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31 de marzo de 2023

Inician la excavación del subsuelo romano de la catedral de Tarragona

El Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) y el Museo Diocesano de Tarragona han iniciado los trabajos de excavación en la sala de exedra romana del claustro de la catedral de Tarragona.
Los trabajos arqueológicos permitirán conocer la evolución histórica de la Catedral durante veinte siglos de historia. DIARI DE TARRAGONA

El Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) y el Museo Diocesano de Tarragona han iniciado los trabajos de excavación en la sala de exedra romana del claustro de la catedral de Tarragona.

Se trata de unas obras incluidas en los Proyectos Cuatrienales de la Generalitat y en el Plan Estratégico del Museo Diocesano de Tarragona, que cuentan con la financiación de la Generalitat, el Ayuntamiento de Tarragona, la Fundación Privada Mútua Catalana y la empresa Repsol.

En concreto, los arqueólogos están examinando los espacios de la antigua canónica agustiniana de la catedral de Tarragona, en la parte exterior del muro del recinto de culto imperial de época romana, del siglo I.

El codirector de las excavaciones Andreu Muñoz Virgili ha explicado que el objetivo es "registrar las estructuras para esclarecer datos de los sustratos de la fase romana, la época tardoantigua en la que se convierte en un gran vertedero, y la época medieval con la gran reforma del espacio para las dependencias de la canónica agustiniana".

Han empezado a excavar a nivel tardo-antiguo, de finales del siglo V, en el momento en que el recinto de culto imperial perdió sus funciones primigenias, ha señalado Muñoz, que espera que las excavaciones permitan llegar a documentar el momento constructivo del muro romano y, a partir de las evidencias, precisar la cronología de este conjunto monumental.

El arqueólogo e investigador del ICAC, Josep Maria Macias, ha señalado que "la realidad del patrimonio eclesiástico y el sustrato romano" de la ciudad, un conjunto excepcional que, una vez analizado, permitirá entender la evolución del complejo monumental de la catedral de Tarragona".

En este sentido, el director del Museo Diocesano de Tarragona, Andreu Muñoz Melgar, ha recordado que es el espacio donde se ubicará el futuro Museo Diocesano: "Un proyecto museográfico que apuesta por poner en valor tanto los objetos de la cultura cristiana como el gran continente que dispone de estructuras desde el época romana hasta el siglo XX. En definitiva, un auténtico centro de interpretación de la acrópolis de Tarragona".

Muñoz ha calificado el proyecto de "fascinante" y ha resaltado que formaría "un conjunto único en la Península Ibérica".

Para ello, ha anunciado que a finales de este año 2023 quiere tener el proyecto museográfico definido, es decir, "la implementación física de este proyecto museológico que tenemos".

En cuanto a los plazos, ha asegurado que "el calendario dependerá de la implicación de las instituciones y su colaboración económica para este proyecto integral".

Sobre las excavaciones que se están llevando a cabo, el director del Museo Diocesano ha asegurado que son "vitales porque nos permitirán mostrar y transferir los resultados científicos a la población", y ha agradecido la colaboración del Capítulo de la Catedral, "que siempre facilita y se pone a su lado para dar un impulso a la catedral".

El canónigo responsable del patrimonio artístico y documental, Antonio P. Martínez Subías, ha reafirmado que "el Capítulo de la Catedral apoyará todo lo que sea para desentrañar el hecho de la romanidad y de la medievalidad del templo y para enriquecer el patrimonio de Tarragona en la vertiente museográfica e histórica".

29 de noviembre de 2022

Nueva fase de excavaciones en la Catedral de Tarragona


El Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) y el Museo Diocesà han empezado el desarrollo de la tercera fase de búsqueda arqueológica en el conjunto monumental de la Catedral de Tarragona, que durará hasta el 2025. Las acciones, enmarcadas en los proyectos cuatrienales de la Generalitat, también incluyen la adecuación de los espacios catedralicios a fin de que formen parte del nuevo Museo Diocesà.
Imagen del Claustro de la Catedral de Tarragona. CATEDRAL DE TARRAGONA

La actuación comportará la inversión de 360.000 euros, financiados de manera directa o a través de la prestación de servicios por las diferentes entidades que colaboran en el proyecto, como el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Tarragona, Repsol, la Universidad de Barcelona y la UniversitatRovira i Virgili, entre otros.

