google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Jaime I
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6 de noviembre de 2013

Las excavaciones elevan a 54 los enterramientos en la necrópolis musulmana de Burriana (Castellón)

La excavación ha permitido hallar hasta la fecha un total de 54 cuerpos enterrados, todos ellos en contacto directo con la tierra, sin ajuar y con la cabeza ladeada en dirección a La Meca, “con lo que no hay duda del origen musulmán de este cementerio, que con toda probabilidad es anterior a la conquista por parte del rey Jaume I, y que podríamos datar entre los siglos XII y XIII”, ha explicado la arqueóloga Mónica Claramonte.
Mónica Claramonte explica los pormenores de la exvaación al alcalde de Burriana y al concejal de Cultura en presencia del arqueólogo municipal José Manuel Melchor. Foto: EL PERIODIC.
La arqueóloga afirma que, si bien el Llibre del Repartiment de Jaume I cita la cesión a la Orden de Calatrava de estas tierras y menciona expresamente que lindaban con el río y con el cementerio musulmán, “hasta la fecha no sabíamos su ubicación exacta, algo que se ha podido determinar primero con las catas y posteriormente con la excavación. Lo más probable es que esta necrópolis se extienda también por debajo de la actual carretera del Grao y de la antigua nave de La Joya”.

Los restos humanos, tanto de adultos, como de adolescentes y niños; podrían corresponder a los habitantes de la alquería existente en este lugar antes de la conquista o incluso conformar el cementerio de la antigua villa de Burriana bajo la dominación musulmana. “Es algo que habrá que estudiar con posterioridad”, afirma Claramonte, quien no descarta esta posibilidad.

MUSEO ARQUEOLÓGICO MUNICIPAL
Todos los esqueletos, tras ser plasmados en un dibujo antes de su posterior inhumación, serán analizados por expertos antropólogos para determinar su edad, sexo, datación más aproximada y sus características, así como las posibles enfermedades para estudiar las epidemias de la época. La acidez del terreno hace más costosos los trabajos por el mal estado de conservación de los restos que, tras su estudio, serán catalogados y custodiados en el Museu Arqueològic Municipal.

El concejal de Cultura, Enrique Safont, ha valorado que esta catalogación y custodia por parte del Ayuntamiento no era posible hace unos años, y ha indicado en este sentido la importancia que ha supuesto la consolidación de la plaza del arqueólogo municipal y el trabajo que realiza el Museu Arqueològic Municipal, “que permite certificar trabajos y actuaciones de envergadura como esta, 
que ha entrado en su fase final y que forma parte de los trabajos previos para la próxima construcción de una superficie comercial".
(Fuente: El Periodic)

16 de enero de 2013

Los arqueólogos vinculan el esqueleto del Temple a una nueva necrópolis islámica

Las excavaciones en el valenciano Palacio del Temple afectan al entorno de la prolongación de los siglos XII y XIII de la muralla islámica, cuyos terrenos fueron donados por Jaume I en 1238 a la orden del Temple para que se instalaran en la ciudad.
Esqueleto descubierto en las obras del palacio del Temple. Foto: EFE
El esqueleto humano que apareció el pasado viernes durante las excavaciones arqueológicas que se están efectuando en el Palacio del Temple de Valencia, un edificio protegido, podría ser un enterramiento de época islámica vinculado a una «maqbara» o cementerio islámico extramuros no documentado hasta ahora. De momento, sólo ha aparecido un enterramiento aunque no se descarta que puedan aparecer más.

Hay una circunstancia determinante y es que los musulmanes enterraban a los muertos en posición de cúbito lateral y orientados a la Meca, un detalle que, sin embargo, está siendo difícil de determinar en el Temple porque los restos que han aparecido están muy alterados.
Otra hipótesis relaciona este enterramiento con un oratorio al aire libre de Balansiya. Lo que si parece descartarse casi por completo es que se trata de un cementerio templario.

Las excavaciones en el Temple afectan al entorno de la prolongación de los siglos XII y XIII de la muralla islámica, una de cuyas particularidades son los torreones de forma cuadrada y la existencia de un antemuro o barbacana. En la ampliación de la muralla también se construyó una puerta, denominada «Bab ibn Sajar».

Después de la Reconquista, en 1238, Jaume I donó terrenos próximos a la ampliación de la muralla islámica a la orden del Temple para que se instalaran en la ciudad.

Los templarios construyeron allí una fortaleza y otras construcciones de servicio, es posible que entre éstas hubiera un cementerio ya que la orden permaneció en la ciudad desde 1238 hasta principios del siglo XIV, cuando Jaime II de Aragón abrió un proceso inquisitorial contra los templarios que acabó con su disolución. El patrimonio de los templarios pasó entonces a manos de la orden de Montesa.

