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19 de julio de 2023

Descubren una necrópolis medieval durante unas obras en Castroverde (Lugo)

Los primeros estudios apuntan a que se trata de una necrópolis de comienzos de la Edad Media. Se trata de 27 tumbas perfectamente alineadas y dispuestas en calles, aunque no se descarta que haya más sepulcros.
Necrópolis que ha salido a la luz en Castroverde (Lugo).EUROPA PRESS

Una nueva joya patrimonial acaba de ser descubierta, por casualidad, en el municipio de Castroverde (Lugo). Unos albañiles han encontrado bajo tierra una gran necrópolis medieval.

El hallazgo se produjo mientras los operarios realizaban unas obras de rehabilitación en las ruinas de la casa rectoral, situada en el lugar de Eirexe, en la parroquia de San Miguel de Páramo.

Al retirar los escombros de uno de los muros, se dieron cuenta de que lo que había debajo podía tener valor histórico y, por eso, pararon la obra y decidieron avisar a Patrimonio.

No se equivocaban. Los arqueólogos que visitaron el lugar han certificado que se trata de una necrópolis de comienzos de la Edad Media. Se trataría de uno de los cementerios de origen medieval más grandes de Galicia.

27 tumbas perfectamente alineadas
Durante los trabajos de excavación, dirigidos por el arqueólogo Francisco Hervés, han podido salir a la luz más de una veintena de tumbas.

Los sepulcros están orientados en dirección suroeste-noroeste, entre la rectoral (que está situada sobre un castro) y el camino de acceso a la iglesia parroquial.

Por el momento se han encontrado un total de 27 tumbas, perfectamente alineadas y formando calles. Sin embargo, los especialistas creen que podrían aparecer más enterramientos.

Su disposición hace pensar que se trataba de que se trata de un enterramiento de personas de cierta importancia, de poder, de tipo religioso o militar.
Todavía no está abierta al público

El Ayuntamiento de Castoverde recuerda que el yacimiento todavía no está abierto al público, ya que aún no está acondicionado para recibir visitas y se podría poner en riesgo su conservación.

Ahora será la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia la que tendrá que decidir sobre el futuro del yacimiento. Si se lleva a cabo una nueva campaña arqueológica o si solo se protegerán los sepulcros que han sido descubiertos.

Amigos do Patrimonio de Castroverde destaca que este municipio es, junto con O Corgo (Lugo), uno de los ayuntamientos de la provincia con más enterramientos antropomorfos altomedievales, con otros ejemplos en los lugares de Recesende y Goi.
(Fuente: Nius Diario)

15 de marzo de 2023

La investigación arqueológica saca a la luz los secretos del castro de Rueta (Lugo)

Tenía una gran muralla defensiva y petroglifos de antes de la Edad del Hierro
Presentación de los resultados de la investigación sobre el castro de Rueta. X.L

La Casa de Administración de Sargadelos se llenó este sábado para la presentación de los resultados de la investigación arqueológica del castro de Rueta por métodos de mínima invasión.

Existen petroglifos ya de antes de la Edad del Hierro en el castro, que tiene un nivel de conservación "magnífico" y una línea de defensas con dimensiones especiales en el promontorio, según señalaron los arqueólogos del CSIC David González y Jesús García.

La investigación ha permitido descubrir que el castro tenía una gran muralla defensiva y varias más para facilitar el acceso, una entrada a la izquierda del promontorio que obligaba a pasar por un corredor estrecho dejando siempre a la vista la derecha de quien accedía y mostraba sus intenciones.

Hay marcas de petroglifos prehistóricos todavía a estudiar en torno a un afloramiento granítico natural en la zona superior llamado Pedra do Raio, un referente paisajístico y que quedaba en la memoria.

También hay varios fosos y terrazas, alguna con evidencias de la erosión del mar.

El georradar y el gradiómetro dan anomalías del terreno con construcciones redondas en montículos que parecen cabañas y también zonas de fuego y una muy interesante a investigar que podría ser un horno cuadrangular o una sauna.

11 de enero de 2023

Descubren una nueva estructura bajo tierra en A Muradella (Lugo)

Los arqueólogos esperan que este hallazgo, que corresponde a un gran foso alrededor de un poblado, sirva para conocer más sobre los habitantes "del Neolítico final" en la Terra de Lemos (Lugo).
Recreación del poblado y el foso. EP

Una prospección magnética ha permitido descubrir parte de una estructura semicircular enterrada a unos 20 metros al sureste del monumento megalítico de A Muradella, que está situado en la Serra do Moncai o de Fornelas, entre A Pobra do Brollón y Monforte. Los arqueólogos celebran esta "sorpresa" y tienen la esperanza de que sirva para sacar a la luz nueva información sobre los pobladores "del Neolítico final en la Terra de Lemos".

Más en concreto, porque estas construcciones, explican, suelen "estar vinculadas a lugares de asentamiento del Neolítico final y Calcolítico, en el III milenio a.C.", creen que la nueva estructura puede corresponder a un foso perimetral que funcionaría como defensa de un poblado y como delimitador. De mantener su forma circular alrededor del pueblo, la estructura alcanzaría los 40 metros de diámetro.

Los investigadores apuntan dos cuestiones que hacen más interesante si cabe el hallazgo. Por una parte, señalan, está la ubicación al sureste del cairn –un monumento funerario– de A Muradella, orientación con especial significación en el megalitismo por su posición respecto al sol.

Por otra, destacan su proximidad con "tierras de labor con suelos ligeros que permitieran el cultivo con una tecnología aún basada en la madera y la piedra". Esto se sumaría al hecho de que, durante el pasado siglo, la zona fue usada para el cultivo del cereal, tal y como revelan las imágenes obtenidas en los vuelos americanos de la década de los 50.

Exploración
El equipo está liderado por Rodrigo Paulos Bravo, arqueólogo de la Universidad Complutense de Madrid, y cuenta con el asesoramiento del arqueólogo Xurxo Ayán, de la Universidade Nova de Lisboa, y las asociaciones María Castaña, de Cereixa, y Fonte da Freita, de Fornelas.

Este gran foso fue hallado gracias a la prospección magnética, una técnica que utiliza las diferencias en el magnetismo de las estructuras enterradas para detectarlas y plasmarlas en un plano sin la necesidad de excavar.

El hallazgo más relevante de 2022 en Galicia
A pocos metros de la estructura recientemente descubierta se encuentra el sitio de A Muradella, levantado entre el 2900 y el 2700 a.C. y que acaba de ser distinguido como el hallazgo arqueológico más importante de 2022 en Galicia. El Parque Arqueolóxico da Cultura Castrexa (PACC), un asentamiento y museo situado en la provincia de Ourense, fue el encargado de elaborar esta lista.

Destacan que A Muradella es un cairn, un monumento funerario común en las Islas Británicas y en la Europa Atlántica, pero hasta ahora prácticamente desconocido en el registro arqueológico gallego y del resto de la Península.

Además, un collar, posiblemente de fabricación local, encontrado en el castro de San Lourenzo de Cereixa, ocupa el tercer puesto en la lista de hallazgos destacados del pasado año en Galicia.

(Fuente: El Progreso)

24 de noviembre de 2022

La excavaciones sacan a la luz nuevos muros en el castro de Santa María de Cervantes (Lugo)

Las últimas excavaciones arqueológicas realizadas en el castro de Santa María de Cervantes (Lugo) sacaron a la luz la existencia de varios muros en el lado sur del yacimiento superpuestos sobre un gran afloramiento rocoso.
Visitantes en el castro de Santa María de Cervantes. EP

Las últimas excavaciones arqueológicas realizadas en el castro de Santa María de Cervantes sacaron a la luz la existencia de varios muros en el lado sur del yacimiento, superpuestos sobre un gran afloramiento rocoso.

La directora general de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez, participó este domingo en una visita guiada para conocer el resultado de la última actuación realizada en este bien patrimonial y que contó con un presupuesto de 17.800 euros.