Uno de los objetivos principales de la nueva fase es ampliar el conocimiento arqueológico de la Sala Axial. «Intentaremos averiguar si hay restos de época visigoda y miraremos si la sala llega hasta la fachada del Seminario», expuso Josep Maria Macias, director arqueológico del proyecto e investigador del ICAC.

Las excavaciones también se harán en el exterior septentrional del témenos (antiguo recinto de culto a un dios), así como en los jardines de la antigua capilla de Santa Tecla la Vella. Estas intervenciones permitirán garantizar la protección y conservación del patrimonio. Por otra parte, se revisarán y estudiarán los fondos museográficos derivados de las excavaciones previas, de mosén Serra Vilaró y Theodor Hauschild.

A partir de los estudios arqueológicos, se podrá obtener una secuencia diacrónica que explique la transformación del sector nordoccidental de la Catedral desde la época romana. «Queremos que los elementos arqueológicos acaben siendo musealizados», comentó el director del Museo Diocesà e investigador adscrito al ICAC, Andreu Muñoz, quién también remarcó la importancia de dar un «relato coherente» en el nuevo museo y «transferir el conocimiento a la sociedad».

Tal como apuntaron, la previsión es que la adecuación museística finalice en el 2026 a fin de que se pueda empezar a visitar. «Esta actuación nos servirá para conocer más y mejor el conjunto monumental», indicó el decano del Capítol Catedral de Tarragona, Antoni P. de Mendiguren.

Uno de los aspectos destacados de la iniciativa es la colaboración de diferentes entidades públicas. «Esta coordinación institucional no es muy habitual, motivo por el que Tarragona será un ejemplo», subrayó el director del ICAC, Josep Maria Palet.

«Las administraciones tenemos que incidir en la búsqueda, tenemos que invertir para saber de dónde venimos y facilitar el acceso a la cultura», añadió la directora de los Servicios Territoriales de Cultura de la Generalitat, Lourdes Malgrat, entidad que ha subvencionado los trabajos con 115.000 euros.

Por su parte, el Ayuntamiento de Tarragona ha aportado 60.000. «Tenemos que tener presencia en este tipo de proyectos que, en este caso, pretenden recuperar el culto imperial romano», explicó el consejero de Patrimonio Histórico, Hermán Pinedo.

En el 2005, el ICAC empezó a investigar el conjunto monumental de la Catedral, en colaboración con el Arzobispado y el Ayuntamiento. Después de las prospecciones geofísicas de 2007, en el 2010 se levantó el subsuelo y se encontró el templo de Augusto. En fases posteriores se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas en la nave central y en otros puntos de la Catedral.

17 de agosto de 2011

Nuevas pistas sobre el legendario templo de Augusto en Tarragona


El mítico templo de Augusto, joya de la arquitectura romana buscada durante 300 años y cuyos cimientos aparecieron en el verano de 2010 en el subsuelo de la Catedral de Tarragona, era incluso más grande y majestuoso de lo que los investigadores sospechaban. La campaña de excavación arqueológica que se ha realizado desde el 27 de junio hasta el pasado 5 de agosto, ha confirmado que la estructura de cimentación se alarga más de 43 metros. "Las evidencias y los nuevos resultados de las pruebas geofísicas realizadas por Albert Casas (Universidad de Barcelona) indican –explica Andreu Muñoz, uno de los arquitectos directores- que la longitud de la construcción podría alcanzar los 46 ó 47 metros, por 27 de anchura", y no 32 como habían documentado los científicos.
Buscado durante más de 300 años, sus cimientos aparecieron en 2010.
"Son medidas que hacen pensar en los templos más legendarios, como el de Mars Ultor en Roma (50 por 36 metros) o el de Itálica (Santiponce, Sevilla) dedicado a Trajano (49 por 29), aunque es de cronología posterior", ha añadido Muñoz. "Era uno de los templos más grandes de todo el imperio, los de su tamaño se pueden contar con los dedos de una mano", ha recordado Isabel Solà, directora del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC).
El equipo investigador, dirigido también por Inma Teixell (Ayuntamiento) y Josep María Macías (ICAC), considera "básicamente demostrado" que bajo la Catedral se asentó el gran templo romano de culto imperial, "foco de admiración en todo el mundo antiguo", con una fachada de ocho columnas y rodeado de una plaza porticada que imita el programa arquitectónico del forum de Augusto, en Roma.