El actual Palacio del Temple es una construcción de 1761 obra de los arquitectos valencianos Vicente Gascó, Antonio García y Diego Cubillas. La intervención arqueológica se enmarca en las obras de remodelación del Palacio del Temple, sede de la Delegación de Gobierno, y llevan cerca de dos meses en marcha. El Ministerio de Cultura es el responsable del control arqueológico de las obras.

(Fuente: Levante-Emv / H.G.)

30 de marzo de 2012

Hallan restos de la muralla medieval de Alcira (Valencia)

Los expertos estudian si podría tratarse del que se cita en la Crónica de Jaime I
Detalle del muro medieval. Foto: Ayuntamiento de Alcira.
Las obras de recuperación de la fachada del antiguio convento-hospital de Santa Lucía de Alzira (Valencia) ha sacado a la luz un fragmento de muro medieval de grandes dimensiones que podría atribuirse al que se cita en la Crónica de Jaume I, ha informado le Ayuntamiento.

Los restos han sido descubiertos en las excavaciones arqueológicas realizadas por el equipo de trabajo del Museo Municipal de Alzira (MUMA). Según los expertos, este muro, de grandes dimensiones, "podría atribuirse al que se cita en la Crónica de Jaime I al describir el pacto que realiza para la rendición de Alzira", han asegurado fuentes municipales en un comunicado.

Según recogen estas crónicas, el rey Jaime I se comprometió a construir un muro para dividir la zona musulmana y cristina de la ciudad: "E, quan nós haguem emparada la torre, pregam-los que'ells (els musulmans) volguessen que ens dessen tro a la tercera torre, e nós que hi faríem un mur, per ço que el crestians no entrassen als sarraïns ni els serraïns als crestians, e que hi faríem una portella qui eixiria a la Calçada per on entrassen en la villa...".

La torre que se indica, han explicado desde el Consistorio, podría tratarse de la conocida como Casa Real o la Casa de l'Olivera, situada frente al inmueble de Santa Lucía. De este modo el rey cerró y reforzó la parte ocupada, conocida como El Castellet, por medio de un muro, dividiendo la isla en dos partes, la cristiana y la musulmana.

El muro, "tanto por sus características de construcción, materiales y como por sus dimensiones, podría considerarse que es el referido en la documentación, por lo que su hallazgo contribuiría a definir el espacio habitado en un primer momento por las tropas que acompañaban al rey".
PROTECCIÓN

El hallazgo se ha protegido para continuar los trabajos de eliminación de cables y limpieza de la fachada ante la inminencia de la celebración de la procesión general del Viernes Santo. Está previsto que en posteriores estudios, como las excavaciones que están previstas realizar en la Casa Real, se pueda constatar si se trata realmente del histórico cierre de los dos espacios urbanos intramuros.

Estos trabajos que se están llevando a cabo entre el Ayuntamiento de Alzira y la empresa propietaria del inmueble, Martinez Cano Canarias S.A., son fruto de un convenio que suscribieron el pasado 20 de febrero. En estos momentos se ha procedido a la apertura de una zanja para eliminar los cables que atraviesan la fachada, que dañan sus muros y la estética del edificio que cuenta con la consideración de Bien de Relevancia Local en conjunto y de Interés Cultural por el escudo de armas de la ciudad que exhibe en la portalada.

(Fuente: Europa Press)

3 de marzo de 2011

El Servicio Municipal de Arqueología de Burriana halla restos anteriores a la construcción de la actual ermita de Sant Blai de finales del siglo XIX

Durante los trabajos de vigilancia arqueológica llevados a cabo por el Servicio Municipal de Arqueología de Burriana en el derribo del antiguo Hospital de Sant Blai, han aparecido las paredes de una estructura de forma cuadrangular, que por la técnica constructiva y su disposición (los muros de la ermita reconstruida en 1882 se apoyan sobre esta estructura) se puede comprobar claramente que es mas antiguo que el edificio decimonónico, por lo podrían corresponder a algún resto del anterior inmueble religioso.


Lamentablemente, afirmaba el arqueólogo municipal, José Manuel Melchor, los restos conservados están bastante afectados por las obras de los últimos años, cuando se abrieron puertas y ventanas y se alteró bastante su superficie con desagües y cableados, ya que se encontraban reaprovechados dentro de la estructura del antiguo hospital derribado.

A falta de una posterior excavación arqueológica, ha informado el arqueólogo, es difícil fechar de forma concreta la estructura y poder saber cual era exactamente su función, pero hay que recordar que hace veinticinco años ya se descubrió un enterramiento de época medieval en esta misma localización.

Este descubrimiento, afirmó Melchor, viene a aumentar el valor histórico-artístico de la ermita y su entorno, que además de estar incluida en el Bien de Interés Cultural del Centro Histórico de Burriana, ya es de por si un Bien de Relevancia Local según la Ley 5/2007 de Patrimonio de la Generalitat Valenciana. A la vista de este hallazgo, añadió, los servicios municipales se han puesto en marcha y están preparando un  anteproyecto  para la rehabilitación e integración de los restos históricos y arqueológicos del entorno de la ermita.

