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1 de febrero de 2023

Localizan un castillo medieval bajo la vegetación de un monte en Galicia

La fortaleza podría datar de principios de la Alta Edad Media y su recinto fortificado es uno de los 20 más grandes del noroeste peninsular. La nuevas tecnologías han conseguido recrear la muralla de Castro Valente
Fotografía láser del yacimiento de Castro Valente. CEDIDA

Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han localizado un castillo muy singular, posiblemente, de la época altomedieval, que permanece oculto bajo una densa vegetación.

Mario Fernández, uno de los arqueólogos encargados de la investigación, explica que han incorporado “las nuevas tecnologías que disponemos en arqueología como vuelos dron, combinadas con la metodología clásica de excavación y prospección arqueológica” para descubrir los secretos de la fortaleza, de unas 10 hectáreas, situada entre Padrón (A Coruña) y A Estrada (Pontevedra).

Los descubrimientos hallados hasta el momento todavía no permiten establecer una cronología precisa de este sistema defensivo, pero los investigadores piensan que podría encuadrarse en fechas cercanas al final del Imperio Romano y principios de la Alta Edad Media (V-VII).

Mario Fernández asegura que “este recinto fortificado se encuentra dentro de los 20 más grandes del noroeste peninsular y está muy bien conservado”. Su importancia radica en la defensa que ofrecía y añade que “los galaicos se defendían de los suevos en sitios fortificados y este puede ser uno de ellos”.

La estructura poco común de Castro Valente
Después de cuatro años de investigación, los expertos ya han localizado algunas de las peculiaridades de Castro Valente. “Estamos hablando de una superficie poco excavada pero los resultados preliminares son muy interesantes”, comenta Mario Fernández.

Se han hallado, contiguos a la muralla de unos 1,2 kilómetros de largo, y de la que todavía quedan restos, unos 30 cubos o torres que son poco comunes de encontrar en las fortificaciones del noroeste peninsular.

Según las primeras investigaciones, los fragmentos de ladrillo encontrados en estas torres podrían indicar que estos cubos estaban envueltos por techos similares a los de la muralla romana de Lugo, declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Aunque es necesario recoger más muestras para establecer una conclusión.

Además, han logrado identificar diversas estructuras pétreas dentro de la muralla, pero aún no se conoce la funcionalidad que tenían en aquella época, así que todavía faltan muchos entresijos por descubrir de esta fortaleza.
Una fortaleza en peligro

El problema que tiene ahora Castro Valente es que se está viendo amenazado por una instalación de cuatro aerogeneradores, una subestación eléctrica y está en trámites el trazado de una línea de alta tensión en la ladera del monte.

Pero esto no es lo único, durante la construcción del recinto y en las últimas décadas, se ha reforestado la zona con especies como pinos y se han construido pistas cortafuegos que alteran y destruyen el castro. Además, otro factor a tener en cuenta es la erosión natural y la falta de cuidados del recinto por parte de las administraciones y de la comunidad local.
(Fuente: NiusDiario)

28 de mayo de 2022

Hallan un tesorillo de 50 monedas romanas en una cueva de Galicia

El hallazgo de piezas ha permitido documentar un nivel de ocupación desde la segunda mitad del siglo IV d.C. en la Cueva de las Cabras de Triacastela



Todo apunta a que alguien las escondió allí, pensando en regresar un día a por ellas. Y no pudo volver. Las excavaciones en la cueva de las Cabras, en el municipio lucense de Triacastela, recuperaron este verano un tesorillo de 50 monedas romanas ocultas en el fondo de la cavidad, a unos 20 metros de la entrada, según ha dado a conocer esta semana la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

«Se ha recuperado un tesoro de unas 50 monedas romanas que permite documentar un nivel de ocupación desde la segunda mitad del siglo IV d.C., hasta la fecha, no registrado en Cova Eirós u otros yacimientos de alrededor«, apuntan desde el equipo de investigación formado por miembros del Grupo de Estudios de Prehistoria del Noroeste, Arqueología, Antigüedad y Territorio de la USC, el Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social de Tarragona y la Universitat Rovira i Virgili, en convenio con la Consejería de Cultura, Educación y Universidad de la Xunta de Galicia.

