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7 de octubre de 2016

Las excavaciones del castro de Montealegre sacan a la luz una escultura antropomorfa del siglo I a.C.

Mide unos 60 centímetros de altura, es de granito y no conserva la cabeza. Representa un humano sedente con los brazos pegados al cuerpo y su gran valor reside en que fue encontrada en el propio contexto arqueológico. Desde primavera ya se han recuperado más de 20.000 piezas, la mayoría de cerámica y metal
Un equipo de quince personas trabaja en el castro hasta noviembre. FOTO: G. NÚÑEZ
El castro de Montealegre de Domaio (Pontevedra), cuenta ya con una pieza que protagonizará sin duda los escritos y estudios que se hagan en el futuro sobre este asentamiento. Se trata de una escultura antropomorfa de unos 60 centímetros de altura que el equipo de 15 personas dirigido por el arqueólogo Miguel Vidal encontró hace unas dos semanas. La figura es de granito y no conserva la cabeza. Representa un humano sedente con los brazos pegados al cuerpo. El gran valor de la pieza reside, entre otros aspectos, en que fue encontrada en el propio contexto arqueológico, pues muchas esculturas de este tipo aparecen muy desplazadas y extraer información sobre su origen es muy complicado. 

En este caso, los estratos inferiores del castro sobre los que trabajan los expertos, están datados en el llamado "cambio de era", con una supuesta ocupación continuada entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. La pieza se encuentra ya en fase de estudio y el arqueólogo reconoce que el trabajo por delante es intenso, y es que todavía se desconoce si es un hombre o una mujer o si tenía un significado simbólico o meramente práctico. Lo que parece claro es que no se trata de la representación de un guerrero, cuya función simbólica en los accesos a distintos castros se descubrió en diferentes yacimientos de Galicia y el norte de Portugal.

INTERVENCIÓN HASTA NOVIEMBRE
Las excavaciones se están realizando sobre una superficie de 700 metros cuadrados en la cara oeste del monte y sobre unos 400 metros cuadrados en el este. Esta segunda zona todavía se encuentra en una fase inicial de los trabajos y su excavación se intensificar hasta noviembre, cuando está previsto que concluya la intervención sobre el terreno.


Hasta ahora se han extraído y clasificado más de 20.000 piezas. Con la colaboración de expertos de la Universidad de La Coruña comenzó ya el trabajo para reconstruir el modo de vida del castro de Montealegre a partir de los elementos con valor histórico recuperados. Una vez que acaben las excavaciones el arqueólogo tiene 6 meses más de trabajo, entre el que destaca la reconstrucción digital en 3D de las piezas.

Además de la escultura antropomorfa, han aparecido elementos muy interesantes desde el punto de vista histórico.

OTROS HALLAZGOS
El más llamativo es el vial de entrada al castro con enlosado. Se conservan en perfecto estado más de 10 metros de esa vía. Miguel Vidal explica que no se conservan muchos en Galicia, pues las excavaciones parciales de castros suelen centrase en las cimas de los montes, en donde se dan los asentamientos más antiguos, mientras que la entrada está en la parte baja.

En este caso no está previsto que se excave la cima, pues quedará sobre el túnel y no estará afectada por las obras. Se identifican claramente en la vista los restos de hogares castrexos y el arqueólogo habla de que en su máximo apogeo el castro de Montealegre alcanzó las 3 hectáreas de superficie y se calcula que residieron en él unas 300 personas.

CERÁMICA
Las piezas de cerámica son las que más encuentran. Sobre todo restos de ánforas y de recipientes y utensilios de cocina. Las ánforas denotan un posible comercio con productos que llegaban de la zona de Gibraltar. "Era común que trajeran al noroeste peninsular vino, aceite y productos de salazón como pescado o la salsa Garum (muy común en la antigua Roma)", explica el experto. Es posible que se intercambiaran por otros productos como estaño, que era muy abundante en todo el área de población castrexa.

Las más de 20.000 piezas encontradas hasta la fecha no son solo elementos cerámicos o piedra, sino que también han aparecido distintos objetos fabricados en metal como dos anzuelos de bronce, fíbulas de distintas formas para sujetar las capas y agujas para los recogidos del pelo confeccionadas en bronce y con una detallada ornamentación.