Según los primeros resultados del estudio, los muros descubiertos forman parte de un gran estructura de delimitación del recinto por su lado sur. "Estes novos achados reflicten a grande envergadura da obra de contención que se fixo durante a construción do castro de Santa María, o que permite aumentar o noso coñecemento sobre este conxunto e mellorar a súa conservación e posta en valor", subrayó María del Carmen Martínez.

Además de la propia excavación, los trabajos realizados en este última campaña arqueológica incluyeron también la limpieza manual y la consolidación puntual de los restos arqueológicos que se habían excavado en la década de los noventa del pasado siglo y que ocupan una superficie aproximada de 700 metros cuadrados, entre los que se encuentran muros, pavimentos y otras estructuras.

Características
El yacimiento del castro de Santa María de Cervantes se corresponde a un poblado minero ocupado entre los siglos I y II y que está integrado, además, por restos de las explotaciones mineras que había en su entorno. También destaca la iglesia y la necrópolis que se remontan al siglo XIV. Este conjunto arqueológico fue declarado BIC en el año 2019 y, desde entonces, la Xunta lleva invertidos 34.000 euros en su investigación y mantenimiento.
(Fuente: El Progreso)

28 de septiembre de 2022

Documentan la totalidad del granero romano de Proendos (Lugo)

La estructura tiene una anchura de cerca de 7,5 metros, por lo que cubre una superficie de unos 45 metros cuadrados. En la actual campaña se ha descubierto además que los límites del horreum estaba sellados con lajas de pizarra hincadas en el suelo.
En la actual campaña arqueológica se ha podido comprobar que los muros paralelos del «horreum» de Proendos desenterrados con anterioridad (al fondo de la imagen) se prolongan por debajo del terreno contiguo, que no se había excavado hasta ahora

La nueva campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento romano de Proendos —en el municipio lucense de Sober— ha puesto al descubierto la totalidad del horreum o depósito de cereales que fue descubierto en esta localidad en el 2020. Tal como preveían los arqueólogos, se ha comprobado que la estructura continúa en el subsuelo de una finca privada contigua al terreno donde se encontraron los primeros vestigios de esta antigua construcción. La intervención comenzó el pasado día 19 y continuará a lo largo de esta semana.

El director técnico de las excavaciones, Francisco Alonso Toucido, señala que desde el inicio de la intervención se han exhumado íntegramente los siete muros paralelos de piedra que conforman el horreum, que se supone que sirvieron para sustentar una construcción de madera. «Cada un destes muros ten cerca de seis metros de lonxitude», explica. La estructura tiene por otra parte una anchura de cerca de 7,5 metros, por lo que cubre una superficie de unos 45 metros cuadrados. En la actual campaña se ha descubierto además que los límites del horreum estaba sellados con lajas de pizarra hincadas en el suelo.

Una vez que se han podido determinar las dimensiones de la estructura, en lo que resta de campaña está previsto ahondar en la excavación y retirar toda la tierra depositada entre los muros paralelos. En el entorno inmediato del horreum se han descubierto asimismo los restos de otras construcciones, de las que no se sabe por ahora si tienen una relación con el depósito de cereales ni si fueron edificadas en la misma época, es decir, en el siglo I de la era actual. «É probable que sexan dunha época posterior, cando o horreum xa estaba abandonado», dice Alonso.


Cerámicas y otras piezas
Al igual que en las anteriores campañas arqueológicas llevadas a cabo en el horreum, en las actuales excavaciones también se han podido desenterrar numerosos fragmentos de cerámica de la época romana y algunos otros materiales, entre los que figuran unas piezas de pizarra de unos veinte centímetros de longitud, en las que se practicaron unos orificios. Los investigadores aún no determinaron la función que pudieron tener estos elementos, pero creen que pudieron servir de pesos para afianzar una techumbre de paja seca, similar a la de las conocidas pallozas. En los trabajos se encontraron además algunas monedas y un fragmento de un molino manual de piedra. «horreum»

Aprovechamiento turístico de los nuevos hallazgos arqueológicos
El Ayuntamiento de Sober, que promueve el proyecto arqueológico de Proendos —financiado por la Consellería de Cultura— tiene previsto adquirir la finca particular en la que se realizan las actuales excavaciones. «Cando o terreo pase a ser de propiedade municipal, consolidaremos as estruturas que se están escavando na actualidade, igual que se fixo coas que se desenterraron nas anteriores compañas, para deixalas destapadas de forma permanente», explica el alcalde, Luis Fernández Guitián. La intención del gobierno local es abrir la totalidad de la estructura a las visitas turísticas, lo que ya se hizo a finales del año pasado con la parte que ya estaba exhumada.

La finca que comprará el Ayuntamiento tiene una superficie de 3.300 metros cuadrados y se cree que puede contener en el subsuelo los vestigios de otras antiguas construcciones. «A nosa intención é promover máis adiante outras escavacións para poñer ao descuberto as demais edificacións que se encontren na contorna do horreum», apunta a este respecto el regidor. «Quen sabe se non nos imos encontrar con outro depósito de cereais», añade.

Coincidiendo con el Día Internacional del Turismo, por otra parte, el Ayuntamiento organizó este martes una visita guiada para mostrar a todas las personas interesadas el estado actual de las excavaciones.

28 de mayo de 2022

Hallan un tesorillo de 50 monedas romanas en una cueva de Galicia

El hallazgo de piezas ha permitido documentar un nivel de ocupación desde la segunda mitad del siglo IV d.C. en la Cueva de las Cabras de Triacastela



Todo apunta a que alguien las escondió allí, pensando en regresar un día a por ellas. Y no pudo volver. Las excavaciones en la cueva de las Cabras, en el municipio lucense de Triacastela, recuperaron este verano un tesorillo de 50 monedas romanas ocultas en el fondo de la cavidad, a unos 20 metros de la entrada, según ha dado a conocer esta semana la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

«Se ha recuperado un tesoro de unas 50 monedas romanas que permite documentar un nivel de ocupación desde la segunda mitad del siglo IV d.C., hasta la fecha, no registrado en Cova Eirós u otros yacimientos de alrededor«, apuntan desde el equipo de investigación formado por miembros del Grupo de Estudios de Prehistoria del Noroeste, Arqueología, Antigüedad y Territorio de la USC, el Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social de Tarragona y la Universitat Rovira i Virgili, en convenio con la Consejería de Cultura, Educación y Universidad de la Xunta de Galicia.

El estudio numismático realizado por el arqueólogo Santiago Ferrer Sierra identificó varios de ellos como follis de bronce pertenecientes a Constancio II (341-346 d. C.) y Valentiniano o Valente (367-375 d. C.).

Su hallazgo en el fondo de la Cueva de las Cabras, un lugar de difícil acceso, indica «la clara intención de su ocultamiento«, según destacan en la USC. Lo más probable es que estas monedas estuvieran guardadas en una bolsa anudada, ya fuera de tela o de cuero, ya que los arqueólogos no han encontrado, por ahora, ningún tipo de hebilla.

«Este tipo de tesoro no es ajeno a otros contextos rupestres cántabros, y es relativamente frecuente en castros (Valencia do Sil, Viladonga) y yacimientos tardorromanos de la Gallaecia, destacando el ambiente de inestabilidad política y social que definió al Imperio Romano durante el siglo IV«, explican los expertos.

Actualmente se encuentran en proceso de restauración en la Escuela de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural de Galicia para posibilitar el posterior estudio de la colección completa.

El hallazgo de este tesorillo fue el descubrimiento más notable en la Cueva de las Cabras, aunque no el único. En la entrada se excavó una pequeña cata de dos metros cuadrados, donde se recuperaron numerosos restos de ovicápridas y fragmentos cerámicos de época medieval. Estas evidencias arqueológicas revelan que la cueva fue utilizada como refugio de ovejas y cabras durante la Edad Media, en los siglos XII y XIII d.C. Este uso, como el propio nombre de la cavidad indica, fue continuado por los vecinos de Cancelo (parroquia donde están las cuevas) hasta hace unas décadas.