Según la información aportada por el Historiador del Arte, Josep Lluis Gil Cabrera, el centro hospitalario derribado recientemente, era un inmueble de fines del siglo XIX, junto con la actual iglesia hospitalaria de 1882. Ambas construcciones fueron obra del maestro de obras Salvador Fors que ejercía como arquitecto diocesano de Tortosa. La obra se realizó con la aportación de todos los vecinos en una época en la que el comercio naranjero estaba convirtiendo a Burriana en la principal potencia económica de la comarca.

No obstante, antes de construirse estas edificaciones a finales del siglo XIX, ya había otras, pues de hecho este fue el primer centro hospitalario de la Plana y del nuevo reino de Valencia fundado por Jaume I. Tras la conquista de Burriana en julio de 1233, y poco después de concederle la primera Carta Puebla en noviembre de ese mismo año, Jaime I fundó junto al paso del Caminàs – antiguo camino real, y que actualmente camí Santa Pau – por el río Seco, un hospital para pobres. Dicho hospital aparece ya documentado en 1238 como beneficiario en el Llibre del Repartiment.

El cronista y notario real, Rafael Martí de Viciana, da también testimonio al señalar en la Tercera parte de su Crónica de 1564 que “…otro si tienen arrabal una yglesia y hospital so título de Sant Blas: esta yglesia fue fundada en tiempo de la conquista, y en ella ay fundada cofradía con muchas bullas y privilegios…”.

8 de octubre de 2010

Arqueología: La mujer que huía de Jaime I en Mallorca

Hallado el cadáver de una mujer que en 1230 se refugió con las llaves de su casa en una cueva cuando Mallorca era una isla de Al Andalus

Primero aparecieron las llaves de forja de tres casas del siglo XIII ocultas en una cueva abierta en los montes de Ferrutx y ahora ha sido hallado el cadáver de una de las propietarias, una mujer rebelde, una habitante bereber de Mallorca que en marzo de 1230 intentó huir de la reconquista emprendida por el Rey de Aragón Jaime I, "El Conquistador".

“Se ha confirmado un caso final de la conquista de Mallorca, narrado por el rey en su crónica El llibre dels fets. Excepcionalmente excavamos un episodio concreto, que es real. Los hechos son ciertos y los hallazgos documentan lo escrito”, observa el historiador Miquel Barceló que con Mateu Riera y Helena Kirchner dirige la campaña de investigación que se realiza desde 2009 en un acantilado del término de Artà (el Iraten de los bereberes). Mallorca era una isla oriental de Al Andalus.


Aquel refugio, una bauma, no fue vulnerado por otros humanos desde el siglo XIII hasta que los montañeros de los bomberos de Mallorca detectaron restos cerámicos. “Todo allí quedó intacto desde aquel día de noche llena de marzo de 1230 en que los payeses fueron capturados. Nadie regresó a buscar las llaves o el cuerpo. Los payeses que se refugiaron en la cueva no sabían que su isla había sido invadida y la capital (Medina Mayurka, Palma) tomada tres meses atrás. No pensaron en que se convertirían en cautivos, derrotados, por eso viajaban con las llaves”, agrega Barceló.


Una mujer de entre 20 y 40 años

Los historiadores, con la ayuda de escaladores, han rastreado y excavado el refugio de tan difícil acceso y han profundizado en el examen de los restos del ajuar doméstico y de comida (granos, almejas, erizos de mar, espinas, huesos de conejo de la última comida preparada en un horno- tinaja). Los trabajos se centrarán ahora en los aspectos antropológicos del cuerpo hallado.

Los restos de una mujer que nació al estrenarse el segundo siglo del primer milenio -posiblemente tendría entre 20 y 40 años al morir en su refugio-, han sido hallados este mes de septiembre en un enterramiento musulmán entre rocas, a pocos metros de donde aparecieron las tres llaves, que han sido restauradas. La mujer estaba oculta en la montaña con dos decenas más de los que eran habitantes de Mallorca. El cuerpo estaba enterrado de lado y orientado hacia el sureste hacia la Meca en un acantilado.

El rey Jaume I encomendó la captura de los últimos rebeldes a un caballero especialista en desalojos y acciones complejas, el aragonés Pere Maça -retratado en murales bélicos del MNAC en Barcelona las tropas de los caballeros y magnates de Medina Mayurka. Maça reclamó tiradores de ballesta, picadores y lanceros. Los payeses en fuga de la Mallorca musulmana buscaron un entorno montañoso y litoral donde, precisamente, el pintor Miquel Barceló tiene su casa y estudio en el pabellón de caza del rey Sanxo. En aquella zona se capturaron hasta 2000 musulmanes que los catalano aragonoses esclavizaron. En dos generaciones no quedó rastro ni habitante de Al-Andalus mallorquín.

(Fuente: El País)