google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: alfarería medieval
Mostrando entradas con la etiqueta alfarería medieval. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta alfarería medieval. Mostrar todas las entradas

1 de septiembre de 2015

Descubren un horno medieval y 500 kilos de cerámica de gran calidad en Burgos

Bajo la nave de la calle Hospital Militar se ocultaba un tesoro arqueológico de incalculable valor, un taller de alfarería de la época bajomedieval -finales del siglo XIV o principios del XV- y más de media tonelada de piezas de cerámica vidriada de gran calidad y fina decoración, puesto que estaban destinadas a servir como vajilla de mesa y no como utensilios de cocina.
El suelo oscurecido de la parte baja del horno atestigua las temperaturas superiores a 1.000 grados que alcanzaba hace seis siglos. FOTO: LUIS LÓPEZ ARAICO
La demolición del viejo garaje ubicado entre la plaza Vega y la iglesia de La Merced y el inicio de la construcción de un bloque de 13 viviendas, con garajes y locales comerciales, promovido por Raimconsa, ha sacado a la luz este tesoro: cuencos, escudillas, jarras, albarelos, tapaderas, platos, cántaros y redomas (jarritas alargadas y estrechas para servir líquidos), además de las primeras tuberías de cerámica vidriadas en su interior. Junto al horno y los miles y miles de piezas, han emergido restos del taller y basas para la sustentación de pies derechos que servían para sujetar los tejados.

"EL ALFAR DE VEGA"
El alfar de Vega, así lo han bautizado los expertos de la empresa Cronos Arqueología y Patrimonio, es el primero que se excava en la ciudad de Burgos.Su descubrimiento entraña aún más valor puesto que ha permitido fijar el lugar exacto por el que discurría la esgueva de San Lucas, un cauce que se sabía atravesaba la calle Miranda hasta desembocar en el Arlanzón a la altura del Instituto Cardenal López de Mendoza. De ahí que la zona tuviera una protección arqueológica en el PECH (PlanEspecial del Casco Histórico), que obligaba a realizar los sondeos.

Tras las preceptivas catas, que apuntaron el sorprendente descubrimiento del alfar, se comenzó a excavar a principios de agosto.Los hallazgos han motivado la ampliación de la zona de los trabajos y de su duración. «Aún nos queda por lo menos otra semana», explica la directora de Cronos, Carmen Alonso Fernández, mientras señala el lugar en el que actualmente trabajan. Se trata de un testar o vertedero en el que se acumulaban las piezas que no pasaban el control de calidad de la época, bien por defectos de moldeado o de cocción, bien por rotura. El suelo, más oscuro, denota que muchas permanecieron demasiado tiempo en el horno, que ya está a la vista. Gracias a los testares se puede completar todo el elenco de producciones del taller, en el que se manufacturaron algunos de los primeros vidriados en territorio cristiano, con nuevos acabados que desplazaron a la alfarería tradicional antes de la popularización de las lozas.

HORNO DE DOBLE CÁMARA
Construido en piedra arenisca y arcilla, el horno tenía una doble cámara de la que solo queda la inferior.En ella se colocaba la leña para conseguir las temperaturas de más de 1.000 grados con las que se fabricaba la cerámica vidriada.De hecho, las piezas eran sometidas a un doble horneado, una primera cocción para la forma y la segunda para la decoración. El suelo ennegrecido a fe de los kilos y kilos de madera que allí se quemaron.Una rejilla separaría esa cámara de la superior, en la que el alfarero introducía la cerámica a través de un ventanuco.Para separar las piezas durante el horneado se empleaban atifles, unas pequeñas piezas con 3 pies que también han emergido por decenas.

Sus descubridores sospechan que el taller se abandonó a finales del siglo XV, con motivo de la llegada de los monjes y el inicio de la construcción del monasterio de La Merced (el bello claustro es algo posterior).Sus necesidades alimentarias convirtieron la zona industrial en huertas, lo que explicaría la densa capa de tierra -de 2 metros de profundidad- que cubría el alfar y que ha contribuido también a su conservación en tan buen estado después de 6 siglos.

EN EL ARRABAL DE VEGA
La ubicación del taller no es casual, por cuanto la actividad alfarera precisaba del agua para desarrollarse. Además, como otras labores consideradas insalubres, se ubicaban extramuros.En el arrabal de Vega se instalaron también tintoreros, curtidores... a partir del siglo XIII.

Si el alfar se tapará o quedará a la vista está por ver.
(Fuente: Diario de Burgos)

26 de mayo de 2014

Unas obras de canalización descubren toneladas de cerámica medieval en Paterna (Valencia)

Las obras de infraestructuras pluviales han permitido hallar en la localidad valenciana de Paterna toneladas de piezas cerámicas de origen medieval y han permitido delimitar mejor el perímetro y extensión de las Ollerías Menores, la zona alfarera de la localidad en esa etapa, según ha informado el consistorio en un comunicado.
Unas obras de canalización en Paterna realizadas por Aigües Municipals de Paterna han descubierto toneladas de cerámica medieval que permanecían enterradas desde hacía siglos. No ha sido una sorpresa, precisamente. Una parte significativa del municipio tiene la declaración de zona de protección arqueológica debido a la riqueza de restos enterrados bajo sus calles.