HOGARES 
En la zona oeste del yacimiento excavado, el personal trabaja en una ladera con estructuras de habitación que se levantan en unos 30 metros de pendiente, con una inclinación del 55%, dificultando mucho las tareas. Hasta cinco estructuras construidas se encontraron, con buena parte de los muros perfectamente conservados bajo tierra y que ahora se reproducirán digitalmente mediante fotografías y técnicas en tres dimensiones para su posterior estudio, pues esta área periférica del castro desaparecerá con la construcción de la futura autovía.

Cerca de la vía de acceso los expertos entienden que las primeras estructuras acogían dentro de sus muros zonas de taller y de almacenamiento. En la parte más alta es claramente identificable un hogar con un pequeño vestíbulo en el que se conservan restos de una zona de combustión con varias piedras, que se pudo haber utilizado para cocinar o para otras tareas.

La intervención en la zona este ya desveló los restos de al menos una estructura de piedra, así como un enorme conchero colectivo, en donde los restos de moluscos denotaban la tremenda importancia de éstos en la dieta de la época.

Las conchas de moluscos permitieron conservar también restos orgánicos de las especies de animales que comían, entre las que destaca un asta de ciervo con 2.000 años de antigüedad. Apareció también una moneda con la efigie del emperador romano Tiberio (14-37 A.C.).

6 de octubre de 2016

Localizan seis nuevos cuerpos de época visigoda en el yacimiento de Argandenes (Asturias)

Los expertos no descartan que el número de individuos aparecidos pueda aumentar una vez se analicen en laboratorio todos los restos óseos que están apareciendo muy dispersos y fragmentados. En total ya se han documentado los restos de 25 individuos. 
Rogelio Estrada supervisa los trabajos en el yacimiento de Argandeses. FOTO: NEL ACEBAL.
El equipo de investigación, dirigido por el arqueólogo Rogelio Estrada, que trabaja en la localidad piloñesa de Argandenes, ha logrado desenterrar los restos de, al menos, seis individuos en la presente excavación, que se suman a los 19 hallados en anteriores campañas. 

RESTOS DISPERSOS
La nueva fase de estudio del yacimiento dio comienzo hace varias semanas, gracias a la partida económica de 7.000 euros, aportada por el Ayuntamiento de Piloña. Se trata de restos que se encuentran muy dispersos y desmenuzados, en su mayor parte, «por lo que es muy complicado determinar en un primer momento, el número exacto de individuos, por eso preferimos establecer un número mínimo», explica Estrada. La aparición de restos humanos está siendo continua en los últimos días, según avanzan las labores de excavación. En la tarde de ayer fueron localizados otros restos «que parecen estar en mejor estado, dentro de la situación un tanto caótica que hay en el enterramiento».

El paso del tiempo, con las continuas erosiones de los agentes ambientales e incluso intervenciones humanas, hacen que la situación en el enterramiento «sea de gran desorden, no es como un cementerio medieval, donde hay más organización en las tumbas».

EN LOS ALBORES DEL REINO DE ASTURIAS
«En algunos casos nos encontramos con enterramientos con un cuerpo ubicado donde ya había otro, por lo que los huesos pueden estar mezclados», añade, recordando que siempre es posible determinar el número de individuos, «pero es una labor posterior, después de realizar los oportunos análisis, no se puede determinar sobre la marcha».
Los restos humanos y objetos que están apareciendo resultan muy clarificadores para determinar que abarcarían un período de unos doscientos años, entre un momento avanzado del siglo V y el siglo VII, es decir, en los albores del nacimiento del Reino de Asturias.

Se trata de un período poco conocido en el Principado en lo que respecta a yacimientos y cultura material, «una etapa oscura, que hasta ahora está representada un poco de soslayo». Sin embargo, el yacimiento piloñés «nos centra exclusivamente en ese período y aporta un repertorio material tardo antiguo de lo que conocemos normalmente como época visigoda».

Precisamente los objetos de la época también aparecen continuamente en el yacimiento, posiblemente porque acompañaban a los difuntos en su enterramiento. Hebillas de cinturón, cuchillos y ornamentos son algunos de estos elementos que ratifican las sospechas de los investigadores: se trata de un lugar donde se enterraban señores, personas de cierto nivel social y económico.

ENTERRADOS CON OBJETOS

En este caso, «tenemos suerte, es más agradecido, porque en esta época era más común enterrar a los muertos con ropas y objetos, es distinto a la época medieval, donde normalmente se enterraban desnudos», explica Estrada.

