google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Irene Montilla
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5 de abril de 2023

Hallazgos arqueológicos permiten ubicar los campamentos de los ejércitos de la Batalla de las Navas de Tolosa

Los hallazgos arqueológicos obtenidos por investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) permiten ubicar los campamentos de los ejércitos de la Batalla de Navas de Tolosa, así como la organización funcional que se estableció en su interior.
Excavación en el sector norte de la fortificación de Castro Ferral.

La Universidad de Jaén lidera el estudio arqueológico de la batalla de las Navas de Tolosa, en el marco del proyecto de investigación ‘Patrimonio Histórico, Naturaleza y Turismo en el Parque Natural de Despeñaperros: análisis arqueológico del campo de batalla de las Navas de Tolosa: escenarios, rutas, materiales y paisaje natural’, financiado por la Junta de Andalucía y la Unión Europea, a través del Campus de Excelencia Internacional (CEI) en Patrimonio Cultural y Natural, dirigido también por la Universidad de Jaén. Aparte de investigadores del área de Historia Medieval y del Instituto en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, el equipo integra especialistas de otras instituciones como Patrimonio Nacional, la Universidad Complutense de Madrid y el Centros Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La profesora de Historia Medieval de la Universidad de Jaén, Irene Montilla Torres, explica que el desarrollo de esta investigación arqueológica parte del diseño de un sistema de prospección arqueológica superficial, fundamentada en la georreferenciación precisa de cada uno de los elementos documentados, siguiendo los casos paradigmáticos de Baecula o Iliturgi, también en Jaén. Hasta el momento, este trabajo ha permitido el registro de casi 3.000 piezas muy relevantes, las cuales se han agrupado en diferentes categorías como: puntas de flecha, clavos de herradura, arreos de caballería, elementos de indumentaria y monedas. “La ubicación precisa de estos elementos en el espacio permite ir más allá del propio objeto, a través del análisis de las interrelaciones que se producen entre los mismos, lo que posibilita el establecimiento de, por ejemplo, los lugares en los que se ubicaron los campamentos de los ejércitos y la organización funcional que se estableció en su interior: zonas para el herraje de las caballerías, espacios destinados a las tiendas de campaña, etcétera”, subraya.

Además del análisis de los restos superficiales y subsuperficiales, también se han realizado excavaciones arqueológicas que se han centrado en la fortificación de Castro Ferral, una pieza clave en la articulación de la batalla. “Estos trabajos están demostrando que no se trataba solo de una torre de control y vigilancia del paso entre la Meseta y Andalucía, como se había considerado hasta el momento, sino de un verdadero castillo de unas dimensiones considerables. Además, se han descubierto varias líneas de muralla superpuestas, que muestran una historia mucho más compleja de lo previsto con anterioridad”, añade.

Estos primeros datos se expusieron el pasado 28 de marzo, en una conferencia invitada en el Museo Arqueológico Nacional (http://www.man.es/man/actividades/cursos-y-conferencias/20221004-2023-a…).

Historia
La Batalla de las Navas de Tolosa se produjo el 16 de julio de 1212, en el actual municipio de Santa Elena, en una zona que se encuentra dentro del Parque Natural Despeñaperros. La contienda se planteó como un enfrentamiento entre la Cristiandad y el Islam por los dos bandos combatientes. Por una parte, el cristiano, comandado por el rey castellano Alfonso VIII, consiguió la bula de cruzada por parte del papa, lo que incitó a aliarse a los reyes de Aragón y Navarra, a un importante número de caballeros procedentes de otros reinos de Europa (Italia, Francia, Inglaterra, etcétera), a las órdenes militares de Calatrava y Santiago (entre otras), así como a las milicias urbanas de todo el territorio peninsular cristiano. A este contingente se enfrentó el dirigido por el califa almohade, Muhammad al-Nasir (llamado Miramamolín en las fuentes escritas) que agrupaba al propio ejército norteafricano, junto a tropas andalusíes, tribus árabes, jinetes turcos (kurdos) y mercenarios cristianos. En ambos casos, se unieron un importante número de voluntarios, llamados a la guerra santa. La confluencia de gentes de muy diversa procedencia en un mismo lugar, representa una oportunidad única de abordar el estudio de estas sociedades.

Plano con la densidad de material arqueológico en Castro Ferral y cortafuegos.

13 de agosto de 2020

Salen a la luz restos de los palacios islámicos de Jaén

El descubrimiento se ha realizado en el interior de la iglesia del Convento de Santo Domingo y los restos encontrados se corresponderían a la decoración del pórtico de acceso al patio de uno de los palacios almohades de los siglos XII-XIII
A lo largo de las últimas semanas se ha producido el descubrimiento, sin precedentes, de unas yeserías islámicas en Jaén en el interior de la iglesia del Convento de Santo Domingo. Su excepcionalidad viene dada no solo por su excelente conservación, sino también porque se trata de la primera vez que son identificados restos de estas características en la ciudad. 

Según describe la arqueóloga, Mercedes Navarro, los restos hallados corresponden a la decoración del pórtico de acceso al patio de uno de los palacios almohades (ss. XII-XIII) que ya fueron descubiertos hace más de una década en los solares contiguos/anejos. Por lo tanto, su documentación confirma las hipótesis que se formularon en su momento sobre la existencia de varios pabellones que conformarían un “espacio de poder” en pleno centro del casco histórico. 