Campamento de neandertales
En esta campaña de 2021 se intervino asimismo en la vecina Cueva de Eirós, donde prosiguieron las excavaciones de los niveles del Paleolítico Medio que están ayudando a profundizar en el conocimiento sobre los neandertales que habitaron las Sierras Orientales hace más de 45.000 años. Estos homínidos usaban la cueva como campamento durante temporadas relativamente largas.

En este yacimiento se han encontrado lascas, raspadores y restos de su manufactura en cuarzo y cuarcita, utilizados para procesar los animales que cazaban (ciervos, rebecos o caballos), sus pieles y para la fabricación de otras herramientas.

Los restos óseos muestran que la Cueva de Eirós también fue ocupada alternativamente por carnívoros, en un momento de enfriamiento en el que los osos de las cavernas, rinocerontes, corzos, o jabalíes abundaban en esa zona.

Además, se llevaron a cabo trabajos de fotogrametría para realizar levantamientos en 3D de los paneles que contienen arte en el interior de la cueva, y un estudio etnológico de los 'grafitti'.

Tanto en la Cueva de las Cabras y en la de Eirós, las excavaciones han permitido ampliar los periodos de ocupación humana de ambas cavidades.
(Fuente: ABC)

19 de mayo de 2020

Las excavaciones de Cova Eirós intentan sobrevivir a la pandemia

Los responsables del proyecto planean una nueva campaña para este verano que dará continuidad a las que se viene realizando desde que en el 2008 se descubriera en la cueva el yacimiento neandertal más importante de Galicia.
Excavaciones en Cova Eirós durante la campaña del año pasado. FOTO: ÓSCAR CELA
Aunque el estado de alarma sanitaria ha obligado a suspender muchos proyectos arqueológicos, el plan de excavaciones anuales del yacimiento paleolítico de Cova Eirós, en el municipio de Triacastela, sigue por ahora en marcha. Los responsables están planeando para este verano una nueva campaña que dará continuidad a las que se llevaron a cabo cada año en este lugar desde que en el 2008 se descubrió en la cueva el yacimiento neandertal más importante de Galicia. «Como estas campañas se hacen habitualmente en la segunda quincena de agosto, esperamos que para entonces se hayan aliviado más las restricciones sanitarias y sea más fácil trabajar», señala el arqueólogo Arturo De Lombera, codirector de las excavaciones.

Por ahora no sabe en qué condiciones concretas tendrán que trabajar los investigadores, pero se estudia la posibilidad de reducir el número de las personas que excavan de cada vez dentro de la cueva, a fin de facilitar el distanciamiento físico. «Probablemente se organizarán dos turnos y mientras la mitad del equipo se dedica a seguir excavando en la cueva, los demás trabajarán en el laboratorio limpiando y clasificando los materiales que vayan apareciendo en las excavaciones», añade De Lombera.

En la nueva campaña, apunta por otra parte el arqueólogo, se continuará excavando el llamado nivel 4, una capa de terreno que empezó a ser explorada el año pasado y que está proporcionando una gran cantidad de piezas arqueológicas, principalmente herramientas líticas de múltiples tipos. «Es el nivel más rico en materiales de todos los que investigamos hasta ahora», dice Arturo de Lombera.

OCUPACIONES CONTINUADAS
Los investigadores indican por otro lado que el nivel 4 corresponde, según todos los indicios, a un período en el que los grupos nómadas de neandertales permanecía en la cueva durante largos períodos. En ese mismo nivel se han descubierto vestigios de hogares, lo que refuerza esta hipótesis. De Lombera apunta a este respecto que «otros niveles en los que aparecieron muchos menos materiales arqueológicos corresponden seguramente a épocas en las que las ocupaciones humanas de la cueva eran mucho más cortas y esporádicas».

El proyecto en el que se encuadran las excavaciones de Triacastela, coordinado por la Universidad de Santiago y dirigido por el catedrático Ramón Fábregas, cuenta con financiación de la Consellería de Cultura. En este proyecto se enmarcan también las investigaciones de los yacimientos del Paleolítico descubiertos en los últimos años en la comarca de Lemos. Durante la alarma sanitaria, por otro lado, sigue el estudio de unas herramientas del período Solutrense -las únicas de esa época descubiertas hasta ahora en Galicia- que se descubrieron hace años en el monte de Valverde, en el municipio de Monforte. Recientes estudios muestran que estas piezas están hechas con sílex nativo del municipio asturiano de Piloña, donde hay un importante yacimiento de ese mismo período cultural de la prehistoria.

AYUDAS PARA RETOMAR EL PROYECTO
El Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y la asociación de vecinos de Vilachá de Salvadur están a la espera de saber si podrán contar con una subvención de la Xunta para continuar este año las excavaciones arqueológicas del lugar de Os Conventos, donde se descubrió un enterramiento humano datado en el siglo X y posibles vestigios constructivos de un monasterio medieval. «Hay un acuerdo para la concesión de esa ayuda», explican desde el gobierno local. «Esperamos que esta cuestión quede aclarada para la próxima semana», agregan.

Los arqueólogos que trabajan en este proyecto ya expresaron su voluntad de seguir trabajando en las excavaciones si es posible reanudarlas, dicen asimismo desde el Ayuntamiento.

Lo que se descarta para este año es retomar las excavaciones del castro de Cereixa, en el mismo municipio, donde está el cementerio medieval que ganó notoriedad por el hallazgo del esqueleto al que se dio el nombre de Atilano. 

23 de octubre de 2019

Los satélites revelan el asedio de Roma a los astures

La tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), permitió radiografiar zonas boscosas o de tupida vegetación para fijar en el mapa varias decenas de asentamientos romanos, la mayor parte de ellos en Galicia, aunque uno en Asturias
En la primavera del año 26 antes de Cristo, el primer emperador de Roma, César Augusto, abrió en persona las puertas del templo de Jano (el dios de las dos caras), todo un símbolo de la declaración de guerra. Se trataba de conquistar el último territorio independiente del poder imperial en la península Ibérica, las áreas de los cántabros y los astures, que mantuvieron un duro conflicto con los conquistadores que quedó para las crónicas de los historiadores. Más de 2.000 años después, una tecnología inimaginable entonces, fotografías aéreas combinadas con análisis por satélite, han permitido fijar a los investigadores toda una red de campamentos y fortificaciones romanas rodeando el territorio de los astures para asegurar el control militar de una zona tan levantica y compleja orográficamente.

La mayoría de ellos están en Galicia y han servido también para ofrecer a los arqueólogos un nuevo enfoque sobre la entrada de las tropas romanas en las tierras de los galaicos.

LIDAR
Publicado por los investigadores de Roman Army, el estudio parte de los trabajos de José Manuel Costa-García, de la Universidad de Santiago de Compostela; João Fonte, del CSIC; y Manuel Gago, también de la universidad compostelana, y han aprovechado imágenes obtenidas mediante la tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), que permite radiografiar zonas boscosas o de tupida vegetación; para fijar en el mapa varias decenas de asentamientos romanos, la mayor parte de ellos en Galicia, aunque uno en Asturias -en A Penaparda, a caballo entre Fonsagrada en Lugo y Los Oscos- que les ayudaron a comprender la manera en la que los romanos fueron concretado su dominio sobre el noroeste de la península ibérica.

El estudio destaca las muy escasas fuentes documentales sobre la invasión romana del territorio que en la actualidad comprende Galicia y el norte de Portugal, frente a los relatos sobre la conquista de los astures y los orígenes como fortificación militar de la capital astur en la meseta, Asturica Augusta, hoy Astorga. En este sentido apuntan que «aunque no cerramos la puerta a otras posibilidades interpretativas, planteamos la hipótesis de que estemos quizá ante recintos relacionados de algún modo con un episodio o escenario secundario del conflicto cántabro-astur (29-19 a.C.). Durante el mismo se buscaría asegurar dominio romano sobre unas áreas montañosas que en buena medida se encuentran todavía dentro de los límites de la Asturia histórica, lo que explicaría la ausencia de alusiones a los galaicos en las fuentes textuales que aluden a este conflicto».