La buena posición social y económica de los difuntos de este enterramiento, también quedaría refrendada por su ubicación: se encuentra en un lugar privilegiado, con unas vistas extraordinarias, «de ese gran corredor que se abre entre Cangas de Onís y Oviedo, se divisan una panorámicas impresionantes, algo que creemos tuvo que ser determinante para elegir este lugar».

En los próximos días también se contará con la presencia de especialistas de la Universidad de Santiago de Compostela, con el objetivo de obtener muestras de polen. Estas permitirán conocer qué tipo de vegetación había en la zona en aquella época.

En la presente campaña de excavación también ha aparecido alguna tumba con características más especiales, «con una estructura más original y con un lecho de pizarras». Todos estos elementos deberán ser estudiados ahora con detenimiento, para establecer unas conclusiones que se darán a conocer una vez que finalice la campaña, que al menos se alargará dos semanas más.

5 de octubre de 2016

Unas obras sacan a la luz el puerto romano de Cartago Nova

El muelle datado en el S. I a.C. tiene una estructura formada por dos muros paralelos, realizados con sillares de arenisca y rematado en superficie por una losa de caliza. Se trataría de «uno de los escasos testimonios de la arquitectura portuaria de época romana que se pueden estudiar en nuestro país".
Los restos del S. I aC han aparecido a tres metros bajo el nivel freático.
Los cimientos de Cartagena siguen arrojando historia. El último hallazgo se ha producido en las obras de la Casa Llagostera de la calle Mayor. Los trabajos han 'descubierto' el antiguo puerto de Cartago Nova, un hito que ya ha sido confirmado por la consejería de Cultura.

Según el departamento regional, durante la supervisión arqueológica de las obras «se ha documentado el muro del muelle del puerto de la antigua ciudad romana». Explican desde Cultura que los trabajos en la Casa Llagostera -donde está en marcha la edificación de 23 viviendas, previa conservación de la fachada- cuentan con supervisión arqueológica por la sospecha de que en ese sector se conservasen estructuras portuarias de Cartago Nova, por lo que las obras se autorizaron con la condición de que se efectuase dicha intervención y de que en caso de que se documentasen restos de interés arqueológico de procediera a detener las obras y efectuar una excavación arqueológica manual.

De esta forma, según la consejera de Cultura, Noelia Arroyo, «el pasado día 27 de septiembre visitamos la excavación y se dieron instrucciones de que se detuvieran los trabajos y se presentara un informe con los resultados», el cual aún no ha sido recibido, pero es posible que llegue en los próximos días.

ESTRUCTURA ALTOIMPERIAL
Según Arroyo, «el muelle tiene una estructura formada por dos muros paralelos, realizados con sillares de arenisca, y rematado en superficie por una losa de caliza, ligados entre sí por tirantes a intervalos regulares». No obstante, la consejera precisó que ahora mismo se está en fase de estudio, «pero parece que tendría una datación altoimperial, del siglo I antes de Cristo, a falta de poder completar el informe».

De esta forma, el hallazgo vendría a confirmar las hipótesis que la investigación proponía sobre su localización, «si bien discurre de manera oblicua a la calle Mayor», concretó la consejera.

DE ESPECIAL RELEVANCIA

Desde la Consejería destacaron que «se trata de un hallazgo de especial relevancia para la investigación arqueológica de Cartago Nova, ya que hasta ahora sólo se disponía de una inscripción que se refería al puerto actualmente expuesta en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) de Cartagena, cedida por el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid.

Pero es que además se trataría de «uno de los escasos testimonios de la arquitectura portuaria de época romana que se pueden estudiar en nuestro país», por lo que la magnitud del hallazgo aún no se puede percibir de forma global.

A TRES METROS DE PROFUNDIDAD
La consejera de Cultura explicó que los restos han aparecido «a más de tres metros de profundidad, por debajo del nivel freático actual, pero en buen estado de conservación» y vaticinó que «este hallazgo, sin duda, convertirá a Cartagena, una vez más, en referencia arqueológica de nuestro país».

«Estamos a la espera de que llegue el informe arqueológico para ordenar la suspensión de las obras -que ya están detenidas- la realización de una excavación arqueológica manual, y la futura conservación de los restos del muelle», explicó Arroyo. El director de la excavación es Francisco Fernández Matallana.