El estudio numismático realizado por el arqueólogo Santiago Ferrer Sierra identificó varios de ellos como follis de bronce pertenecientes a Constancio II (341-346 d. C.) y Valentiniano o Valente (367-375 d. C.).

Su hallazgo en el fondo de la Cueva de las Cabras, un lugar de difícil acceso, indica «la clara intención de su ocultamiento«, según destacan en la USC. Lo más probable es que estas monedas estuvieran guardadas en una bolsa anudada, ya fuera de tela o de cuero, ya que los arqueólogos no han encontrado, por ahora, ningún tipo de hebilla.

«Este tipo de tesoro no es ajeno a otros contextos rupestres cántabros, y es relativamente frecuente en castros (Valencia do Sil, Viladonga) y yacimientos tardorromanos de la Gallaecia, destacando el ambiente de inestabilidad política y social que definió al Imperio Romano durante el siglo IV«, explican los expertos.

Actualmente se encuentran en proceso de restauración en la Escuela de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural de Galicia para posibilitar el posterior estudio de la colección completa.

El hallazgo de este tesorillo fue el descubrimiento más notable en la Cueva de las Cabras, aunque no el único. En la entrada se excavó una pequeña cata de dos metros cuadrados, donde se recuperaron numerosos restos de ovicápridas y fragmentos cerámicos de época medieval. Estas evidencias arqueológicas revelan que la cueva fue utilizada como refugio de ovejas y cabras durante la Edad Media, en los siglos XII y XIII d.C. Este uso, como el propio nombre de la cavidad indica, fue continuado por los vecinos de Cancelo (parroquia donde están las cuevas) hasta hace unas décadas.

Campamento de neandertales
En esta campaña de 2021 se intervino asimismo en la vecina Cueva de Eirós, donde prosiguieron las excavaciones de los niveles del Paleolítico Medio que están ayudando a profundizar en el conocimiento sobre los neandertales que habitaron las Sierras Orientales hace más de 45.000 años. Estos homínidos usaban la cueva como campamento durante temporadas relativamente largas.

En este yacimiento se han encontrado lascas, raspadores y restos de su manufactura en cuarzo y cuarcita, utilizados para procesar los animales que cazaban (ciervos, rebecos o caballos), sus pieles y para la fabricación de otras herramientas.

Los restos óseos muestran que la Cueva de Eirós también fue ocupada alternativamente por carnívoros, en un momento de enfriamiento en el que los osos de las cavernas, rinocerontes, corzos, o jabalíes abundaban en esa zona.

Además, se llevaron a cabo trabajos de fotogrametría para realizar levantamientos en 3D de los paneles que contienen arte en el interior de la cueva, y un estudio etnológico de los 'grafitti'.

Tanto en la Cueva de las Cabras y en la de Eirós, las excavaciones han permitido ampliar los periodos de ocupación humana de ambas cavidades.
(Fuente: ABC)

19 de mayo de 2020

Las excavaciones de Cova Eirós intentan sobrevivir a la pandemia

Los responsables del proyecto planean una nueva campaña para este verano que dará continuidad a las que se viene realizando desde que en el 2008 se descubriera en la cueva el yacimiento neandertal más importante de Galicia.
Excavaciones en Cova Eirós durante la campaña del año pasado. FOTO: ÓSCAR CELA
Aunque el estado de alarma sanitaria ha obligado a suspender muchos proyectos arqueológicos, el plan de excavaciones anuales del yacimiento paleolítico de Cova Eirós, en el municipio de Triacastela, sigue por ahora en marcha. Los responsables están planeando para este verano una nueva campaña que dará continuidad a las que se llevaron a cabo cada año en este lugar desde que en el 2008 se descubrió en la cueva el yacimiento neandertal más importante de Galicia. «Como estas campañas se hacen habitualmente en la segunda quincena de agosto, esperamos que para entonces se hayan aliviado más las restricciones sanitarias y sea más fácil trabajar», señala el arqueólogo Arturo De Lombera, codirector de las excavaciones.