Los investigadores siguen sin encontrar los vestigios de la antigua catedral visigótica. "Sabemos que es una construcción del siglo I después de Cristo, no hemos podido datar con más exactitud, y ahora también sabemos que no está aquí, por lo que habrá que estudiar otras ubicaciones", ha indicado Teixell. La excavación ha servido también para enriquecer el conocimiento sobre los 2.000 años de historia de la Catedral, y especialmente "las huellas de la construcción medieval a partir del siglo XII".
El equipo científico, tras dos meses de excavación en 2010 y 2011, ha evidenciado la existencia de una espectacular base de mortero romano (hecho con cal, arena y piedras) de 1,80 metros de ancho y 2,30 de profundidad capaz de sustentar un edificio actual de 37 metros de altura. Ello da una idea de las dimensiones del templo, cuya anchura ocupaba toda la nave central actual y parte de las laterales. Presidía el recinto de culto, la "plaza sagrada" de dos hectáreas de superficie del Fórum Provincial de Tarraco. "Con estas medidas, que encajan a la perfección, el templo queda perfectamente centrado en el espacio público".
(Fuente: El Mundo/Roberto Villarreal)

8 de julio de 2011

Descubren cajas sepulcrales en el subsuelo de la catedral de Tarragona

La creencia que debajo de la nave central de la actual Catedral se encontraban los restos del Templo de Augusto llevó a la realización de un amplio proyecto de búsqueda para su localización.
En el marco de una visita de obras, la arqueóloga del Ayuntamiento de Tarragona, Imma Teixell, ha destacado que se trata de un hallazgo "excepcional", pese a que ya había indicios y documentación que apuntaban a la presencia de estas tumbas, en las se enterraron arzobispos durante los siglos XVII, XVIII y XIX.
Los arqueólogos buscan el Templo de Augusto
en el subsuelo de la catedral de Tarragona.
Las tumbas se han localizado en el tramo de la nave central de la Catedral próximo al transepto, y podrían haber descansado en los cimientos del Templo de Augusto, según los arqueólogos.
Por otra parte, la próxima semana se iniciará la segunda fase de los trabajos arqueológicos en la nave central de la Catedral, concretamente en el eje axial de la nave y, a la vez, eje del posible templo de Augusto -donde se ubicaba la celda que contendía la estatua del emperador- y del recinto sacro del Concilium Prouinciae.
También se realizarán excavaciones en el área del ábside de la actual fábrica del recinto catedralicio.
"La elección de estos espacios viene motivada, entre otras cuestiones, por el interés del grupo de investigación que dirige este proyecto para conocer la naturaleza estructural del templo romano, así como las posibles evidencias de ocupación tardorromana y visigótica en esta zona", han señalado los responsables de los trabajos.
Al mismo tiempo, se prestará especial atención a todas aquellas posibles evidencias que aparezcan relacionadas con la catedral visigótica.
Durante esta semana, se han llevado a cabo una serie de labores previas destinadas a la preparación de los espacios de la nave central, donde a partir de la semana que viene se iniciará la intervención arqueológica, que se prolongará hasta mediados de agosto y obligará a cerrar al público la Catedral de Tarragona.
La creencia que debajo de la nave central de la actual Catedral se encontraban los restos del Templo de Augusto llevó a la realización de un amplio proyecto de búsqueda para su localización.
Así, en el año 2007 se llevó a cabo una intensa campaña de prospección geofísica que permitió documentar el posible basamento del templo, y el año pasado se realizó un sondeo estratigráfico de 32 metros cuadrados que confirmó los resultados de las prospecciones.
Se constató la conservación de la plataforma de fundamentación de un templo, justo en el eje axial de la gran plaza romana, en el mismo eje de simetría que sigue la Catedral medieval.
Plano de planta de la Catedral de Tarragona.
Dado que esta gran estructura está rodeada por una gran plaza porticada que imita el Foro de Augusto en Roma, el hallazgo "se tiene que identificar necesariamente con el templo de culto imperial de la provincia de la Hispania Citerior, con toda probabilidad el erigido al emperador August", afirman los arqueólogos del proyecto.
El Institut Cátala d'Arqueologia Clàssica (ICAC), el Ayuntamiento de Tarragona y el Arzobispado de Tarragona son las instituciones que llevan a cabo las excavaciones. 