Esta actuación se enmarcó en un contexto de transformaciones urbanas: se amplió la ciudad y su amurallado, se construyó un raudal subterráneo para el abastecimiento de agua y se levantó una nueva mezquita aljama (bajo la actual Catedral). El engrandecimiento y embellecimiento de la ciudad que se produjo durante este periodo almohade, llevó aparejada la construcción de nuevos edificios palaciegos de los que formaban parte las yeserías descubiertas. Sus paralelos más cercanos se encuentran en algunos de los palacios que conformaron el Alcázar de Sevilla, como el palacio del Yeso o el de la Contratación.

OTRAS ESTRUCTURAS DOCUMENTADAS
Además de estos restos, se han documentado otras estructuras que evidencian la transformación de la ciudad tras la conquista cristiana en 1246, primero, y posteriormente, tras la construcción del convento de Santo Domingo. Por lo tanto, esta excavación muestra evidencias únicas del devenir histórico de la ciudad de Jaén y de su progresiva evolución a lo largo de los siglos medievales y modernos.

La excavación de estos restos corresponde a la intervención arqueológica que está realizando el Área de Hª Medieval de la Universidad de Jaén, dirigida por Irene Montilla, y en la que participan Mercedes Navarro, Ana Visedo, Vicente Salvatierra y Juan Carlos Castillo. Esta actuación se encuadra en las obras de emergencia que se están llevando a cabo en la iglesia del Convento de Santo Domingo por parte de la Delegación Provincial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico de Jaén.

29 de mayo de 2015

Los arqueólogos descubren la puerta original del S. XIII en la torre del castillo de Villardompardo (Jaén)

Se trata de una puerta con arco enjarjado del S. XIII que en la actualidad está cegada por la construcción de un aljibe como consecuencia de los conflictos militares de la segunda mitad del siglo XIV. El hallazgo lo han realizado arqueólogos de la Universidad de Jaén durante la III campaña de excavaciones fruto del Convenio suscrito con el Ayuntamiento de Villardompardo.
Mercedes Navarro, Victoria Gutiérrez e Irene Montilla con parte del equipo de excavación en el interior de la torre. A la izquierda el arco interior de la puerta.
Poco a poco el castillo de Villardompardo va descubriendo sus secretos. Y es que después de dos campañas anteriores los arqueólogos de la Universidad de Jaén siguen sumando importantes logros en los trabajos de excavación del castillo-palacio de Villardompardo.

Según Mercedes Navarro, una de las arqueólogas que trabajan en el castillo bajo la dirección del profesor de Historia Medieval Vicente Salvatierra, "en la primera campaña de excavación realizada en el año 2012 los niveles documentados eran mayoritariamente de escombro pertenecientes a la demolición del edificio". "Después de dos campañas de excavación (2012-2013) que aportaron nuevos datos sobre la historia del castillo, a primeros de mayo se ha iniciado la tercera que está sorprendiéndonos con nuevos hallazgos".

Aspecto exterior de la puerta del S. XIII.

OCULTA HASTA NUESTROS DÍAS
De los descubrimientos que hemos realizado en el castillo -nos cuenta Navarro- el acceso original al torreón es uno de los mas destacados "Se trata de una puerta con arco enjarjado que ha permanecido oculta hasta nuestros días ya que fue cegada con la construcción de un aljibe en el interior de la torre , como consecuencia de los conflictos militares de la segunda mitad del siglo XIV".

La torre del castillo está levantada sobre la base geológica compuesta de margas y alcanza los 20 metros de altura. Por la parte en que la roca no aflora, los constructores dispusieron un zócalo de sillarejo. El resto de la torre es de mampostería en hileras regulares, mientras que las esquinas son de sillarejo más regular, que por la parte alta alterna con núcleos de ladrillo.

DIFERENTES REFORMAS
"La interpretación del castillo no es una tarea sencilla" -nos comenta Navarro- "ya que desde su edificación en el S. XIII en tiempos de Fernando III sobre un hipotético asentamiento islámico del que aún no tenemos ningún dato, el castillo ha pasado por diferentes reformas que lo han ido transformando y adaptando a diferentes usos".

"De todas las reformas realizadas, quizás la más importante es la que se llevó a cabo en el S. XVI, para adaptarlo como residencia palaciega". Según Mercedes Navarro, "en este momento, la torre defensiva queda integrada en el interior del palacio, lo que la hace invisible al exterior". "Se abren en ella nuevas puertas para comunicar diferentes estancias palaciegas y se construyen nuevas escaleras.

Fragmento del pavimento original del palacio. 

 "A esta importante reforma también pertenecería el actual acceso al recinto coronado con una imponente portada renacentista y la construcción de varios edificios en torno al patio central."

"De esta época -nos comenta Navarro- además de restos del pavimento cerámico original también hemos encontrado algunos elementos decorativos en yeso y una figura de plomo." 




DE PALACIO A PLAZA DE TOROS
Sin embargo, éste carácter palatino del castillo deja paso más adelante a su empleo como centro de concentración agrícola, debido a nuevas transformaciones en las naves residenciales que se convierten en zonas de almacenaje.

Posteriormente, ya en el S. XX el recinto del castillo es adaptado como plaza de toros, con lo que se destruyó una buena parte de la planta de los edificios.

Los trabajos en el castillo de Villardompardo son fruto del Convenio suscrito entre el Ayuntamiento de esta localidad gienense con la Universidad de Jaén para la recuperación de este espacio municipal que fué declarado Bien de Interés Cultural en 1985.