operarios.

Por las planchas de metal y la valla se sabe dónde está el yacimiento de la factoría de tinte en la playa de la Concha. Bajo el techo, protegidos del sol, el viento y los curiosos, están las seis estructuras habitacionales en forma de L y los seis concheros (dos de ellos excavados) que afloraron en las seis campañas anteriores y que ocupan unos 480 metros cuadrados.

De estos seis receptáculos cuadrangulares aún se desconoce su utilidad exacta, aunque seguramente servirían para depositar las herramientas del taller de elaboración de la púrpura y para zonas de trabajo de procesado del tinte.

Brocha en mano para limpiar la arena de los restos que van a apareciendo, los arqueólogos trabajan esta mañana bajo el sol de Lobos en los 18 metros cuadrados -nueve metros de largo y dos metros de ancho- que centran la campaña actual y que se dividen en cuatro cuadrículas.

En la cuadrícula de la zona de procesado de la púrpura, Ramón Cebrián-Guimerá, doctor en Historia precisamente con la tesis sobre el trabajo de los operarios del taller de pesca y extracción en Lobos del tinte púrpura de Muricidae en época de la Roma Imperial, encuentra restos del molusco stramonita haemastoma -que en Fuerteventura se le llama canaílla- y la muestra a las cámaras. «Se aprecia el golpe que le dieron para extraer la glándula hipobranquial».

Como el molusco que enseña Ramón Cebrián-Guimerá, se han encontrado hasta ahora 184.507 ejemplares, lo que significa una capacidad de tintado de 26 kilos de lana. El proceso de elaboración del tinte comenzaba con la fracturación de la thais por la zona dorsal buscando la glándula hipobranquial que se aloja en la cavidad paleal. «Una vez fracturado el molusco, se extrae con un elemento metálico la glándula hipobranquial que se deposita en grandes ollas de plomo con otras sustancias alcalinas y agua salada».

Esta mezcla de glándulas hipobranquiales, sustancias alcalinas y agua de mar se macera durante una semana con calor tenue, como recoge la fuente textual más importante que es Plinio. Transcurridos los siete días, se empezaban a hacer las primera pruebas de tintado: « se sumergía el vellón de lana o de seda para comprobar si ya tenía el color adecuado«, detalla Cebrián-Guimerá.

Frente a la cuadrícula del doctor en Historia, asoman los vestigios de una nueva estructura muraria que puede ser que protegiera esta zona de trabajo del taller romano de tinte. «El objetivo de esta nueva campaña arqueológica es ampliar la división del Lobos I hacia el suroeste, es decir hasta dónde llega el yacimiento», afirma Isidoro Hernández Sánchez, codirector de la prospección y técnico conservador del Museo Arqueológico Fuerteventura.

Hernández Sánchez recuerda que el yacimiento de la factoría de púrpura de la Isla de Lobos es el yacimiento romano más al sur del Atlántico y que señala el límite del Imperio Romano. A lo que suma que es el yacimiento arqueológico más antiguo de Fuerteventura, datado entre la casi mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era, y que hay que mirar al yacimiento del poblado de Butihondo, en Jandía, para encontrar al segundo en antigüedad: siglo II y relativo a otra cultura muy distinta a la romana, la de los mahos.

Las cerámicas, los metales, los moluscos y los restos de fauna marina y terrestre encontrados en el yacimiento del taller romano de púrpura deben lucir en el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Es la demanda que el consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo, Rayco León, hizo en las mismas excavaciones.

Ahora mismo, los fondos de las seis campañas (dos sondeos y cinco excavaciones) se encuentran depositados en el Museo Arqueológico de Tenerife, por lo León pide que regresen a Fuerteventura. A lo que añadió que el yacimiento «es uno de los lugares más importantes en la historia arqueológica de Fuerteventura y Canarias. Por eso reivindicamos la importancia de estas campañas continuadas, agradeciendo a la Universidad de La Laguna y Museos de Tenerife por la continuidad de las investigaciones. Serán una de las piezas más relevantes que formarán parte del Museo Arqueológico de Fuerteventura, institución que debe liderar el estudio e investigación en la isla».