Por ahora no sabe en qué condiciones concretas tendrán que trabajar los investigadores, pero se estudia la posibilidad de reducir el número de las personas que excavan de cada vez dentro de la cueva, a fin de facilitar el distanciamiento físico. «Probablemente se organizarán dos turnos y mientras la mitad del equipo se dedica a seguir excavando en la cueva, los demás trabajarán en el laboratorio limpiando y clasificando los materiales que vayan apareciendo en las excavaciones», añade De Lombera.

En la nueva campaña, apunta por otra parte el arqueólogo, se continuará excavando el llamado nivel 4, una capa de terreno que empezó a ser explorada el año pasado y que está proporcionando una gran cantidad de piezas arqueológicas, principalmente herramientas líticas de múltiples tipos. «Es el nivel más rico en materiales de todos los que investigamos hasta ahora», dice Arturo de Lombera.

OCUPACIONES CONTINUADAS
Los investigadores indican por otro lado que el nivel 4 corresponde, según todos los indicios, a un período en el que los grupos nómadas de neandertales permanecía en la cueva durante largos períodos. En ese mismo nivel se han descubierto vestigios de hogares, lo que refuerza esta hipótesis. De Lombera apunta a este respecto que «otros niveles en los que aparecieron muchos menos materiales arqueológicos corresponden seguramente a épocas en las que las ocupaciones humanas de la cueva eran mucho más cortas y esporádicas».

El proyecto en el que se encuadran las excavaciones de Triacastela, coordinado por la Universidad de Santiago y dirigido por el catedrático Ramón Fábregas, cuenta con financiación de la Consellería de Cultura. En este proyecto se enmarcan también las investigaciones de los yacimientos del Paleolítico descubiertos en los últimos años en la comarca de Lemos. Durante la alarma sanitaria, por otro lado, sigue el estudio de unas herramientas del período Solutrense -las únicas de esa época descubiertas hasta ahora en Galicia- que se descubrieron hace años en el monte de Valverde, en el municipio de Monforte. Recientes estudios muestran que estas piezas están hechas con sílex nativo del municipio asturiano de Piloña, donde hay un importante yacimiento de ese mismo período cultural de la prehistoria.

AYUDAS PARA RETOMAR EL PROYECTO
El Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y la asociación de vecinos de Vilachá de Salvadur están a la espera de saber si podrán contar con una subvención de la Xunta para continuar este año las excavaciones arqueológicas del lugar de Os Conventos, donde se descubrió un enterramiento humano datado en el siglo X y posibles vestigios constructivos de un monasterio medieval. «Hay un acuerdo para la concesión de esa ayuda», explican desde el gobierno local. «Esperamos que esta cuestión quede aclarada para la próxima semana», agregan.

Los arqueólogos que trabajan en este proyecto ya expresaron su voluntad de seguir trabajando en las excavaciones si es posible reanudarlas, dicen asimismo desde el Ayuntamiento.

Lo que se descarta para este año es retomar las excavaciones del castro de Cereixa, en el mismo municipio, donde está el cementerio medieval que ganó notoriedad por el hallazgo del esqueleto al que se dio el nombre de Atilano. 

5 de enero de 2016

Arqueólogos de la USC desarrollan una metodología para estudiar inscripciones y grabados en 3-D

El proceso desarrollado en la Universidad de Santiago de Compostela permite "resaltar las concavidades y convexidades del modelo 3D" para leer mejor los grabados a través de la tecnología LiDAR.
Antón A. Rodríguez Casal, Miguel Carrero Pazos, Alia Vázquez Martínez, Benito Vilas Estévez y Ramón Fabregas.
Investigadores del área de Prehistoria y Arqueología de la USC han desarrollado AsTrend, una nueva metodología de procesado informático realizada sobre software libre para la reconstrucción en 3D de petroglifos, inscripciones o grabados megalíticos.

