google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Guerra de la Independencia
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17 de diciembre de 2010

Personajes con Historia: Jerónimo Merino "el Cura Merino" (Villoviado -Burgos- 1769 - Alençon -Francia- 1844)

  • Durante la guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico, se convirtió en uno de los más prestigiosos guerrilleros de la resistencia española.

En 1808, ejerciendo de párroco en su municipio, pudo apreciar el maltrato que recibían los vecinos de las tropas francesas; esto le incitó a convertirse en guerrillero. Durante la guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico francés, se convirtió en uno de los más prestigiosos guerrilleros de la resistencia española, alcanzando el cargo de gobernador militar de Burgos en 1814 y Brigadier.
Jerónimo Merino, "el cura Merino".
«...Era un sacerdote que sufrió el abuso de las tropas que expandían la Revolución por Europa. Fue humillado y vejado en su función sacerdotal ante sus feligreses. Formó una de las partidas más conocidas de Castilla la Vieja para combatir a los revolucionarios. Don Jerónimo no era un guerrillero sino un intelectual que sólo conocía la guerra por la lectura pero logró formar un cuerpo guerrillero eficiente que lograría quitar el sueño a los mandos franceses...» 
Durante la guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico, se convirtió en uno de los más prestigiosos guerrilleros de la resistencia española. El 9 de junio de 1809, cuando se encontaba con su partida en Tordómar, recibe aviso de la llegada a Lerma en de una patrulla franca procedente de Burgos. Su éxito al aslatar el Palacio Ducal, rindiendo a la guarnición francesa, atrae a sus filas jóvenes estudiantes de la comarca, entre los cuales se encontraba Ramón Santillán.
A partir de julio de 1809, incrementadas sus fuerzas, actúa sobre las comunicaciones Burgos - Valladolid. Así, el 22 de enero de 1810 sorprendió a una división francesa en las inmediaciones de la villa de Dueñas, cayendo en la emboscada sobre 1.500 hombres, logrando evadirse solamente unos 200.
El 10 de julio de 1810, las tropas francesas al mando de Duvernet incendian la villa de Almazán en represalia a la tenaz resistencia,4 que dentro de sus muros, hizo el guerrillero con 1.600 hombres.
«... Las guerrillas, fuerza única que los españoles tenían en estas provincias interiores, se reunieron en el Duero, en Almazán, pueblo de la provincia de Soria. El gobernador francés de la capital de este nombre, Baste, coronel comandante de la marina de la Guardia Imperial, se puso en marcha desde dicha ciudad el 10 de julio por la mañana con una columna de 1.100 hombres, y atacó a las fuerzas españolas reunidas; mas habiendo sido rechazado después de siete horas de fuego, pidió por medio de un parlamento una suspensión de armas; pero faltando a su palabra, y durando aún el armisticio, atacó, resuelto a ocupar a todo trance la villa, con la mayor intensidad el puente, y consiguió entrar en ella después de haber sufrido una mortandad horrorosa. El cura Merino fue uno de los partidarios que se hallaron en esta acción con 200 caballos...» 
En 1811 funda el Regimiento de Húsares de Burgos en el que participaron entre otros Julián de Pablos y otros jóvenes lermeños como Ramón de Santillán futuro ministro de Hacienda y primer gobernador del Banco de España, y también el de infantería conocido como Regimiento de Arlanza.
Los húsares vestían pelliza azul bordada en blanco, y según Fredérick Hardman con “sus armas bruñidas y sus hermosos caballos, podían emparejarse, sin menoscabo, con la mejor fuerza regular de la Caballería francesa". A fines de julio de 1812 persigue a las tropas de Marmont, que se repliegan de Arapiles por el Valle del Esgueva.
Logró una audaz victoria en Roa, una de los pocas que efectuó Merino sobre poblaciones ocupadas por los franceses. También consiguió victorias en Quintanar de la Sierra y Hontoria del Pinar. En dichas victorias fue relevante su asentamiento en el Monte Carmona de Vilviestre del Pinar que probablemente funcionó como cuartel general. El 15 de abril de 1812 recibe aviso de cómo el batallón 1º del Vístula, formado por soldados polacos al servicio de Francia, salía de Aranda para efectuar requisición de carnes en el partido de Peñaranda de Duero y caseríos de las inmediaciones un convoy escoltado por 1.400 infantes, 150 caballos y dos piezas de artillería, lo que le agradaba pues veía la posibilidad de escarmentar él a los franceses que el día 2 de abril, habían ahorcado a los junteros en Soria, dejándolos colgados para escarmiento de la población. Determinó salir a su encuentro, atacando en el camino de Hontoria de Valdearados, cerca de Peñaranda de Duero, comunicando de este modo su acción:
La tumba del cura Merino en Lerma (Burgos).
«... Tenemos la satisfacción de anunciar a V.E. que el 16 del pasado mes de abril de 1812 han tenido estas tropas la acción más brillante de cuantas han ocurrido desde los principios de su formación: todo el batallón 1º del Vístula, compuesto de 669 polacos fueron fruto de ella. Habían salido de la villa de Aranda a continuar sus robos y saqueos. El Coronel Merino cae sobre ellos en Hontoria de Valdearados, en tan buena disposición, que ni uno siquiera se les fue. Sesenta y nueve murieron en el ataque, sin que por nuestra parte hubiese más desgracias que cinco heridos, el uno de gravedad, los demás polacos, con sus jefes y oficiales, quedaron prisioneros. Inmediatamente de concluída la acción mandaron los Comandantes degollar a 110 de ellos. El resto de los prisioneros ha sido conducido hacia las Asturias...» 
Acabada la guerra, volvió a su ministerio sacerdotal en Villoviado. Durante el Trienio Liberal(1820-1823) retomó la guerrilla, y se enroló en las partidas que marchaban apoyando la invasión de los «Cien Mil Hijos de San Luis» que acabaría con el gobierno liberal, siendo ascendido a Mariscal de Campo. A la muerte de Fernando VII, contando con 64 años de edad, se alistó en las fuerzas don Carlos, dirigiendo el alzamiento carlista en Castilla la Vieja. En 1834 fue nombrado Capitán General de Castilla la Vieja. En 1837 participó en la Expedición Real