(Fuente: ABC)

29 de julio de 2010

Tarragona: las excavaciones confirman que el templo de Augusto está bajo la Catedral

 La excavación arqueológica realizada durante este mes de julio ha permitido corroborar la presencia del templo romano de ocho columnas frontales dedicado al emperador Augusto en el subsuelo de la catedral de Tarragona.
El equipo multidisciplinar encargado de excavar un espacio rectangular de 35 metros cuadrados situado en la zona de acceso principal de la nave mayor de la catedral ha localizado los muros de cimentación de la escalera de acceso al templo y de la base del podio.

"No se puede verificar de manera absoluta que el templo encontrado sea el dedicado al emperador Augusto, pero hay una serie de evidencias que llevan a considerar el hecho desde una alta probabilidad", han explicado hoy los arqueólogos responsables de la excavación, fruto de un convenio entre el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), el Arzobispado de Tarragona y el Ayuntamiento.
En concreto, se ha podido comprobar que se trata de un templo octástilo -de ocho columnas frontales-, rodeado por una plaza porticada que imita el programa arquitectónico del foro de Augusto de Roma, presidido por el templo de Mars Ultor (Marte Vengador).
Las estructuras que han podido ser localizadas corresponden a la parte inferior de la cimentación del edificio, en concreto los fundamentos de las escaleras de acceso al templo y una gran estructura (un gran muro) con una anchura aproximada de 1,80 metros, ha explicado Isabel Rodà, directora del ICAC.
Además, una sondeo realizado por el Colegio de Arquitectos de una profundidad de 2,30 metros ha permitido saber que los cimientos tenían una resistencia capaz de sustentar un edificio actual de unos 37 metros de altura, han destacado los arqueólogos.
Durante la excavación se han encontrado también elementos de escultura arquitectónica en diferentes tipos de mármol, como Luni-Carrara (Italia) o Giallo antico (Túnez), y dos de estos elementos decorados son de mármol proconeso (Turquía).
"Sabemos que el emperador Adriano permaneció en Tarraco durante el invierno de los años 122-123 después de Cristo y que sufragó la restauración del templo de Augusto, y, aunque desconocemos el alcance de esta obra, se han relacionado con este hecho dos capiteles corintios de mármol del Proconeso", han resaltado los expertos.
Pese a constatar que se trata con toda probabilidad del templo de Augusto, la intervención -que también ha puesto al descubierto restos más recientes- "no ha permitido determinar el periodo exacto de su construcción", ha explicado Josep Maria Macías, arqueólogo del ICAC y codirector de la excavación.
No obstante, se sabe que el recinto de culto se enmarca cronológicamente "en un momento indeterminado" del siglo I después de Cristo.
Los resultados de la excavación vienen a corroborar sobre el terreno la prospección geofísica realizada en el año 2007, que detectó la presencia de un recinto de ocho columnas frontales, de 25 por 40 metros, bajo la actual nave central de la catedral.
De hecho, la imagen tridimensional obtenida gracias a esta prospección mostraba un templo situado en el centro de una plaza porticada y levantado sobre un podium.
El próximo paso será la publicación, posiblemente a finales de año, de un libro con los resultados de los trabajos, mientras que los restos excavados se cubrirán -mañana y el sábado habrá jornadas de puertas abiertas- y se instalará un plafón informando del importante patrimonio que se encuentra en el subsuelo de la catedral.
En un futuro próximo, no se descarta una nueva intervención arqueológica que arroje más luz a la fecha de construcción del templo, que ocupa todo el ancho de la nave central y gran parte de las laterales.
Los resultados preliminares de esta excavación han permitido resolver uno de los interrogantes arqueológicos más importantes de las provincias occidentales del antiguo Imperio Romano. (Fuente: EFE)