Miguel Carrero Pazos, Alia Vázquez Martínez y Benito Vilas Estévez son los responsables de esta herramienta que permitirá obtener "un registro más exacto de los grabados" y que en la actualidad está siendo testada en el Museo do Pobo Galego.

El proceso parte del trabajo con un escáner 3D y se basa en la creación de un modelo tridimensional a partir de series fotográficas que se pueden tomar con cámaras convencionales. A mayores, el proceso desarrollado en la USC permite "resaltar las concavidades y convexidades del modelo 3D" para leer mejor los grabados a través de la tecnología LiDAR.

La propuesta de este equipo se encuentra en vías de publicación y será presentada en el congreso Computer Applications and Quantitative Methods in Arecheology, en Oslo, en 2016.

(Fuente: El Correo Gallego)

14 de enero de 2015

Las excavaciones arqueológicas en Cova Eirós se quedan sin presupuesto para este año

Los 55.000 euros concedidos por el Ministerio de Economía se agotaron el pasado verano y no hay ayudas previstas para 2015. Los responsables del proyecto tratan de conseguir nueva financiación para no interrumpir las investigaciones.
Trabajos en Cova Eirós durante el pasado verano.
FOTO: ROSA FERNÁNDEZ / LA VOZ DE GALICIA.
El próximo abril se cumplirán nueve años desde el inicio del proyecto de investigación de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina la Universidad de Santiago. Por primera vez desde entonces, el plan no tiene previsto este año ningún presupuesto para continuar los trabajos de campo, que en las últimas campañas se han reducido a las excavaciones del yacimiento de Cova Eirós, en Triacastela (Lugo). 

En los próximos meses, los responsables del proyecto tratarán de conseguir nuevas ayudas para reanudar estos trabajos en verano, de forma que la investigación no se interrumpa.

La última campaña de excavaciones en Cova Eirós -el pasado agosto- pudo llevarse a cabo gracias a una partida de 10.000 euros que quedaban de la última subvención concedida a este proyecto por el Ministerio de Economía y Competitividad. El plazo de ejecución de esa ayuda -que ascendía a 55.000 euros- terminó en el 2013, pero se consiguió una prórroga de diez meses para invertir los 10.000 euros que la USC había reservado expresamente para realizar una nueva campaña arqueológica.

AYUDA AGOTADA
Esos fondos se agotaron en la intervención del año pasado y por ahora no hay ninguna ayuda prevista para el 2015. Los responsables del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño» han solicitado ya una nueva ayuda. Pero según indica el arqueólogo Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones «en caso de que esa subvención se conceda, lo que aún no es seguro, llegaría a mediados de año y el tiempo nos quedaría demasiado justo para organizar otra campaña en Cova Eirós».

Por este motivo se han emprendido negociaciones con la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural y el Ayuntamiento de Triacastela, a fin de buscar alguna solución para que en agosto puedan llevarse a cabo nuevas excavaciones. De Lombera señala que todavía no se llegó a un acuerdo, pero los investigadores esperan que durante el primer semestre del año se encuentre una fórmula que permita proseguir los trabajos en verano.