LA EMPRESA ESPERA
Por su parte, la constructora aguarda las decisiones que se tomen por parte de la Consejería, aunque fuentes consultadas hablan de que la empresa podría proponer la recuperación de los restos con el objetivo de incluirlos en los sótanos del edificio a construir.

4 de octubre de 2016

Los arqueólogos descubren un túmulo funerario de hace 5.000 años en Asturias

Está intacto, tiene un diámetro de seis metros y es el primero de estas características que se documenta en la comarca del Nalón. Durante la excavación han aparecido diversos objetos vinculados al ritual funerario y propios de la cultura megalítica
San Martín del Rey Aurelio alberga en su territorio una «joya arqueológica» sin igual, por el momento, en el valle del Nalón (Asturias). Se trata de un túmulo del Neolítico que ha sido descubierto en el monte de La Casilla, en la campa conocida como L’Españal.

Tras una primera campaña de excavaciones se ha comprobado que el túmulo data de hace 5.000 años (3.000 a. C.) y que el mismo formaría parte de una necrópolis a la que también pertenecería el dolmen conocido como «la mesa de los moros» y otros túmulos que, según la directora de la excavación, Covadonga Ibáñez, se encuentran en peor estado de conservación. Sin embargo, la misma ha destacado la importancia de esta excavación porque es la primera de estas características de la comarca del Nalón y porque este hallazgo puede aportar datos científicos importantes al conocimiento que hasta ahora se tenía sobre el mundo funerario durante el Neolítico, no sólo en el valle, sino en todo el norte de España.

OBJETOS FUNERARIOS
Además, durante la excavación han aparecido varios objetos vinculados al ritual funerario, que según la arqueóloga «permiten conocer desde el mundo de los muertos el mundo de los vivos». Según ha explicado la concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, María Alonso, el proyecto de investigación arqueológica en el alto de L’Españal surge a partir de las obras de reforestación de La Casilla, cuando por azar aparecieron indicios que apuntaban a un posible yacimiento en la zona. En ese momento el Ayuntamiento paraliza las obras y delimita un perímetro de protección, para acto seguido encomendar a un equipo de investigadores, dirigidos por los arqueóloga Covadonga Ibáñez, la excavación arqueológica que se llevaría a cabo durante los meses de junio y julio. Según el alcalde, Enrique Fernández, también presente en el acto, el descubrimiento constituye «una joya arqueológica» y un «motivo de orgullo en la medida que este hallazgo consiga ubicar a San Martín del Rey Aurelio en el mapa» por la importancia del mismo para la historia.


INTACTO Y SIN EXCAVACIONES PREVIAS
De hecho, el director del Museo Arqueológico de Asturias, Ignacio Alonso, ha señalado que «es un túmulo muy especial» el hallado en la campa de L’Españal porque «es el primero que se encuentra intacto y sin excavaciones previas», con lo que, en su opinión, hay posibilidades de que dicho túmulo aporte «una información inédita». Además, el mismo ha querido destacar «el rigor» con el que la directora de la excavación ha desarrollado los trabajos, un procedimiento que ha calificado de «impecable».

Según ha explicado la arqueóloga Covadonga Ibáñez, quien ha mostrado su satisfacción por haber sido la primera en realizar una excavación de un túmulo Neolítico en la comarca del Nalón, el hallazgo revela en concreto la presencia de un monumento funerario fechado por el método del C14 a principios del III Milenio, de reducidas dimensiones, en torno a los 6 m de diámetro. Sin embargo, la misma ha matizado que se ha excavado algo menos de la mitad del espacio tumular identificado, lo que quiere decir que esta pequeña joya podría albergar nuevos descubrimientos si en un futuro se continuasen las labores de excavación. Junto al túmulo han aparecido también varios objetos vinculados con el ritual funerario a modo de ajuar, propios de la cultura megalítica lo que, según sus propias palabras, «permitirá conocer qué sucedió en ese túmulo que constituye «una cámara funeraria protegida por una coraza pétrea que protegía el interior de la cámara así como el ajuar funerario».

MÁS QUE UNA CÁMARA DOLMÉNICA
Covadonga Ibáñez ha explicado que «el túmulo tiene una configuración constructiva que supera el concepto de cámara dolménica, identificándose espacios relacionados con el método de construcción que nos ayudan a comprender cómo una sociedad tan pretérita pudo llevar a cabo ese monumento. Así pues, estos espacios descubiertos nos permiten ampliar el horizonte de la investigación, alejándonos de lo evidente, como es el interior de la cámara mortuoria».