DIFERENTES TAMAÑOS DE ASENTAMIENTO
Los arqueólogos han destacado que sus hallazgos se dividen en asentamientos de distinto tamaño, desde los pequeños con capacidad para entre dos o tres cohortes (entre 100 y 1.500 hombre), a campamentos grandes y pequeños e incluso recintos de enormes dimensiones capaces de albergar fuerzas de entre 10.000 y 14.000 hombres. En el caso del hallazgo en Los Oscos se trata de uno de los grandes campamentos temporales (los romanos contaban entre sus tropas con especializas capaces de levantar fortificaciones en una jornada) y que podría acoger a una legión, unos 6.000 soldados, con «gran independencia operativa, al modo de una brigada contemporánea». La descripción del terreno es de «una cima de suave pendiente desde la que se obtiene un notable control visual de los cordales próximos, pero su disposición general parece indicarnos que el recinto estaría orientado hacia el Sur. No es posible encontrar en el entorno inmediato poblados de tipo castro, ya que estos se encuentran en la comarca en terrenos de menor altitud, ocupando preferentemente elevaciones y espolones con un mejor control de los valles».


Los autores señalan que «resulta muy sugerente la hipótesis de que A Penaparda y los campamentos localizados en las sierras de Penouta-Ouroso conformen un conjunto que revele el uso estratégico por parte del ejército romano de un cordal montañoso, del mismo modo que ocurriría en áreas como La Carisa o La Mesa», un cerco de kilómetros para asediar los reductos de resistencia astur.

De la crudeza de las guerras cántabras y astures dieron cuenta los historiadores romanos. Los arqueólogos han señalado que «en el ámbito astur, las fuentes indican que los romanos plantearon una estrategia militar similar, de modo que en la Meseta Norte y el piedemonte cantábrico se habrían desarrollado acciones a gran escala frente a un enemigo que parece haber mostrado una gran capacidad organizativa y de movilización de efectivos, así como una notable autonomía política». Al norte de la cordillera, en la Asturias actual, la lucha tampoco fue sencilla: «la arqueología revela que el objetivo habría sido la división del ejército en fuertes columnas que avanzarían a un mismo tiempo siguiendo distintos cordales con el fin de controlar la totalidad del territorio y ahogar cualquier foco de resistencia».

24 de mayo de 2019

Descubren una sepultura de la Edad del Bronce a orillas del Sil

Las pruebas de carbono 14 datarán la edad de los huesos, soterrados en un nivel inferior al medieval en donde se ubicó un antiguo monasterio medieval desaparecido. Por la colocación y contexto, los arqueólogos apuntan a que podrían ser de la Edad del Bronce y los restos humanos más antiguos encontrados en Galicia. 
Los restos óseos se encontraron "por debajo de los niveles medievales del siglo XII y una oquedad en la propia roca señalaba el enterramiento.
Un equipo de arqueólogos que buscaban un primitivo monasterio medieval acaban de encontrar algo muy diferente a su objetivo, pero de importancia crucial: han localizado restos humanos que podrían constituir solo la primera página de una historia por descubrir en la Ribeira Sacra. Un cráneo, una vértebra y dos huesos de gran dimensión (probablemente fémures) podrían ser el último vestigio de un enterramiento posterior a un ritual, según aseguraron los promotores de la excavación y de época prehistórica. Los restos humanos se sitúan en la localidad lucense de A Pobra de Brollón, limítrofe con O Courel.

Los investigadores que trabajan en la excavación de Os Conventos, en medio de los bancales de los viñedos de la Ribeira Sacra, sospechan que esos restos humanos sean de origen prehistórico. El hallazgo aconteció hacia el final de la campaña de excavación pero es de gran importancia por la casi nula existencia de restos óseos humanos prehistóricos en Galicia -la acidez del suelo pulveriza los huesos, haciendo que sea prácticamente imposible encontrar restos humanos antiguos -.

Un equipo dirigido por el arqueólogo Xurxo Ayán y con la participación del Incipit-CSIC acaba de finalizar la excavación para investigar el lugar llamado Os Conventos, en Val do Frade, Vilachá (A Pobra do Brollón). Hacia el final de la campaña, les esperaba esa sorpresa: un cráneo, una vértebra y dos fémures que por su colocación y contexto arqueológico parecen estar enterrados en una cista prehistórica. Los restos serán llevados al laboratorio "Beta", en EEUU, para su datación con Carbono 14.

Además del C14 se aplicarán otro tipo de pruebas que podrán dar información sobre la dieta o incluso ADN. La excavación en Os Conventos se enmarca en la iniciativa "Adegas da Memoria", un proyecto etnoarqueológico que busca dinamizar la parroquia en la que han aparecido los restos y que es promovida por la Asociación de vecinos de Vilachá y el Concello de A Pobra do Brollón, con la colaboración del Incipit-CSIC.

La excavación tenía por objetivo la búsqueda del monasterio de San Martiño de Piñeira, un monasterio medieval desaparecido del que existe documentación y que la tradición oral de los vecinos de Vilachá situaba en ese lugar de Os Conventos. "Los vecinos hablaban de ese monasterio e hicimos una intervención arqueológica para constatar que entre los muros había ese eremitorio medieval, del que se desconocía la ubicación exacta", añade el coordinador del proyecto Xosé Gago, que explica que los restos óseos se encontraron "por debajo de los niveles medievales del siglo XII". "Había una oquedad excavada en la propia roca y estaba señalado el enterramiento", añade.

CERÁMICA Y MONEDA
Durante la excavación se constató una ocupación medieval del lugar con muestras de cerámica de los siglos XII o XIII y una moneda del reinado de Alfonso X. Por debajo de los niveles medievales, excavado directamente en la roca apareció ese hueco con los restos humanos; un depósito funerario que indica un tratamiento ritual posterior del cadáver. "Con este nuevo hallazgo, superamos con creces el objetivo principal de Adegas da Memoria, que es hacer el primero gran estudio sobre los orígenes y evolución del paisaje de la Ribeira Sacra por mano de las personas," declara el investigador de la Universidad Nueva de Lisboa y director de la intervención, Xurxo Ayán.

Actualmente, la Cueva de Valdavara, en Becerreá (Lugo) concentra los que se postulan como los fósiles humanos más antiguos: un diente datado hace 17.000 años y perteneciente a un niño de 10 años y, previamente, estarían otros restos hallados en una cueva de O Courel.

20 de noviembre de 2018

Descubren restos de escalones en la excavación del castro de Viladonga (Lugo)

Los arqueólogos han logrado también exhumar un gran torreón macizo de planta redondeada de más de cinco metros de diámetro, así como parte de uno de los fosos del sistema defensivo
Los escalones se han encontrado en la zona de la segunda muralla del sistema defensivo.
Restos de nuevos escalones han sido hallados en los trabajos de excavación arqueológica en el castro de Viladonga, en el municipio lucense de Castro de Rei, informó hoy la Xunta en una comunicado.

Se trata de escalones situados en la zona de la segunda muralla, que formaba parte de un sistema defensivo de ese poblado de la cultura castreña, de la Edad de Bronce.

Los peldaños aparecieron "durante los trabajos de limpieza y reexcavación de antiguos sondeos y cortes efectuados años atrás en murallas y parapetos", precisa la nota.

Puntualiza que los arqueólogos han halado "siete peldaños en muy buen estado" de esa escalera que es "similar a otras localizadas en ese y otros asentamientos", aunque subraya que "es la primera que está relacionada con una puerta o sistema de acceso" a la fortaleza.

El nuevo descubrimiento en ese yacimiento "enriquece la visión de Viladonga como un poblado complejo y sofisticado", según la Consellería de Cultura.

El descubrimiento se produjo durante los trabajos de excavación arqueológicos que ese espacio de unos 900 metros cuadrados, financiados con fondos Feder de la Unión Europea,

Junto con el hallazgo de esos escalones, los arqueólogos han logrado también exhumar un gran torreón macizo de planta redondeada de más de cinco metros de diámetro, hallado inicialmente en 1998, que originalmente formaba parte de las estructuras que reforzaban las murallas del poblado, así como una parte de uno de los fosos del sistema defensivo.