18 de agosto de 2014

Una explotación minera amenaza el yacimiento paleolítico de Cova EIrós, en Triacastela (Lugo)

Diversos colectivos alertan de que la cantera pone en peligro esta joya del arte rupestre gallego, la más antigua del noroeste peninsular. Por otra parte, la campaña recién concluída en el yacimiento paleolítico ha sido una de de las más fructíferas, en la que se han documentado alrededor de 600 industrias líticas y fósiles de animales.
Explotación de Cemento Cosmos cuyo frente norte está muy próximo a Cova Eirós. Foto: SALVEMOS CABANA.
Cova Eirós (Triacastela, Lugo) alberga la muestra de arte rupestre más antigua del Noroeste Peninsular documentada hasta la fecha y es uno de los yacimientos paleontológicos con restos de oso cavernario más importantes de la Península Ibérica. Pese a estar considerado como la joya de la arqueología y la paleontología de Galicia, diversos colectivos alertan de que el conjunto se encuentra amenazado. El origen de ese peligro lo sitúan en una explotación minera que, tras diez meses paralizada, en las últimas semanas recibió un controvertido permiso para retomar la actividad.

Cementos Cosmos, del grupo brasileño Votorantim, explota desde 1978 una cantera de extracción de roca caliza cuyo frente norte se encuentra muy cerca de Cova Eirós y la propia Administración gallega reconoce, en un informe de de la Dirección General de Patrimonio Cultural, el "alto riesgo" que supone para la conservación del yacimiento el uso de explosivos de la explotación.

Al mismo tiempo que asume ese peligro, el mismo informe emite un dictamen favorable a la legalización de la cantera, siendo uno de los documentos en los que se basa el Ayuntamiento de Triacastela para darle permiso de actividad. Tras conocerse su contenido, se ha reavivado la polémica sobre la idoneidad en la que la asociación Salvemos Cabana alerta de que Cova Eirós "está seriamente amenazada" por la cercanía de la actividad extractiva: el uso de explosivos "ha deteriorado la integridad de la cueva" y han aumentado los niveles de humedad, "que son muy perjudiciales" para la conservación de las pinturas rupestres.


NUEVOS HALLAZGOS EN COVA EIRÖS
Cerrada oficialmente la octava campaña de excavaciones arqueológicas de Cova Eirós, la más corta de las que se han realizado hasta ahora en el yacimiento paleolítico de Triacastela -a causa de los recortes presupuestarios-, el resultado ha sido notablemente fructífero y los investigadores pudieron realizar más de seiscientos nuevos registros arqueológicos, que comprenden numerosos artefactos líticos y fósiles de animales.

Tal como esperaban los responsables de las excavaciones -encuadradas en el proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», coordinado por la Universidad de Santiago-, la gran mayoría de estos materiales corresponden al Paleolítico Medio o Musteriense, la época del hombre de Neandertal. En las anteriores campañas ya se excavaron casi por completo los niveles arqueológicos superiores del piso de la cueva, correspondientes a épocas menos antiguas. La mayor parte lo que se ha estado desenterrando estos días pertenece a los niveles catalogados como 3 y 4, que según las dataciones radiométricas tienen respectivamente en torno a 84.000 y 118.000 años de antigüedad. Ambos niveles corresponden a ocupaciones neandertales.

(Fuente: El Mundo / Natalia Puga y La Voz de Galicia / Francisco Albo)

15 de enero de 2014

Las excavaciones de Cova Eirós podrán seguir gracias a fondos sobrantes

La Universidad de Santiago dará continuidad el próximo verano a las excavaciones del yacimiento paleolítico de Cova Eirós, en Triacastela (Lugo), gracias a un fondo de algo más de 10.000 euros que restaba de la última subvención concedida para este proyecto.

Los responsables del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», en el que se encuadran las excavaciones, renunció a presentarse a la última convocatoria de solicitud de ayudas para investigación del Gobierno central por no tener tiempo para preparar la documentación necesaria.

Según Ramón Fábregas, el director del proyecto, la convocatoria se hizo con más de un año de retraso y los requisitos fueron más rígidos que en anteriores ediciones. «El plazo se abrió por muy poco tiempo y las exigencias fueron mayores», explica. «En este proyecto participan investigadores de todas las universidades gallegas y de otros países y no tuvimos tiempo para reunir los currículos de todos y otros documentos que hacían falta», añade.