No obstante, la directora de la excavación ha clarificado que lo que tienen por el momento es «una información parcial» en tanto que sólo se ha excavado la mitad del túmulo y que aún queda que el equipo que la acompaña en este proyecto estudie los elementos que han aparecido y que constituían el ajuar, elementos de los que habrá que determinar la técnica de fabricación. Lo que sí ha confirmado Ibáñez es que eran «objetos de formas geométricas o apuntados» y que esos elementos no fueron usados, con lo que «fueron elaborados para depositarlos como ofrenda funeraria», ha señalado.

RECURSO MUSEÍSTICO AL AIRE LIBRE
La arqueóloga ha informado también que por el momento «la excavación está finalizada» y que ésta «se ha vuelto a sellar por conservación y hasta que haya un proyecto de restauración», al menos, hasta el año que viene. No obstante, la misma sí que habló de que a partir de una restauración y una vez se haya estudiado el túmulo desde todas las vertientes, éste podría constituir «un recurso museístico al aire libre» y consideró posible «hacer una senda» de forma que el hallazgo del Neolítico pueda ser aprovechado como recurso turístico. Y es que durante el acto de presentación de la excavación se recordaba también que el túmulo se encuentra en un paraje natural de gran valor paisajístico próximo al dolmen conocido como «la mesa de los moros», que también formaría parte de esa necrópolis de la que también formarían parte otros túmulos en peor estado de conservación y restos de un recinto castreño; elementos todos estos que ya estaban recogidos en las cartas arqueológicas de San Martín del Rey Aurelio, a diferencia del túmulo que ahora ha sido hallado, del que no se tenía conocimiento.

3 de octubre de 2016

Doce objetos arqueológicos de Jaén formarán parte de una exposición europea itinerante

Los objetos seleccionados son el sarcófago paleocristiano de Martos (siglo IV), un fuste de columna de La Guardia (final del siglo V), pendientes y broche de cinturón de La Guardia (siglo VII), moneda carolingia y dírhem omeya del Tesorillo de Marroquíes Bajos de Jaén (siglos VIII-IX), olla de Cerro Miguelico de Torredelcampo (siglos IX-X), candil y jarra de Puente Tablas (siglos IX-X), capitel de la Campiña Sur (siglo X), diadema del Tesoro de Charilla de Alcalá La Real (siglo X), candil de bronce de Jimena (siglos X-XI), Dinar del Tesoro de Marroquíes Altos de Jaén (siglo XI) y una albanega hallada en el Castillo de Santa Catalina de Jaén (siglo XII).
Sarcófago paleocristiano del siglo IV de Martos (Jaén). 
La Universidad de Jaén y el Museo de Jaén acogieron una reunión del proyecto europeo CEMEC, en el que participaron instituciones de investigación, museos y entidades especializadas en la generación de recursos y herramientas para la visualización de objetos arqueológicos, que ha reunido nueve colecciones de objetos pertenecientes a la Alta Edad Media para formar parte de una exposición itinerante que podrá verse en Amsterdam, Atenas y Bonn en los próximos años.

El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica y el Área de Historia Medieval de Universidad de Jaén, junto con el Museo de Jaén, como miembros del proyecto, han sido las instituciones encargadas de seleccionar los doce objetos que formarán parte de esta muestra, bien físicamente o en formato digital. Se trata de los siguientes: sarcófago (Martos, siglo IV); fuste de columna (La Guardia, final del siglo V-inicios del siglo VI); pendientes y broche de cinturón (La Guardia, siglo VII); moneda carolingia y dírhem omeya del Tesorillo de Marroquíes Bajos (Jaén, siglos VIII-IX); olla de Cerro Miguelico (Torredelcampo, siglos IX-X); candil, Puente Tablas (Jaén, siglo IX-X); jarra, Puente Tablas (Jaén, siglo X); capitel (Campiña Sur, siglo X); diadema del Tesoro de Charilla (Aldea de Charilla, Alcalá La Real, siglo X); candil de bronce (Jimena, siglos X-XI); Dinar del Tesoro de Marroquíes Altos (Jaén, siglo XI); albanega, Castillo de Santa Catalina (Jaén, siglo XII).