(Fuente: Madrid Actual)

7 de diciembre de 2017

Hallan el esqueleto de una mujer de unos mil años en Mondoñedo (Lugo)

La tumba, sellada con pizarras, estaba en una necrópolis descubierta en una reciente excavación
Los restos podrían corresponder a una mujer de unos 45 años que sufría osteoartrosis.
El esqueleto hallado en la excavación llevada a cabo entre el 7 de septiembre y el 7 de noviembre de este año por el Concello de Mondoñedo, con apoyo de la Dirección Xeral de Patrimonio, en la zona de Os Castros, junto al casco urbano, es todavía una incógnita. Abel Vigo, arqueólogo municipal y director de la excavación, no bautizó todavía a la desconocida que hallaron en una tumba perfectamente sellada con piedras de pizarra y piedra gris, material que actuó como aislante, colaborando a la perfecta conservación de la osamenta.

Patxi Pérez Ramallo, que realiza el doctorado en el programa de análisis forense de la Facultad de Medicina del País Vasco, bajo la supervisión de Francisco Etxeberría, se encarga del estudio de los huesos. Por lo que ha visto hasta el momento, cree que se trata de una mujer de más de 45 años de edad que sufre osteoartrosis. 


A finales de este mes espera haber completado el análisis osteológico. Pero para conocer más detalles de la mujer habrá que esperar los resultados de las pruebas de isótopos, carbono 14 y ADN, que realizará el año próximo un equipo de expertos de Alemania, Inglaterra y Estocolmo, dentro del proyecto internacional que se está llevando a cabo para determinar el impacto que tuvieron en la población las peregrinaciones por el Camino de Santiago. 

Ramallo, que forma parte de este equipo, señala que por Navarra y Aragón han localizado tumbas de peregrinas enterradas con la vieira, que se supone hacían el camino de vuelta: 
(Fuente: La Voz de Galicia)

28 de noviembre de 2017

Hacienda vende por 8.000 euros uno de los yacimientos del paleolítico más importantes de Galicia

El abrigo de Pena Grande, considerado por muchos expertos el yacimiento paleolítico más importante de Galicia, sale a subasta pública el 15 de diciembre dentro del terreno resultante de la unificación de varias fincas de la concentración parcelaria en Vilalba
Imagen de la Peña Grande. FOTO: INSTITUTO BASANTA SILVA DE VILLALBA
El doctor José Ramil Soneira, médico y también pionero de la arqueología en Galicia, realizó a finales de los años 60 del siglo pasado en Vilalba (Lugo) un descubrimiento excepcional. Halló el abrigo de Pena Grande en el entorno de una formación rocosa en la parroquia de Santaballa. De aquel yacimiento salieron casi mil piezas conservadas en el Museo de la Prehistoria de la capital comarcal de A Terra Chá, que el propio doctor fundó y dirigió: piezas de cuarzo, sílex o cristal de roca; punzones, puntas de lanza... El hallazgo del doctor Ramil Soneira convirtió Pena Grande en el yacimiento del Paleolítico superior más importante de Galicia, un entorno digno de conservación y estudio que, si ninguna autoridad lo remedia, desde mediados de diciembre puede ser comprado por cualquiera que disponga de unos 8.000 euros.

El yacimiento de Pena Grande está incluido ahora en una finca de algo más de 35.000 metros cuadrados, resultado de la unificación de varios terrenos sin propiedad conocida procedentes de la concentración parcelaria en el entorno. El 26 de agosto de 2016 la Dirección General de Patrimonio del Estado la declaró "alienable", esto es, susceptible de ser vendida al considerar que "no resulta necesaria para el uso general ni para el servicio público" y tampoco "resulta conveniente su explotación". Fue por eso que la incluyó en el paquete de 30 fincas que se dispone a subastar el día 15 de diciembre a las 11 de la mañana en el salón de actos de la Delegación de Economía y Hacienda de Lugo.


El Ministerio mantiene abierto hasta el próximo día 11 a la una de la tarde el plazo de presentación de ofertas en sobre cerrado para el procedimiento de "subasta al alza", según figura en la resolución publicada en el BOE el pasado día 20. La parcela del abrigo de Pena Grande es el lote número 25, del que Hacienda aporta los detalles ordinarios como la referencia catastral, la inscripción en el Registro de la Propiedad "de Villalba" y su emplazamiento geográfico. Junto a estos aspectos, agrega que "en esta finca existen dos yacimientos arqueológicos", ya que además de dicho abrigo, existe también un petroglifo.


PROTESTAS DEL AYUNTAMIENTO
Esa mínima advertencia sobre la presencia del yacimiento en la finca es lo poco que ha podido conseguir el Ayuntamiento de Vilalba, según afirmó al periódico El Progreso el actual director del Museo de la villa, Eduardo Ramil, quien asegura que el consistorio intentó sin éxito mantener la propiedad en manos municipales para poder protegerla y, además continuar las excavaciones arqueológicas. A las protestas y advertencias se han sumado también en los últimos días En Marea y BNG, que anuncian iniciativas al respecto tanto en el Parlamento gallego como en el Congreso de los Diputados.

En esta línea, el diputado lucense de En Marea Miguel Anxo Fernán Vello se ha dirigido ya por escrito al Gobierno de España para reprocharle que "ponga a la venta el terreno sin tener en cuenta que en el lugar se encuentra un conjunto arqueológico de enorme valor", lo cual "indica la falta de información, transparencia y conocimiento" por parte de la Administración del Estado. "¿Cómo es posible que se decida llevar a subasta un conjunto de gran valor artístico y patrimonial?", pregunta el parlamentario, que reclama al Ministerio la "cesión gratuita" del terreno a la Xunta para "ponerlo en valor desde un punto de vista patrimonial e histórico".

También el BNG ha anunciado ya una iniciativa para reclamar la paralización de la venta y que la Xunta asuma las competencias sobre Pena Grande en virtud de la ley de patrimonio de Galicia. Este yacimiento, resalta la diputada Olalla Rodil, es "parte fundamental" del Museo de la Prehistoria de Vilalba, toda vez que de él proceden piezas como un colgante "datado hace más de 17.000 años, considerada la pieza más antigua" de Galicia. A su juicio, un yacimiento de este valor "no puede pasar a manos privadas" que "muy posiblemente" pueden promover la "destrucción del lugar tal y como lo conocemos, poniendo en riesgo su supervivencia, por ejemplo, con la plantación de eucaliptos", tal y como "ya sucede actualmente en las inmediaciones del lugar".

17 de junio de 2016

Un yacimiento romano descubierto gracias a un puchero lleno de monedas en Lugo

Hace veinticinco años se produjo en una aldea de Chantada el hallazgo un puchero con 3.431 monedas romanas de bronce. Un estudio -todavía inédito- pone de manifiesto que el yacimiento de A Grade contiene probablemente los restos de una población relevante que incluiría una granja y una posada. El lugar está situado en el cruce de dos importantes vías romanas, la que iba de Lugo a Braga por Ourense y la que coincide con el trazado del Camino de Invierno.
En 1991 los especialistas calificaron de "tesoro de calderilla" el hallazgo de 3.500 monedas de bronce romanas. FOTO: ROI FERNÁNDEZ
Hace un cuarto de siglo, una sencilla obra de canalización de una traída de aguas en la aldea chantadina de Quintá -en la parroquia de A Grade- puso al descubierto uno de los más notables yacimientos arqueológicos del sur lucense. A finales de mayo de 1991, al abrir una zanja en aquellos trabajos, fue desenterrado un puchero de cerámica lleno de monedas romanas. Poco después, el 11 de junio, empezó en el lugar una intervención arqueológica de urgencia -que duraría cerca de un mes- en medio de la expectación de los vecinos.