La USC, por lo tanto, decidió dejar pasar esta convocatoria y esperar por la siguiente. «Por suerte, administramos bien la anterior subvención y sobró una cantidad que nos permitirá salvar la campaña de excavaciones de este año», dice Fábregas.

5 de septiembre de 2013

Encuentran restos del "León de las Cavernas" en el yacimiento de Cova Eirós (Lugo)

Se trata de una especie poco frecuente en esta zona. En el noroeste "no hay apenas" rastros de este animal.
En las excavaciones de este año han participado alumnos de las universidades de Santiago y Rovira Virgil (Tarragona).
Los arqueólogos que realizaron en las últimas semanas excavaciones en la Cova Eirós, en el municipio lucense de Triacastela, terminaron el trabajo de campo previsto para esta campaña con "un balance positivo", después de hallar abundante "herramientas líticas" y restos de fauna, con vestigios incluso del llamado "León de las Cavernas".

En esta última campaña, que se desarrolló durante el mes de agosto en la misma cueva donde hace un año fueron hallados los"primeros restos de arte parietal paleolítico" localizados en Galicia, en forma de "pinturas y grabados rupestres", han participado una docena de arqueólogos de las universidades de Santiago de Compostela y de la 'Rovira y Virgill' (Tarragona).

En declaraciones a EFE, uno de los coordinadores de estas excavaciones, Arturo de Lombera, explicó que este año el trabajo de campo ha dejado "hallazgos menos vistosos", pero "muy interesantes", porque contienen "mucha información" y son "muy diagnósticos" de cara al estudio del paleolítico.

Alcanzan estratos del Paleolítico Medio

De hecho, en esta ocasión, el equipo de arqueólogos acabó de "excavar en los niveles del paleolítico superior, con unos 30.000 años de antigüedad", y ha conseguido alcanzar en toda la superficie del yacimiento los estratos de 80.000 años, que se corresponden con el paleolítico medio.

Entre los hallazgos, los investigadores han encontrado un buen número de herramientas líticas, labradas incluso con minerales "que no se encuentran en la zona", lo que demuestra que "neandertales, para hacer ese tipo de lascas, recorrían varios kilómetros para recoger materiales de buena calidad".

El "león de las cavernas" fué el mayor felino que existió
 hace 50.000 años. Foto: Zoo Tycoon 2

Marcas "de corte"
Además, aparecieron también vestigios de la fauna de la época, con "marcas de corte", que "indican que esos animales fueron cazados y consumidos por los humanos", y "restos del León de las Cavernas", a pesar de que "en el noroeste no hay apenas" rastros de la presencia de esa especie.

"Esos materiales se llevarán ahora a Santiago para ser estudiados", explicó Arturo de Lombera, para "sacar la mayor información posible de esos restos" y "preparar publicaciones" que llegarán a diferentes revistas de ámbito "internacional".

Las investigaciones que se están desarrollando en el entorno de la Cova Eirós, por parte de arqueólogos de las universidades de Santiago de Compostela y de la 'Rovira y Virgill' (Tarragona), forman parte del proyecto "Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno en la cuenca media del Miño".

Desde 2008, se han desarrollado, con la de este año, seis campañas de excavaciones en la cueva, y en la entrada ya se han localizado varios niveles de ocupación del Paleolítico Medio y Superior, con una antigüedad que oscila entre 85.000 y 35.000 años, así como restos de la Edad de Bronce y el medievo.

El director del proyecto es el historiador Ramón Fábregas, mientras que Arturo de Lombera y Xosé Pedro Rodríguez actúan como coordinadores de las investigaciones.