Tras el Convenio de Vergara (1839) se exilió en Francia, siendo confinado por los franceses en el Depósito de Prisioneros de Alençon, donde murió en 1844. Sus restos fueron repatriados en 1962 y enterrados en Lerma (Burgos).

8 de mayo de 2010

Recuperado el convento-santuario de La Peregrina en Sahagún (León)






 Los amantes del arte podremos contemplar restaurado, a finales de octubre, el convento-santuario de La Peregrina de Sahagún, cuya recuperación ha generado hallazgos como arcos califales, yeserías hispanomusulmanas y enterramientos que consolidan al monumento como la mayor joya mudéjar del noroeste hispano.

Destrozado y esquilmado por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia, troceado y vendido en lotes en la Desamortización de Mendizábal, arruinado tras tiempos de abandono, desde el año 2006, este edificio del siglo XIII viene siendo recuperado, merced a unas inversiones que alcanzarán en distintas fases unos 6 millones de euros.
En Sahagún, que en la Edad Media era una importante ciudad bajo el poder de los benedictinos, se asentaron los franciscanos a mediados del siglo XIII y emprendieron la edificación -en 1257- de un ambicioso convento, en el extrarradio de la población.

Para Jose Ramón Sola, director de este proyecto de restauración, los franciscanos realizaron un proyecto magnificente, que en buena medida está en desacuerdo con la propia humildad de la orden, creando un edificio en un otero dominador de la ciudad, que entonces era la capital del Cluny en España.
Desde entonces, las obras avanzaron aportando elementos de una inusitada variedad y complejidad, algunos de los cuales se han descubierto en la restauración, de modo que si en algunos momentos parece que se traspuso a Sahagún el estilo constructivo de Toledo, en otros se impusieron marcadas influencias cordobesas.
El resultado fue un conglomerado de obra en ladrillo, que abarca arcos de medio punto, ojivales, polilobulados, túmidos y añadidos barrocos.

El Santuario fue destrozado y esquilmado por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia

La obra tiene inusitadas complejidades; entre ellas hay que apuntar que la gran nave fue rebajada cuatro metros de altura para poner una estructura barroca (siglo XVII) en el interior, con sus columnas que se acoplan a los paramentos de la iglesia original, o con un claustro -del que sólo queda una panda- que se construyó sin apoyarse en el muro de la iglesia, dejando un pasillo entre ambos elementos de apenas un metro de anchura.
Tras la desamortización la mayor parte del convento se destruyó y se salvó apenas una panda del claustro, la iglesia y el camarín exterior donde se veneraba la imagen de la Virgen Peregrina, una obra de la prestigiosa escultora sevillana Luisa Roldán, La Roldana, (1656-1704) que ahora se halla en un convento de monjas del lugar.

Entre los elementos más valiosos, destaca la decoración exterior, donde abundan diversos tipos de arquerías de influencia toledana; el extraordinario ábside, al que afluía la luz por seis grandes vanos, y la magnífica capilla de Diego de Sandoval, donde destaca un magnífico conjunto con yeserías que están siendo restauradas -e incluso descubiertas- en estos días.

No es extraña toda esa compleja obra de aire musulmán, porque -dice Sola- Sahagún era una ciudad de las tres religiones, en la que había aljama judía, barrio musulmán y barrio cristiano, atendido éste por otras nueve parroquias.
Para Sola, así como en otros territorios peninsulares los mudéjares eran esencialmente trabajadores del campo, en Sahagún eran constructores que tenían una gran tradición y variedad de conocimientos, como se revela con el hallazgo de los arcos túmidos descubiertos en estas obras.
Pero los elementos que se han descubierto van más allá: pinturas, enterramientos? y hasta capiteles de piedra, románicos, que han aparecido en medio de las paredes, y que parece que soportaban las bóvedas del coro, en la parte trasera del templo.
La recuperación de La Peregrina supone una aportación excepcional para Sahagún, donde existen otros edificios de factura románico-mudéjar, especialmente las iglesias de San Tirso y San Lorenzo, esta última, por desdicha, con problemas de estructura y cerrada al culto en la actualidad. EFE tad/bmc/orv