Al principio no se dio mucha importancia al hallazgo y uno de los especialistas que participaron en el estudio lo calificó como «un tesoro de calderilla», según informó por aquellas fechas este diario. Pero una serie de catas arqueológicas que se practicaron poco después en siete fincas de la zona pusieron al descubierto algo de mucho mayor calado. Las monedas recuperadas, todas de bronce, fueron en total 3.431.Los arqueólogos estudiaron las veinticinco mejor conservadas, que fueron acuñadas en diferentes épocas del siglo IV y principios del V, durante los reinados de los emperadores Constantino I, Constancio II, Valentiniano I, Valente, Teodosio y Arcadio. La más antigua fue datada en el año año 324 y la más tardía, en el 402.

RESTOS DE CONSTRUCCIONES
En las excavaciones se pusieron al descubierto los restos de varias estructuras constructivas. Entre ellas se identificaron vestigios de viviendas -una de ellas con una lareira de gran tamaño- y una canalización de alcantarillado. También se encontraron numerosos fragmentos de cerámica y tégulas -tejas romanas de barro cocido-, utensilios domésticos, objetos de adorno y escorias de fundición de hierro. En el yacimiento apareció además una lápida dedicada a los lares viales, los dioses romanos de los caminos. Los materiales recuperados por entonces fueron depositados en el museo provincial lucense.

Desde aquella intervención de emergencia, en la zona no se realizó ninguna otra excavación, a pesar del gran interés que los especialistas ven en el yacimiento. El especial valor de este hallazgo es puesto de manifiesto en el estudio A cultura castrexa e galaico-romana no condado de Pallares -una obra todavía no publicada-, de los profesores Javier Gómez y Mar Neira, que llevó el premio de investigación Condado de Pallares en su última edición.

Gómez también habla de este conjunto arqueológico en un trabajo anterior, titulado Epigrafía romana de la provincia de Lugo. A su parecer, el yacimiento de A Grade contiene probablemente los restos de una población relevante que incluiría una granja y una posada. El lugar está situado en el cruce de dos importantes vías romanas, la que iba de Lugo a Braga por Ourense y la que coincide con el trazado del Camino de Invierno. La zona estuvo densamente poblada en la antigüedad, como lo prueba la presencia de siete castros en los alrededores.

  • En Pantón, la Xunta adquirió en la misma época una estela funeraria por 250.000 pesetas
El hallazgo del yacimiento de Quintá no fue el único acontecimiento arqueológico de relevancia que se produjo en el sur lucense en la primavera de 1991. Mientras se llevaban a cabo las excavaciones en la aldea chantadina, en la parroquia de Atán, en Pantón, se llegó a un acuerdo para la adquisición de una estela funeraria romana que había sido encontrada por un vecino de la localidad dos años antes.

La pieza arqueológica fue descubierta de manera fortuita cuando el propietario de la finca donde apareció estaba arando un terreno de uso agrícola. El hallazgo le produjo algún sinsabor, ya que por desconocer la legislación vigente sobre el patrimonio arqueológico -que después le fue explicada por funcionarios de la Consellería de Cultura- no comunicó el hallazgo a las autoridades durante los treinta días siguientes. Por ello, según le informaron, podría perder el derecho a cualquier gratificación e incluso incurrir en un delito.

No obstante, las negociaciones que entabló el dueño del terreno con los representantes de la Xunta llegaron a buen fin y dieron pie a un acuerdo que permitió a la administración autonómica adquirir la pieza por 250.000 pesetas. La estela fue trasladada más tarde al museo provincial, donde sigue depositada en la actualidad. La escultura fue examinada en su momento por el arqueólogo lucense Antonio Rodríguez Colmenero, quien la dató en el siglo IV y la calificó como de excepcional belleza. A juicio de este investigador, la pieza pudo haber salido de un taller escultórico ubicado en Lugo, en el que quizá también fue tallada otra importante estela funeraria descubierta en Vilar de Sarria.

3 de febrero de 2016

Descubren dos nuevos campamentos romanos entre Lugo y León

El de Sierra da Casiña, enclavado en la comarca de el Bierzo (León) ocuparía unas 12 hectáreas, mientras que el de Cortiña dos Mouros (Lugo) ocuparía 4. Ambos tienen relación con el trazado de la vía XIX del Itinerario de Antonino y estarían datados en época altoimperial durante las "Guerras Cántabras" y para su localización se ha empleado tecnología LIDAR.
Vista de la elevación de A Serra da Casiña, donde estaría el campamento romano. FOTO: ROMANARMY.EU
Un equipo de arqueólogos ha localizado una nueva fortificación militar vinculada con probabilidad a las Guerras Cántabras en una zona montañosa llamada Serra da Casiña, próxima a la localidad de Valverde (Balboa), en el Bierzo (León). La fortificación comprende entre 11 y 12 hectáreas y pudo acoger a un contingente expedicionario del tamaño de una legión que participase en el proceso de conquista del territorio, según confirmó el equipo de romanarmy.eu .

El hallazgo se dio a conocer en la revista científica especializada en arqueología Arkeogazte, editada por la Universidad del País Vasco, por parte de los investigadores Andrés Menéndez Blanco (Universidad de Oviedo), David González Álvarez (Universidad Complutense de Madrid) y José María Costa García (Universidad de Santiago). Pero a este hallazgo hay que sumarle la reciente aparición de otro campamento romano, a solo cinco kilómetros en línea recta del de Balboa. Se trata de el de A Cortiña dos Mouros, «en las inmediaciones de las aldeas de Castañeiras (León), Fontodoliva (León) y Porcís (Lugo). Esta otra fortificación, cuya extensión de casi cuatro hectáreas, se reparte entre los municipios de Balboa (León) y Cervantes (Lugo), y guarda cierta relación, al igual que A Serra da Casiña, con el trazado de la vía XIX del Itinerario de Antonino a través del puerto de O Cumial», señalan los investigadores de romanarmy.eu.

OTROS CAMPAMENTOS EN LA ZONA
A estos nuevos hallazgos hay que sumarle los ya conocidos campamentos romanos del límite entre Asturias, Lugo y León, los de A Granda das Xarras (5,5 hectáreas) y A Recacha (0,75 hectáreas), dominando los pasos de montaña que unen Os Ancares e Ibias, y que fueron excavados en los últimos tres años por especialistas del CSIC. «Se trata, en definitiva, de un territorio para el cual podemos considerar diferentes opciones encuadrables en la época altoimperial romana: avances militares durante las Guerras Cántabras (entre los años 29 y 19 a.C.); control y pacificación posterior del territorio; exploraciones de una zona con interesantes recursos mineros explotados por el Imperio Romano; infraestructura de apoyo para la construcción de vías romanas», explican los arqueólogos.

FORTIFICACIONES DE USO TEMPORAL
Estiman en sus conclusiones del estudio que se trata de un tipo de fortificación de uso temporal, de las que los romanos denominaban castra aestiua. Por su tamaño, el de Balboa estaría destinado a un cuerpo militar de entre 6.000 y 7.000 legionarios, que vivirían en él durante un breve período de tiempo (uno o varios días), cuando se encontraban en territorio hostil.

Los restos visibles sobre la superficie son apenas perceptibles por lo que tuvieron que usar tecnologías innovadoras de análisis y reconocimiento que están revolucionando el conocimiento arqueológico en los últimos años.

TÉCNOLOGIA "LIDAR"
Para localizar el campamento de A Serra da Casiña, cerca del núcleo berciano de Balboa, se utilizaron fotografías aéreas modernas y antiguas, imágenes satelitales y reconstrucciones 3D del territorio a partir de datos LIDAR. Para determinar el momento preciso de ocupación del campamento de A Serra da Casiña, apuntan los investigadores, será necesario realizar prospecciones o excavaciones arqueológicas sobre el terreno para las que aún no se dispone de financiación.

«A falta de planes de investigación concretos en la zona en este momento, esperamos poder emprender en un futuro próximo nuevas acciones que nos permitan ahondar en el conocimiento de este interesante yacimiento. Dichos trabajos permitirían, asimismo, una mejor contextualización para los nuevos enclaves campamentales romanos que en los últimos años están siendo identificados en el Noroeste peninsular», concluyen en su informe los arqueólogos del grupo romanarmy.eu .