(Fuente: Faro de Vigo / EFE)

6 de marzo de 2013

Inician la búsqueda del mayor navío de la Armada Invencible en aguas de El Ferrol

La "Ragazzona", nave capitana de la Escuadra de Levante, capitaneada por Don Martín de Bertendona, se hundió en el viaje de regreso de la maltrecha flota el 8 de diciembre de 1588, la noche antes de entrar en el Puerto de La Coruña
"La Armada Invencible" de Aert van Autum, Rijksmuseum, Amsterdam.
La costa gallega es una especie de museo sin catalogar. En sus fondos marinos descansan cientos de navíos que a lo largo de los siglos fueron quedando varados, escribiendo su relato alternativo de la historia. En la costa de Ferrol, en concreto, uno de ellos ha llamado la atención de un grupo de arqueólogos: La Ragazzona. De propiedad veneciana, esta nave del siglo XVI fue una de las muchas que alquiló el rey español Felipe II para engrosar las filas de la que se dio en llamar como Armada Invencible, en 1588. Fue el navío de mayor envergadura de la expedición y la nave que capitaneó la Escuadra de Levante, a las órdenes de don Martín de Bertendona.

Encallada en El Ferrol
Su últimos meses en activo fueron un cúmulo de despropósitos. Tras la sonrojante derrota en los mares de Inglaterra de la expedición española, La Ragazzona regresó de vuelta a la Península Ibérica refugiándose de los temporales en la ría de Muros. Ante los requerimientos de su dueño, la República de Venecia, la tripulación recibió órdenes de llevar a reparar el navío a A Coruña para ser devuelto en condiciones. La noche antes de entrar en el puerto, el buque fue sorprendido nuevamente por la tormenta, perdiendo el ancla y dañando gravemente las velas. A partir de ahí, la tripulación perdió el control de su destino y acabó encallando en la costa ferrolana.

Ahora, 425 años después de aquel episodio, este grupo de arqueólogos de la Universidade de Santiago (USC), ha decidido rescatar de las profundidades el recuerdo de aquel naufragio. David Fernández, es el director de la expedición y uno de los principales autores intelectuales de la aventura. Investigador de la USC, participó ayer en la primera de las inmersiones del proyecto, que se prolongarán hasta el domingo. El objetivo: encontrar algún resto de La Ragazzona en forma de munición, piezas de artillería, cerámicas o, incluso, concentraciones de maderas procedentes del casco.

Primer acercamiento
Por el momento, el equipo arqueológico solo cuenta con un perímetro acotado a partir de las referencias de crónicas y documentos históricos en los que se narra como el barco, sin ancla y con las velas destartaladas, acabó varando en la costa y partiendo en dos. Lo de ayer simplemente fue la primera toma de contacto. "Estuvimos viendo la zona y cerrando el área de búsqueda. Es el primer acercamiento y en los próximos días continuaremos en la procura de algún resto que nos permita verificar que ahí está el barco", arguye David Fernández.

La expedición, autofinanciada por los investigadores, cuenta también con el apoyo de la unidad de buceo de la Armada española, con base en A Graña, y de la empresa de arqueología Argos, de la que también forma parte Fernández. En el futuro, con todo, no se cierra la puerta a la financiación pública. "Si después de esta primera búsqueda hay alguna Administración interesada en apoyar el proyecto sería perfecto", comenta.

Entre ocho y doce metros de profundidad
Las estimaciones del grupo sitúan a La Ragazzona a unos ocho o doce metros de profundidad pero, pese a ser relativamente accesible, no prevén extraer ninguna pieza. Simplemente documentarán el hallazgo y darán parte a la Dirección Xeral de Patrimonio. "Conservar este tipo de descubrimientos en tierra tiene un coste enorme. Al sacarlos de su entorno natural, la velocidad a la que se degradan si no se tratan adecuadamente es muy grande", asegura.

Durante esta semana continuarán las labores de búsqueda. Confiados en que las condiciones meterológicas ayuden, el equipo que dirige David Fernández persistirá en su intento de cerciorar que La Ragazzona, el gigante de la armada española que intentó tomar Inglaterra, descansa en el fondo de los mares de Galicia.

(Fuente: La Opinión A Coruña / Miguel Rodríguez)