google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Un viaje hacia los sepulcros de Barxacova (Orense)

15 de junio de 2011

Un viaje hacia los sepulcros de Barxacova (Orense)


En Parada de Sil se conservan restos de un eremitorio y sepulturas de la Alta Edad Media
El origen del nombre de la Ribeira Sacra se ha atribuido habitualmente a la existencia de numerosas fundaciones monásticas en las orillas del Sil y del Miño. El actual topónimo -según las investigaciones realizadas hace años por el filólogo Manuel Vidán Torreira- parece deberse en realidad a un error del cronista benedictino Antonio Yepes, que en el siglo XVII interpretó equivocadamente los documentos medievales que hablaban de la Rivoira Sacrata, nombre que aludía en realidad a un bosque de robles. Pero la presencia de los eremitorios y los monasterios ha marcado indudablemente la historia de estas tierras ribereñas desde la temprana Edad Media.
Una posible tumba en San Vitor.
Unos estos antiguos asentamientos de origen eremítico es la necrópolis altomedieval de San Vítor, situada en las cercanías de la pequeña localidad de San Lourenzo de Barxacova, en el municipio ourensano de Parada de Sil. Recientes excavaciones arqueológicas han puesto al descubierto un conjunto de antiguas sepulturas que añaden un especial interés a la espectacularidad paisajística que caracteriza este lugar. 


Recorrido hasta las tumbas
Para llegar a la necrópolis hay que dirigirse primeramente al pueblo de San Lourenzo. Si se toma Monforte como punto de partida, hay que seguir la carretera de Doade, Castro Caldelas, A Teixeira y Parada de Sil, en un recorrido de unos 36 kilómetros. Una vez en San Lourenzo, hay que situarse en la parte alta de la aldea, de donde arranca un camino que lleva a San Vítor y a Val de Forgas. A unos quinientos metros del punto de partida hay una bifurcación señalizada como ruta del cañón del río Mao. Hay que seguir de frente sin desviarse y andar otros cien metros para llegar al emplazamiento del antiguo santuario de San Vítor.
En el lugar destaca la presencia de un peñasco de gran tamaño donde al parecer estuvo situada una capilla hoy desaparecida. Sobre la roca se pueden distinguir dos sepulturas y distintos rebajes que parecen corresponder a otra tumba que quedó a medio construir. En los alrededores se puede ver varios sepulcros tallados en la roca viva, posiblemente relacionados con el eremitorio que debió de existir en este lugar.
Una necrópolis altomedieval
En una intervención arqueológica realizada en el año 2010 en el lugar de San Vítor fueron identificados más de una decena de sepulcros antropomorfos y algunos más en fase de inicio o a medio construir. Según los investigadores que realizaron este estudio, esta podría ser una de las necrópolis del periodo altomedieval más importantes de Galicia. En la excavación también se hallaron restos de cerámica medieval y una moneda acuñada durante el reinado de Alfonso V de Portugal, en el siglo XV. En las proximidades de la capilla se encontró una moneda de plata de los tiempos de Enrique II de Castilla, es decir, un siglo más antigua que la anterior.
De la capilla que se alzó sobre la roca ya se tenía constancia desde tiempos antiguos. Las ruinas de esta construcción fueron derribadas al parecer en el siglo XIX y sus restos quedaron diseminados por el lugar, donde se encontraron varias piedras labradas y restos de cerámica.
Dos antiguos monasterios
En un documento de 1155 se menciona la existencia de los monasterios de San Lourenzo de Caldelas y de San Adrián, ambos situados en esta zona de la Ribeira Sacra y a escasa distancia entre sí. Cabe la posibilidad de que el primero de ellos estuviese situado en el actual pueblo de San Lourenzo, que en los muros algunas de sus viviendas se conservan piedras labradas que parecen de diversas épocas. También es posible que existiera una relación entre la necrópolis, la antigua ermita y los dos monasterios
Esta ruta, al igual que otras de esta serie, se ha recogido también en un vídeo que puede verse en el canal carlosrueda1954 de YouTube y que en La Bitácora te dejamos aquí.


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