27 de enero de 2016

Descubren un depósito de restos arqueológicos de los siglos XVII-XIX en Ribadeo (Lugo)

Anclas, jarrones, vasijas, piezas de cerámica e, incluso, una escudilla «intacta» forman parte del hallazgo realizado por los buzos de la Armada. Todas las piezas están datadas entre los siglos XVII y XIX. Los responsables de la intervención aseguran que "no hay constancia de ningún pecio en la zona".
Algunas de las piezas recogidas durante la intervención. FOTO: LA VOZ DE GALICIA.
La ría del Eo sigue deparando sorpresas. Buzos de la Armada iniciaron ayer los trabajos para analizar los restos arqueológicos hallados en el fondo arenoso a unos ocho metros de profundidad bajo el Puente de los Santos. Estos restos, que en un principio se creía que podrían pertenecer a un pecio, corresponden en realidad a varios barcos hundidos en la zona entre el siglo XVII y mediados del XIX. Así lo dio a conocer el arqueólogo subacuático encargado de la inmersión, Miguel San Claudio, quien añadió que «son restos de importancia arqueológica» y que podrán ayudar a profundizar en el estudio de las diferentes naves que alberga la ría.

En este nuevo punto donde se acumulan las piezas encontradas han aparecido restos de madera de grandes dimensiones, así como vasijas, jarrones y diversas cerámicas que aparentemente se encuentran en muy buen estado ya que algunas conservan incluso su color original. Entre los objetos destaca un plato de porcelana inglesa que conserva el sello de fabricación. «Tenemos que estudiar de dónde procede», señaló San Claudio.

Miguel San Claudio en el momento de una de las inmersiones.
FOTO: EL COMERCIO.

Los submarinistas han podido observar además lo que a primera vista parece un cañón lanzacabos, un frasco de cristal de un botiquín de uno de los navíos, así como varias anclas que tienen ciertas particularidades. Por ejemplo una de las anclas es fija, por lo que se podría haber utilizado en el cargadero de mineral que se encuentra en la ría. Además hay dos anclas admirantadas, uno de ellas es antigua, y la otra está modificada.

A UN MUSEO DE PONTEVEDRA
En este nuevo tesoro submarino no solo hay restos, sino también objetos que están en perfecto estado sin ningún tipo de rotura o deterioro. Es el caso de una escudilla que, según el arqueólogo subacuático, está «intacta» y que probablemente se le cayó por la borda a algún marinero. Además han conseguido rescatar varios platos enteros, procedentes de la vajilla de algún galeón, y que contienen dibujos que pueden ser muy interesantes para darán a conocer su procedencia. También han extraído de la ría tres botijas que se utilizaban entonces para el transporte de diversas mercancías, como aceites, agua o aceitunas.

Todos los objetos fueron inventariados utilizando técnicas de exploración y métodos no destructivos, realizaron fotografías e inspecciones visuales. Gran parte ellos fueron recuperados ayer para evitar su expolio y trasladados por parte de la Consejería de Cultura gallega, a través de su dirección general de Patrimonio Cultural, al Museo Masso de Bueu en Pontevedra.

DESALINIZAR LOS RESTOS
Los expertos que ayer realizaron la inmersión en la zona del hallazgo tendrán que desalinizar los restos para posteriormente proceder a su estudio y conocer con detalle la procedencia de los mismos.

Miguel San Claudio, arqueólogo encargado de la inmersión aseguró que «no hay presencia de un pecio», aunque la inspección realizada ha permitido descubrir una gran cantidad de material arqueológico en un nuevo punto que permitirá conocer nuevos detalles de la historia de la ría del Eo.

Estos restos fueron descubiertos por los buceadores del Centro de Actividades Subacuáticas Costa de Lugo, que realizaron una inmersión para despedir el año 2015, durante las pasadas navidades, encontrándose con el tesoro. Los buzos, que ya son conocedores de que «la ría está repleta de embarcaciones hundidas», alertaron a la Xunta de Galicia cuando pudieron ver estos restos de importante valor arqueológico. Julio Vázquez, encargado del Centro de actividades subacuáticas del Club Náutico de Ribadeo, cree que este hallazgo fue posible ya que «los temporales marítimos de finales de año hicieron aflorar estos restos», que hasta ahora estaban tapados por la arena, y de los que no se tenía constancia.

25 de enero de 2016

El Carbono-14 revela que el yacimiento de A Roda se construyó hace 3.700 años

El pasado verano se documentó el sistema constructivo de este yacimiento de Barreiros (Lugo) y como resultado de los análisis radiocarbónicos se ha fijado el momento de la construcción del yacimiento en el Bronce Medio. La Dirección General de Patrimonio avanza que tiene previsto promover un proyecto integral de conservación
El arqueólogo Ignacio Senín con la concejala Adela Rodríguez en el yacimiento. FOTO: LA VOZ DE GALICIA.
La Dirección General de Patrimonio aseguró que tiene previsto elaborar un proyecto integral de conservación del yacimiento de A Roda, en Barreiros (Lugo), sobre el que el pasado verano llevó a cabo una serie de trabajos arqueológicos que, según la Consejería de Cultura, «permitieron la limpieza y retirada de vegetación de la excavación arqueológica, así como la realización de sondeos en una estructura circular que la define. Entre otros aspectos se ha documentado el sistema constructivo y, como resultado de los análisis radiocarbónicos se ha fijado el momento de la construcción del yacimiento en el Bronce Medio (siglos XVII e XVI a. C.)».

Esta intervención, que financió Cultura con 9.000 euros, fue la segunda en el yacimiento, después de que en el año 2006, en el contexto de las obras de la A-8 Barreiros-Reinante, se llevase a cabo una primera excavación arqueológica que permitió documentar un yacimiento que inicialmente se pensaba que era un castro. Pero no es así, ya que tiene similitudes con los henge británicos, al estar configurado por un recinto circular definido por un foso y un parapeto sobre el que se asienta un muro en el exterior del recinto y otro en el interior, cubierto parcialmente por un nivel de piedra.


ESCOMBROS DE OBRA ¿PARA DENUNCIAR SU OLVIDO?
La concejal delegada de Cultura de Barreiros, Adela Rodríguez, y el arqueólogo del Servicio de Patrimonio Cultural de Lugo, Ignacio Senín, visitaron ayer el yacimiento de A Roda, donde continúan los restos de residuos de la construcción depositados hace días. Adela Rodríguez avanzó que hoy serán retirados: 

Su hipótesis es que probablemente fue un vertido provocado para llamar la atención de las administraciones: «Cando un tira entullos o fai de calquera xeito, pero neste caso están colocados sobre varios puntos determinados do muro. Penso que puido ser alguén molesto porque as administracións esquecen este xacemento e non o poñen en valor», señaló. 

Por parte del Concello, avanzó que se pondrán en contacto con la Dirección Xeral de Patrimonio para tratar de que cuando menos se instale algún tipo de señalización para orientar las visitas.

23 de julio de 2015

Desentierran los restos de cinco edificios en el castro de Arxeriz (Lugo)

Los nuevos hallazgos vienen a confirmar la existencia de una compleja estructura urbana asentada sobre un conjunto de terrazas en las laderas del promontorio, También se han encontrado restos de cerámica del tipo conocido como miñoto -negra y con poca decoración- y parece ser de carácter exclusivamente castreño, sin influjo romano.
Las construcciones desenterradas presentan plantas cuadrangulares o rectangulares con esquinales curvos.
La Fundación Xosé Soto de Fión inició el pasado día 7 la tercera campaña de excavaciones arqueológicas en el castro de Arxeriz, en el municipio de O Saviñao, el único proyecto privado de este tipo que se desarrolla en el sur lucense.