CARÁCTER REPRESENTATIVO
La selección de estos objetos se realizó por su carácter representativo para la historia de la Península Ibérica durante época visigoda e islámica y por su capacidad de complementar el discurso histórico general elaborado por CEMEC en relación con las otras colecciones europeas. A través de ellos, se observan diferentes elementos esenciales en la temática global y su evolución en el tiempo. Junto a ello, y al mismo tiempo, se ha tratado de presentar aspectos clave de la originalidad de la Península Ibérica, sobre todo en época islámica.


NUEVE COLECCIONES DE TODA EUROPA
En total, entre todos los socios del proyecto, se han reunido nueve colecciones de objetos arqueológicos pertenecientes a la Alta Edad Media (300-1000 d.C.) y procedentes de diferentes partes de Europa. La creación de una red de colaboración e intercambio de ideas entre los diferentes miembros del proyecto tendrá como efecto el diseño y puesta en marcha de una exposición itinerante centrada en la Alta Edad Media. Esta exposición tiene como una de sus líneas de actuación principal la superación de la visión tradicional que definía esta fase de la historia de Europa como un periodo de decadencia y estancamiento cultural.

La exposición de CEMEC, corrigiendo los errores del pasado, presenta la Alta Edad Media como un período de cambio que afecta a objetos, personas e ideas. En relación con ello, bajo el nombre ‘Cruce de Caminos’, el tema principal de la exposición será conectividad, diversidad y movilidad. La exposición mostrará, por tanto, las conexiones entre las diferentes culturas regionales a través de Europa y el Mediterráneo, desde Irlanda a Egipto desde España a Hungría y Grecia. La exposición comenzará en Amsterdam (desde octubre 2017 hasta marzo 2018) y podrá visitarse también en Atenas (de abril a septiembre de 2018) y Bonn (de octubre de 2018 a abril de 2019).

El proyecto CEMEC (Connecting Early Medieval European Collection / Conectando las colecciones de la Alta Edad Media) es un proyecto europeo bajo la supervisión de la Agencia Ejecutiva en el ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural (EACEA) y perteneciente al programa Europa Creativa. Su duración es de cuatro años.

30 de septiembre de 2016

Interesantes hallazgos en la torre del castillo de Priego (Córdoba)

Fragmentos de una armadura de placas bajomedieval y una punta de flecha incrustada en el mortero de la torre nos trasladan al contexto histórico del asedio y conquista de la ciudad por el rey Alfonso XI en 1341.
El pasado año también aparecieron numerosos objetos medievales y cerámica en los trabajos del castillo de Priego.
El control arqueológico que se realiza en las obras de restauración de la Torre del Homenaje del Castillo de Priego (Córdoba) sigue sorprendiendo a los arqueólogos con inesperados hallazgos como una treintena de piezas de hierro procedentes de una armadura de placas bajomedieval y una punta de flecha de los siglos XIII-XIV que se hallaba incrustada en la fachada noroeste de la torre y que podría estar relacionada con el asedio al que Alfonso XI sometió a la ciudad antes de conquistarla.

Según informa Rafael Carmona en la página de Facebook de Arqueopriego los trabajos de restauración de la torre "no sólo están permitiendo registrar una documentación valiosísima sobre diversas cuestiones relativas a esta magnífica obra medieval, sino que además está aportando hallazgos de cultura material medieval inesperados, bien por lo poco frecuente de la tipología del material hallado o bien por lo insólito del contexto en el que se han producido".

ARMADURA DE PLACAS DE HIERRO
El primero de los hallazgos, es lo que queda de una armadura de placas bajomedieval (siglos XIV-XV), de la que se han recuperado una treintena de piezas forjadas en hierro, y que originalmente iban fijadas con remaches a una pieza de cuero, además de articuladas entre ellas. Como explica Carmona, "este tipo de defensa corporal pasiva representa el tránsito entre la famosa cota de mallas (con anillas entrelazadas) y el arnés blanco típico del siglo XV, con placas metálicas de mayor tamaño." 
PUNTA DE FLECHA
El segundo descubrimiento del que nos da cuenta el arqueólogo cordobés en facebook es una punta de flecha que se hallaba incrustada en el mortero de la fachada NW de la torre, a una altura actual de unos diez metros (mayor en el medievo). Según Carmona "la tipología de la punta de flecha nos permite aproximarnos a su cronología, que podemos fechar en los siglos XIII y XIV, por lo que su presencia podría estar relacionada con el asedio y conquista cristiana de Priego de 1341 por Alfonso XI".