3 de julio de 2010

Arqueología: Comienzan los trabajos de búsqueda del templo del emperador Augusto bajo la Catedral de Tarragona

Un equipo multidisciplinar de 25 personas ha iniciado este viernes la excavación del subsuelo de la Catedral de Tarragona, en la zona del acceso principal de la nave mayor, en la búsqueda de los cimientos del templo del emperador Augusto que debería encontrarse en ese área de la basílica.
Según los indicios de las últimas prospecciones --realizadas con las tecnologías más avanzadas en 2007-- "y los conocimientos de 200 años de historiografía" el templo debería situarse en esa zona, ha explicado a Europa Press el investigador del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), Josep Maria Macías.

En este momento se están terminando de retirar los rellenos de cimentación del enlosado, que se ha levantado piedra por piedra y que también analizarán los geólogos para saber si se trata del pavimento original de la Catedral, en una superficie de 25 metros cuadrados.

El próximo paso es profundizar "hasta los tres metros" para localizar una base de mortero de cal de 27 metros de ancho por 35 de largo, la evidencia del hallazgo que despejaría una incógnita arqueológica de resonancia internacional. "Es excepcional poder excavar en una Catedral, pero por la ubicación en el área sagrada de Tarragona, por las fechas de las monedas creemos que vamos en la dirección correcta", ha valorado Macías.

A lo largo de este mes, arqueólogos, dibujantes, especialistas en análisis de piedra y cerámica y biólogos, entre otros investigadores, tratarán de resolver el enigma. Según la representación en las monedas de la época, el templo de Augusto era una imponente construcción con un frontal de ocho columnas, de las que hay muy pocas en todo el mundo.

El arqueólogo del Capítulo Catedralicio, Andreu Muñoz, ha adelantado que no esperan encontrar restos espectaculares, ya que los sillares, los elementos decorativos y los revestimientos de mármol fueron expoliados, por lo que no es previsible crear ningún área visitable. "La intención es volver a cerrar la fosa y dejar el pavimento como estaba". (Europa Press)

14 de junio de 2010

Noticia. Buscarán el templo de Augusto en la catedral de Tarragona

En los primeros días de julio, y durante un mes, comenzará la excavación arqueológica en el interior de la catedral para conocer qué esconde el subsuelo del templo y validar la prospección geofísica realizada en 2007.

Mediante una fosa de siete metros de longitud y tres de ancho, y a una profundidad aproximada de un metro y medio, un equipo de especialistas espera encontrar los cimientos del templo del emperador Augusto cerca de la entrada principal de la Catedral. "Las evidencias indican que la hipotética fachada debería estar ahí", avanzó Andreu Muñoz, arqueólogo del capítulo catedralicio.


"No se trata de un templo cualquiera, sino un monumento emblemático cuya ubicación se ha buscado durante décadas y sigue siendo una incógnita; era una construcción representada en las monedas con un frontal de ocho columnas; sería un descubrimiento capital, con repercusión mundial, porque no hay muchos como éste", afirmó la directora del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), Isabel Rodà de Llanza.