Según explica el director del museo, José Antonio Quiroga, los trabajos realizados hasta el momento en esta nueva campaña se han centrado especialmente en la ladera oeste del promontorio sobre el que se asienta el castro, una zona en la que anteriormente ya habían aparecido algunos restos de construcciones. Las excavaciones efectuadas en los pasados días en esta parte del yacimiento abarcan un área de unos 250 metros cuadrados, en la que se han desenterrado los vestigios de otros cinco edificios, dos de ellos de considerable tamaño.

Los nuevos hallazgos -añade Quiroga- vienen a confirmar la existencia de una compleja estructura urbana asentada sobre un conjunto de terrazas en las laderas del promontorio, una hipótesis que se planteó en las dos campañas precedentes. «Cremos que toda esa ladeira estaba cuberta de construccións ata a croa, a parte superior do castro -apunta a este respecto- e nas próximas semanas imos seguir escavando monte arriba por esa zona para corrobar esta impresión». Todas las construcciones que han sido desenterradas hasta ahora en el antiguo asentamiento presentan plantas cuadrangulares o rectangulares con esquinales curvos.

UN ALMACÉN DE CEREALES
Por otro lado, también se está lleva a cabo una excavación en el recinto central del castro, en torno a un edificio descubierto con anterioridad que se supone que pudo ser un almacén de cereales. Pero en este sector los trabajos acaban de empezar y todavía no dieron resultados apreciables.

La actual campaña de excavaciones -que cuenta con un presupuesto de en torno a 30.000 euros- continuará desarrollándose de forma continuada hasta finales de agosto. En las próximas semanas está previsto levantar otros trescientos metros cuadrados de terreno y los responsables del proyecto arqueológico esperan que se produzcan nuevos hallazgos significativos.

CERÁMICA CASTREÑA SIN INFLUENCIA ROMANA
Además de sacar a la luz nuevos vestigios constructivos, el equipo que realiza las excavaciones en el castro de Arxeriz ha conseguido exhumar numerosas piezas arqueológicas, entre las que hay un gran número de fragmentos de cerámica y algún objeto metálico. La cerámica es del tipo conocido como miñoto -negra y con poca decoración- y parece ser de carácter exclusivamente castreño, sin influjo romano. Al igual que en las campañas previas, de momento no aparecieron restos de terra sigillata, un tipo de cerámica romana que está presente en muchos castros.

La ausencia de indicios de la influencia cultural romana en Arxeriz ya fue notada en las anteriores excavaciones. Por este motivo se maneja la hipótesis de que el poblado quedase abandonado ya antes de la romanización de Galicia.

DOS OCUPACIONES DIFERENTES
Los arqueólogos que trabajan en el proyecto apuntan por otro lado que en el asentamiento puede haber rastros de dos ocupaciones de diferentes épocas, ambas encuadradas en la Edad del Hierro. Una de ellas correspondería a la etapa inicial de este período cultural y la otra correspondería a la época más avanzada de la civilización castreña, hacia el siglo II antes de Cristo. «Pero isto de momento son só conxecturas», puntualiza Quiroga.

20 de enero de 2015

Un equipo de arqueólogos rastrea las huellas de los vikingos por la costa de Lugo

La arqueóloga Irene García Losquiño, de la Universidad escocesa de Aberdeen, rastrea probables asentamientos de este pueblo nórdico en Galicia, tras el descubrimiento la pasada primavera en las playas lucenses de O Vicedo de un posible muelle de amarre, varios lastres de sílex (mineral casi inexistente en Galicia pero muy abundante en las costas inglesas y normandas) y de dos anclas de piedra.
La Dra Irene García Losquiño y el Dr. Jan Henrik Fallgren en un posible yacimiento arqueológico vikingo en el norte de España. Imagen: Universidad de Aberdeen.
La arqueóloga valenciana Irene García Losquiño, de la Universidad de Aberdeen (Escocia), lidera el primer estudio exhaustivo acerca de los asentamientos vikingos en nuestro país. «Se ha escrito mucho acerca de las incursiones vikingas en el norte de España. Sin embargo, arqueológicamente, no se ha hecho absolutamente nada en el plano académico», ha afirmado esta investigadora en una entrevista concedida a la revista Arqueology.

EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS
García Losquiño visitaba Galicia junto a los arqueólogos Jan-Henrik Fallgren e Ylva Backstorm, especialistas en vikingos y ostología, respectivamente, y el documentalista Kenneth Oakes, la pasada primavera. Los especialistas acudieron a la zona después de que la Asociación Mariña Patrimonio encontrara restos arqueológicos en O Vicedo (Lugo) que los temporales sacaron a la luz. Se trataba de lastres (pesos que necesitan las embarcaciones para mantener la estabilidad) de sílex (casi inexistente en Galicia pero muy abundante en las costas inglesas y normandas) y de dos anclas de piedra.

Una de las anclas de piedra encontradas en O Vicedo.
Foto: ARQUEOLOGIA SUBACUÁTICA 

El equipo de García Losquiño estudió los citados restos y encontraron varios signos reveladores de la presencia de vikingos. 

Sobre la playa donde fueron encontrados había un montículo, donde los habitantes de la zona afirman que había una fortaleza con características típicamente normandas, «con la ayuda de un geógrafo ahora pensamos que era un muelle de amarre asignado a una fortaleza naval que solo se encuentra en Irlanda con los primeros vikingos».

MAPAS AÉREOS
La investigación también ha estado comparando mapas aéreos a partir de los años 1950 con imágenes de satélite para buscar asentamientos adicionales. «Queremos encontrar algo datable y, a partir de ahí, registrar los movimientos que les llevaron a establecer sus asentamientos» ha afirmado esta especialista.

El proyecto de García Losquiño (que incluiría, al parecer, un documental) de investigar el pasado vikingo de la Península Ibérica pasa por la captación de fondos públicos para rastrear los yacimientos, que tiene previsto abrir al público, así como dejar que aporten sus propios hallazgos a las exposiciones.

(Fuente: ABC)

14 de enero de 2015

Las excavaciones arqueológicas en Cova Eirós se quedan sin presupuesto para este año

Los 55.000 euros concedidos por el Ministerio de Economía se agotaron el pasado verano y no hay ayudas previstas para 2015. Los responsables del proyecto tratan de conseguir nueva financiación para no interrumpir las investigaciones.
Trabajos en Cova Eirós durante el pasado verano.
FOTO: ROSA FERNÁNDEZ / LA VOZ DE GALICIA.
El próximo abril se cumplirán nueve años desde el inicio del proyecto de investigación de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina la Universidad de Santiago. Por primera vez desde entonces, el plan no tiene previsto este año ningún presupuesto para continuar los trabajos de campo, que en las últimas campañas se han reducido a las excavaciones del yacimiento de Cova Eirós, en Triacastela (Lugo). 

En los próximos meses, los responsables del proyecto tratarán de conseguir nuevas ayudas para reanudar estos trabajos en verano, de forma que la investigación no se interrumpa.

La última campaña de excavaciones en Cova Eirós -el pasado agosto- pudo llevarse a cabo gracias a una partida de 10.000 euros que quedaban de la última subvención concedida a este proyecto por el Ministerio de Economía y Competitividad. El plazo de ejecución de esa ayuda -que ascendía a 55.000 euros- terminó en el 2013, pero se consiguió una prórroga de diez meses para invertir los 10.000 euros que la USC había reservado expresamente para realizar una nueva campaña arqueológica.

AYUDA AGOTADA
Esos fondos se agotaron en la intervención del año pasado y por ahora no hay ninguna ayuda prevista para el 2015. Los responsables del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño» han solicitado ya una nueva ayuda. Pero según indica el arqueólogo Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones «en caso de que esa subvención se conceda, lo que aún no es seguro, llegaría a mediados de año y el tiempo nos quedaría demasiado justo para organizar otra campaña en Cova Eirós».

Por este motivo se han emprendido negociaciones con la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural y el Ayuntamiento de Triacastela, a fin de buscar alguna solución para que en agosto puedan llevarse a cabo nuevas excavaciones. De Lombera señala que todavía no se llegó a un acuerdo, pero los investigadores esperan que durante el primer semestre del año se encuentre una fórmula que permita proseguir los trabajos en verano.