Según informa Carmona, los dos descubrimientos "son auténticas rarezas en el registro arqueológico medieval peninsular". "El primer caso -cuenta- porque lo frecuente es hallar alguna placa suelta, pero no tal cantidad ellas, lo que permitirá hacer una propuesta de reconstrucción". Respecto a la punta de flecha, el arqueólogo dice que "podemos estar ante el registro arqueológico de un gesto militar tan singular como el disparo de un arquero en un contexto plenamente medieval, quizás de batalla". 

El estudio pormenorizado de ambos hallazgos y de sus inferencias contextuales serán una significativa contribución a la arqueología de la guerra durante la Edad Media, concluye Rafael Carmona..

29 de septiembre de 2016

Los técnicos toman muestras de ADN en los enterramientos neolíticos de La Beleña, en Cabra (Córdoba)

El buen estado de conservación de los restos hallados en la necrópolis neolítica del yacimiento de Cabra (Cördoba) permiten a los técnicos tomar muestras del ADN de treinta individuos que se incorporarán al proyecto internacional que realiza el mapa genómico de las poblaciones prehistóricas del sur de la península ibérica.
Los investigadores Aioze Trujillo, Ricardo Rodríguez y Cristina Valdiosera. FOTO: JOSÉ MORENO.
Los trabajos arqueológicos realizados en el yacimiento arqueológico de La Beleña, en Cabra (Córdoba), durante las campañas de los años 2015 y 2016 y que han permitido documentar casi una treintena de individuos con un estado de conservación excepcional, han servido para posibilitar que éste conjunto se integre en el proyecto de investigación internacional Iberia, financiado por Australian Research Council y Swedish Research Council, según ha informado la delegación municipal de Patrimonio y Cultura.

Para ello, los investigadores Cristina Valdiosera, de la Universidad de Trobe (Melbourne, Australia), y Ricardo Rodríguez, del Centro Mixto UCM-ISCIII (Madrid), junto con Aioze Trujillo Mederos, de la Universidad de La Laguna (Tenerife) y miembro del equipo de la excavación en la necrópolis de La Beleña, han estado en el Museo Arqueológico de Cabra tomando muestras para los estudios de ADN antiguo de los restos humanos identificados.

Este proyecto, que se hará cargo de los gastos derivados de las analítica que se van a realizar en la Universidad de Uppsala (Suecia), cuenta con la participación de numerosos investigadores a nivel internacional y busca conocer el origen de las primeras sociedades de agricultores y ganaderos en Andalucía, creando el primer mapa genómico de poblaciones neolíticas y calcolíticas del sur de la Península Ibérica.


La necrópolis de la Beleña constituye un yacimiento clave por su situación geográfica y excepcionalidad del registro antropológico. Los resultados permitirán reconocer los movimientos migratorios, el origen y el legado de las sociedades neolíticas.
(Fuente: Diario Córdoba / José Moreno)

28 de septiembre de 2016

La campaña de El Castillón halla restos humanos y documenta una prolongada ocupación

La campaña de excavaciones de 2016 ha desvelado la existencia de enterramientos infantiles, los primeros restos humanos encontrados en el yacimiento y que podrían datarse en el siglo V o VI; así como materiales que evidencian una ocupación en los siglos XIII o XIV, varias centurias más tarde de lo documentado hasta ahora.
Momento del hallazgo de restos humanos en El Castillón.  FOTO: ZAMORA PROTOHISTÓRICA
Los trabajos de excavación arqueológica en el poblado de El Castillón, en Santa Eulalia de Tábara (Zamora) efectuados en el verano de 2016, han permitido dar continuidad a las investigaciones iniciadas en años precedentes y ofrecen dos importantes novedades halladas en un edificio de grandes dimensiones: enterramientos infantiles que son los primeros restos humanos encontrados en el yacimiento y que podrían datarse en el siglo V o VI; y materiales que evidencian una ocupación en los siglos XIII o XIV, varias centurias más tarde de lo documentado hasta ahora.

SECTOR METALÚRGICO
Los arqueólogos Jose Carlos Sastre y Patricia de Inés, de la asociación científico cultural Zamora Protohistórica, han explicado hoy en rueda de prensa estos hallazgos, pertenecientes a la novena campaña de excavaciones de este poblado, que se han producido en las excavaciones que este año se han centrado en el sector metalúrgico y la vivienda oriental del castro situado junto en una posición elevada al río Esla.