El investigador del ICAC, Josep Maria Macias, explicó que no se trata de una búsqueda a ciegas, ya que los equipos actuales son "herederos de varios siglos de estudios y de recopilación de información y evidencias físicas sobre el templo". Macias indicó que el tipo de cimentación con "plataformas de mortero de cal con piedra", y la edad de los vestigios confirmarían el hallazgo.

La arqueóloga municipal, Teixell Navarro, y el propio Andreu Muñoz, confirmaron que no esperan encontrar restos espectaculares, ya que los sillares, los elementos decorativos y los revestimientos de mármol fueron expoliados, por lo que no es previsible crear ningún área visitable. "La intención es volver a cerrar la fosa y dejar el pavimento como estaba".

Se trata de la primera vez en que se emplean aplicaciones geofísicas para guiar una cata arqueológica, por lo que "la comunidad científica mira atentamente esta colaboración tecnológica", añadió Muñoz.

Los avances detallados de los trabajos de excavación, que requerirán de la supervisión de un grupo muy cualificado de hasta seis asesores científicos en función de los restos que vayan apareciendo, podrá seguirse en un canal específico creado en la web de la revista científica 'Sapiens' a finales de junio.

El convenio firmado entre el Ayuntamiento de Tarragona, el ICAC y el Capítulo Catedralicio fija un primer presupuesto de 50.000 euros. Los resultados de la excavación serán recogidos en una publicación especializada.

Fuente:
Europa Press

29 de mayo de 2010

Destruyen en Tarragona restos romanos antes de acabar la excavación

Trabajadores de la empresa de arqueología que examinaban los restos hallados en las obras del Mercat Central procedían el viernes a destruir parte de un acueducto de época romana en muy buen estado de conservación así como las paredes de un edificio que ha aparecido en la última de las intervenciones que se lleva a cabo en torno al Mercat Central. Los trabajos se hacen con pico y pala y con un martillo eléctrico.


Foto: Un trabajador desmonta la canalización. Sobre el muro de la derecha, el martillo eléctrico que se utiliza para destruirla.


La demolición de restos romanos antes de que haya finalizado la excavación constituye un hecho inusual. El procedimiento normal consiste en que, una vez concluida la fase de desentierro de las estructuras, se elabora un informe que, posteriormente, se remite al Departament de Cultura para que la Comissió Territorial del Patrimoni Cultural determine qué se hace con los restos aparecidos.

El director de los Serveis Territorials de Cultura, Adam Manyè, declaró al Diari que la empresa «tiene permiso y sigue el proceso según las condiciones que se pusieron». La Generalitat «ha autorizado» la destrucción de los restos de época romana y «no nos consta que la empresa haga algo que no está permitido».

50 metros de acueducto

El tramo de acueducto hallado junto al Mercat Central, en la calle Colom, mide unos cincuenta metros y ha sido encontrado a 1,5 metros de profundidad. La estructura presenta un canal de sesenta centímetros de ancho y tiene una altura de otros ochenta.

La canalización fue construida a partir de la utilización de hormigón y su amplitud se sitúa en torno a 1,5 metros. En la parte interior se observan los bordes sobre los que se colocaban losas para taparlo.

El presidente de la Reial Societat Arqueològica Tarraconense, Rafael Gabriel, manifestó que nos tememos que estos restos romanos están condenados desde hace tiempo y nos sorprende el poco rigor de la excavación: mientras haya el cobijo oficial, en Tarragona se puede hacer cualquier cosa».

Gabriel opina que «la arqueología se sigue viendo como un obstáculo y, mientras no haya un cambio de actitud, se va trampeando la situación. Parece que estemos dentro de un sistema de complicidades y no se ofrece una información clara. Por ejemplo, la ciudad aún no sabe si en el interior del Mercat Central han aparecido restos o no».

«Es contradictorio excavar con pincel como si se tratara de un yacimiento prehistórico y que se destruyan restos antes de finalizar la excavación», añadió. (Diari de Tarragona.com)