Esta localidad, situada a las orillas del río Turia, ha sido un punto importante de asentamiento humano desde hace milenios, como demostró la aparición de la Villa Romana en la zona Los Molinos, datada entre el siglo I a. C. y el siglo V, o el poblado de la Edad del Bronce de la Lloma de Betxí, en La Vallesa.

Todo ello ha dejado una valiosa herencia oculta bajo las calles y edificios de la actual ciudad. Por ello no es de extrañar que cualquier obra en el municipio, ya sea para la construcción de viviendas o bien para la mejora de las infraestructuras subterráneas, suponga la aparición de hallazgos arqueológicos.

La última ha sido con motivos de unos trabajos realizados por la empresa Aigües Municipals de Paterna, formada por el Ayuntamiento de Paterna y la empresa Hidraqua, que ya ha invertido en el periodo 2006-2013 un total de 14 millones de euros en actuaciones de ampliación y mejora de las redes de agua, saneamiento y, en especial, de evacuación de aguas pluviales en todo el término municipal de Paterna.

Los arqueólogos Francisco Baixauli Moreno y Eduard Sanchis Zarzo, presentes en estas actuaciones, manifiestan que "han aparecido diversas estructuras de la antigua trama urbana de la ciudad de Paterna, desde época medieval hasta nuestros días provenientes de las destacadas alfarerías de Paterna en el contexto medieval europeo.


DE LOS SIGLOS XIV AL XVI, PERO TAMBIÉN ROMANAS Y GRIEGAS
Dichas obras han supuesto la aparición de piezas arqueológicas que, recogidas en más de 500 cajas, están a disposición de los arqueólogos municipales para su estudio, conservación y catalogación. Mención especial requieren las obras de construcción del colector de la calle Manises. Sólo en esa actuación se recogieron aproximadamente el 80% de las piezas encontradas.

Azulejos cerámicos, piezas decoradas de todas las tipologías, usos y funciones, como cántaros, jarritas, candiles, escudillas, tinajas, orzas... en definitiva material típico de vajilla y almacenamiento de líquido y grano. La decoración "muestra contextos bajomedievales y modernos de los siglos XIV al XVI, con alguna intrusión de tipo romano y griego, aunque esto último es prácticamente testimonial", apuntan los arqueólogos.

La concejala de Cultura y Museos, Inmaculada Rodríguez, destacó que "la aparición de todos estos hallazgos nos ha permitido obtener un conocimiento más preciso de la extensión del barrio alfarero de las Ollerías Menores". Los servicios arqueológicos constatan que si bien las denominadas Ollerias Menores se consideraban circunscritas a la plaza del mismo nombre, las excavaciones realizadas en estos años han confirmado la sospecha de que cubrían una extensión mucho mayor, hasta el punto de que incluso podrían haber estado conectadas con las denominadas Ollerias Mayores, ubicadas en la zona de Los Molinos y Santa Rita.


"Cualquier excavación supone un incremento notable de la información que tenemos, incluso las que son estériles, pues nos permite delimitar mejor el perímetro de la industria alfarera medieval de Paterna", apuntan desde el Servicio de Arqueología. Aunque después de cuatro o más siglos enterrados, la mayor parte de las piezas aparecen rotas, de las excavaciones se ha logrado encontrar tres tinajas completamente enteras, así como diversas piezas cerámicas.

El paso del tiempo permite hallar desde piezas de iconografía árabe, mudéjar y cristiana, reafirmado una vez más coexistencia de culturas del municipio. De este modo, la aparición de un "león rampante", figura recurrente del periodo gótico, se combina con piezas escritas todavía en lengua árabe, elaborada por aquellos artesanos mudéjares que siguieron siendo maestros artesanos en Paterna tras la llegada de la Cristiandad, manteniendo su lengua y escritura.


UN PUZZLE INMENSO
En el Museo de Cerámica, cargados de paciencia, los miembros del Servicio Municipal de Arqueología se afanan en la puesta en valor de estas piezas, trabajando sobre ellas como si de un inmenso puzzle de un número casi infinito de piezas se tratara. Algunas de estas piezas ya están integradas en la exposición temporal de azulejería bajo-medieval y moderna denominada "Caminar sobre el passat. De la terra al Taulell", que se exhibe en el Museo Municipal de Cerámica de Paterna en la actualidad.

El ingeniero responsable de Aguas de Paterna, Miguel Navarro, explica que "es para nosotros un motivo de satisfacción poder contribuir a la recuperación del patrimonio histórico de Paterna a la vez que nos preparamos para el futuro con mejores infraestructuras. Por ello, cada uno de nuestros proyectos lleva asociado su correspondiente seguimiento por parte de arqueólogos contratados a tal fin y supervisión por el servicio arqueológico municipal.