Las investigaciones que se han llevado a cabo en el sector metalúrgico han permitido a los arqueólogos identificar una gran zona donde se acumulaban deshechos de la producción metalúrgica llevada a cabo en estos hornos, con la presencia de una gran cantidad de escorias de hierro procedentes de la reducción del mineral de hierro. En esta zona se registra una ocupación posterior, una vez que los hornos metalúrgicos no se encontrarían en funcionamiento, lo cual muestra la evolución del poblado entre los siglos V al VI d.C.

VIVIENDA Y ENTERRAMIENTOS INFANTILES
En lo que refiere a la vivienda oriental, se ha documentado un edificio de grandes dimensiones, del cual se ha podido intervenir en la zona externa, vinculada con una calle, y en dos de las habitaciones. Una de ellas presenta unas grandes dimensiones, constando de diversos bancos que se adosarían a los muros de la vivienda, así como un pavimento de tierra apisonada. En esta zona destaca la presencia de un gran número de elementos vinculados con la pesca, como anzuelos de hierro y bronce, pesas de red y almejas de río.

Uno de los elementos más singulares es la aparición de dos enterramientos infantiles, situados bajo el suelo de la vivienda, lo que indica su antigüedad con respecto al último momento de uso de este edificio. “Gracias a los primeros datos que tenemos nos inclinamos a pensar que pudieran situarse entre los siglos V – VI d.C., en relación con el momento de máximo apogeo de la vivienda”, señalan los expertos. Una de las tumbas presentaba la presencia de dos individuos, que habían sido enterrados en momentos diferentes. Todos estos restos humanos tendrían una edad aproximada entre los 2 y 3 años. Las investigaciones en los próximos meses se centrarán en realizar dataciones de Carbono 14 (C14), isótopos y estroncio, que permitirán conocer su datación precisa, la dieta que pudieron haber tenido a lo largo de su vida, así como cuestiones relacionadas con el parentesco de estos individuos.

NUEVA FASE DE OCUPACIÓN ENTRE LOS S: XIII y XIV
Además, otro de los hallazgos relevantes de esta campaña de excavaciones es la presencia de materiales y elementos que se situaran entre los siglo XIII y XIV d.C., lo que muestra una ocupación mucho más prolongada en este este poblado de lo que se conocía hasta la fecha. “Teníamos una primera ocupación en la Edad del Hierro, entre los siglos I a.C. al I d.C., con su periodo de máximo apogeo entre los siglos V y VI d.C., y ahora aparecde esta nueva fase”, explican.

A partir de esta nueva información, las investigaciones se centrarán en conocer con mayor precisión las características de este último momento en que está ocupado el poblado, y en saber si la ocupación del yacimiento es continuada o si existen periodos en que es abandonado para recuperarse posteriormente.

CAMPAÑA INTERNACIONAL
La XI Campaña de excavaciones en el poblado de El Castillón ha permitido acoger a un grupo de 40 arqueólogos procedentes de diversas zonas de España (Castilla y León, Asturias, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía, Extremadura, etc), así como de Francia, Croacia, Serbia, Reino Unido, EEUU, México, Rusia y Suiza. Este equipo de voluntarios procedían de las Universidades de Salamanca, Oviedo, Burgos, Complutense de Madrid, Extremadura, Jaén, Granada, Pablo de Olavide, Alicante, Autónoma de Barcelona, London (Reino Unido), Belgrado (Serbia), Zurich (Suiza), Lyon (Francia), Cardiff (Reino Unido), Thessalonika (Grecia), Sorbona (Francia), Nottingham (Reino Unido).

Los trabajos de excavación arqueológica se han visto acompañados de diversas actividades culturales y divulgativas, entre las que se encuentran visitas a diversos lugares de la provincia de Zamora, como el monasterio de La Granja de Moreruela, el Castillo de Castrotorafe, el Lago de Sanabria, Benavente, Zamora y Puebla de Sanabria, entre otros. Además, se llevó a cabo la II Ruta Cicloturista, que reunió a un amplio grupo de asistentes que pudieron disfrutar de una visita en bicicleta al yacimiento de El Castillón. De igual forma se organizó una jornada de puertas abiertas para visitar los trabajos de excavación. Asimismo, se celebraron los VI Talleres de Arqueología para niños efectuados en la localidad de Santa Eulalia de Tábara.