25 de noviembre de 2012

Encuentran restos de un posible asentamiento romano en la Isla de Lobos (Fuerteventura)

La isla de Lobos, al noreste de Fuerteventura, no deja de dar sorpresas a la arqueología canaria, ya que, tras encontrarse en ella restos de cerámica romana la pasada primavera, ahora los arqueólogos han descubierto restos de muros sobre una planta rectangular y pisos de habitación, que con las cautelas necesarias, podrían apuntar al primer asentamiento estacional de los romanos descubierto en el archipiélago.
 El presidente del Cabildo, Mario Cabrera y el consejero de Cultura del Cabildo
de Fuerteventura, Juan Jiménez observa los restos de unas paredes de piedra
 de las excavaciones realizadas en un yacimiento, posiblemente romano,
 de la isla de Lobos. FOTO: EFE/Carlos de Saa.
Los trabajos de excavación que se vienen realizando en el yacimiento arqueológico descubierto en el pequeño islote de Lobos continúan arrojando luz sobre la presencia de los romanos en el Archipiélago.

Tras concluir la primera fase de la excavación exploratoria que se inició antes del verano, y la posterior reanudación de los trabajos, se han localizado paredes de construcciones, pisos de habitación, restos de alimentos, fragmentos de ánfora, cerámicas de cocina y elementos metálicos, lo que apunta al primer asentamiento estacional de una población romana localizado en Canarias.El Cabildo de Fuerteventura, el Museo Arqueológico de Tenerife, la Universidad de La Laguna (ULL) y el Museo Arqueológico de Tenerife, dependiente del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, formalizaron en su día un convenio de colaboración para llevar a cabo los trabajos de inspección en el citado espacio natural protegido.

Los primeros resultados, a falta de estudios más profundos, arrojan nuevos datos sobre este posible asentamiento estacional romano en el que han aparecido cerámicas, restos de alimentos, restos de estructuras y miles de fragmentos de thais que apuntan a la existencia en esta localización de una factoría de púrpura.

Los primeros sondeos permitieron identificar ente otros materiales restos de cerámica, presumiblemente de torno, y numerosos fragmentos de conchas de Thais haemastoma, lo que popularmente se conoce como carnadilla, un molusco utilizado en el periodo imperial romano para la elaboración de la púrpura, un valioso tinte. En estas últimas semanas han comenzado a aparecer restos de estructuras constructivas cuyo hallazgo sigue, a falta de investigaciones más detalladas, en la línea de que el yacimiento podría estar relacionado con la existencia de un asentamiento para la industria manufacturera de la púrpura romana en este asentamiento.

La tipología y la técnica de elaboración de los materiales hallados indican que este asentamiento puede corresponder a un periodo enmarcado entre los siglos I a. de C. y II d. de C. También es destacable la aparición de muros, restos de cerámica y miles de fragmentos de carnadilla fracturados siguiendo un mismo patrón, hecho este último asociado a una manipulación intencionada y estandarizada que hubiera permitido extraer la totalidad de la púrpura.

El equipo técnico que ha participado en la investigación cuenta por parte del Museo Arqueológico de Tenerife y OAMT, con Mercedes del Arco, Carmen Benito, Candelaria del Rosario, María García Morales y Ruth Rufino; por la Universidad de La Laguna (ULL), con Carmen del Arco, José Domingo Acosta, Miguel Miranda y Enrique Vivancos; y por el Cabildo de Fuerteventura, con Mila Estupiñán, Rosario Cerdeña, Ignacio Hernández y Luis Mata. La dirección del proyecto se encuentra compartida entre las tres entidades y en las personas de Mercedes del Arco, Carmen del Arco y Mila Estupiñán.

Ayer se trasladaron hasta la isla de Lobos, para conocer de cerca los avances en las investigaciones, el presidente del Cabildo majorero, Mario Cabrera, el consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Juan Jiménez, y la concejala de Cultura en el Ayuntamiento de La Oliva, Soledad Aguiar.

El presidente insular destacó: "Hasta ahora se han podido constatar indicios muy interesantes en este yacimiento, por lo que tenemos que conseguir entre todas las administraciones la financiación necesaria para que las siguientes fases de prospección puedan continuar desde que las condiciones lo permitan, dado que se espera una prospección bastante larga".
Por su parte, Juan Jiménez adelantó que el interés de todas las partes es "retomar los trabajos de campo en torno a la primavera. Mientras tanto esperamos poder seguir conociendo los resultados de los análisis a los elementos encontrados que aporten nueva información sobre este excepcional yacimiento".

Mercedes del Arco, directora del proyecto, apuntó: "Los sondeos realizados han permitido descubrir una concentración importante de lo que denominamos carnadilla, conocida como púrpura". Además, añadió: "Lo más importante es la aparición de restos de muros sobre una planta rectangular en la zona del yacimiento. En próximas etapas de excavación continuaran los trabajos alrededor de estos muros".