google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Suintila
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19 de febrero de 2016

Regresa a Martos (Jaén) una moneda de oro visigoda acuñada en la ceca de Tucci hace 1.400 años

Se trata de un triente de oro del reinado de Suinthila (621-631) acuñado en la ceca de Tucci (actual Martos). Su peso es de 1,41 grs y ha sido adquirida en subasta cerrada por un particular marteño y depositada en la colección arqueológica privada del Padre Alejandro Recio Veganzones, en el colegio de los PP. Franciscanos de la localidad gienense.
Francisco Ocaña responsable de la colección arqueológica del P. Alejandro Recio
en plena tarea de catalogación de la moneda.
La Ceca (lugar donde se emite moneda) de Tucci, la antigua Martos, estuvo operativa durante más de un siglo, entre los años 610 y 711 y siete reyes visigodos acuñaron sus monedas en la antiquísima ciudad de la Peña: Sisebuto (612-621), Recaredo II (621), Suinthila (621-631), Sisenando (631-636), Khintilla (636-639), Ervigio (680-687), Egica (687-698) y por último Witiza (700-710).

La moneda, que ha sido adquirida en subasta cerrada por un particular vecino de Martos, está acuñada en oro de 24 kilates con un peso de 1,42 gramos y ha sido depositada por voluntad de su nuevo propietario en los fondos de la colección arqueológica del P. Alejandro Recio Veganzones y que actualmente gestiona la Fundación Cultura y Misión Francisco de Asís, al igual que el centro educativo que le sirve de sede.

Con ésta adquisición -nos comenta Francisco Ocaña, responsable de la colección arqueológica del P Recio, "hemos conseguido que una parte de la historia de Martos pueda ser disfrutada por todos sus ciudadanos". No ha sido una tarea sencilla la adquisición de este nuevo elemento para la Colección, prosigue Ocaña "ha supuesto muchos años de intentos infructuosos para conseguirla participando en las subastas cerradas que como mucho se organizan un par de veces al año". 

Anverso (con la inscripción SVINTHIL REX) y reverso
con su procedencia (IVSTVS TV:CI). 
"Al final, nuestros esfuerzos se han visto recompensados y hemos puesto un grano de arena más para cumplir uno de los sueños del padre Recio encaminados a sensibilizar a los vecinos de Martos de la riqueza patrimonial de su ciudad", concluye Ocaña.

MÁS MONEDAS
Pero, aunque ésta sí es la primera moneda acuñada en Tucci que enriquece la colección, no es la única que se expone al público, ya que la colección numismática incluye  otras monedas visigodas que han aparecido en Martos aunque con lugares de acuñación muy diverso. Así por ejemplo hemos podido apreciar otra moneda de oro del reinado de Liuva II (601-603 d.C) acuñada en Évora (Portugal) y otra del reinado de Chindasvinto (642-653 d.C) acuñada en Iliberri (Granada) que también apareció en Martos.


18 de mayo de 2011

Aflora un nuevo tesoro visigodo en Vega Baja de Toledo

Las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Vega Baja de Toledo están desarrollando, a medida que avanza la campaña, hallazgos y datos que confirman la importancia de la sede regia toledana en época visigoda como una cruz bañada en oro, una moneda del Rey Suintila y un anillo de sello.
   Los arqueólogos están especialmente satisfechos con el descubrimiento de una cruz fabricada en bronce y bañada en oro, con los cuatro brazos del mismo tamaño (cruz griega), símbolo muy utilizado en el periodo del cristianismo primitivo, ha informado Vega Baja en nota de prensa.
   Estaría calada en tres de sus cuatro lados, con orificios un cada extremo para su sujeción. Además, en el centro de la cruz, se observa el típico engarzado para la pedrería, característico en los elementos de orfebrería de la época, como en las coronas votivas del tesoro de Guarrazar.
MONEDA DE ORO
   Otra de las piezas importantes desenterradas esta campaña es un tremís (moneda) de oro acuñado en Toledo en época de Suintila (621-631), conocido como el 'Rey de los pobres'. Fue un monarca godo con uno de los reinados más azarosos y convulsos de los conocidos.
   Su carácter guerrero le llevó a aplastar a los vascones y expulsar a los bizantinos de la península. Sus políticas a favor del pueblo, en contra de los privilegios de la nobleza y el clero, así como otras decisiones administrativas que no gustaron a las altas jerarquías, movilizaron a sus enemigos que le arrebataron la corona, le privaron de sus bienes, le excomulgaron y lo encerraron en un monasterio de Toledo.
   Las excavaciones en la Vega Baja han permitido el hallazgo de un anillo de sello, con chetón decorado con unos caracteres --todavía en estudio y en fase de restauración-- en torno a una pequeña cruz griega.
   Estas grafías pueden corresponder al nombre propio del dueño del anillo, como está documentado en otros yacimientos de la Península Ibérica en el siglo VII después de Cristo. Habría pertenecido a alguien de elevada posición social, aristócrata o miembro de la jerarquía eclesial.
   En el mismo sector de estos descubrimientos, ha aparecido la parte de una patena de bronce, elemento propio de las celebraciones litúrgicas, que constaría de un plato circular (desaparecido), y que estaría unido al mango por medio de tres remaches.
   Esta serie de nuevos hallazgos, junto a otros que se encuentran en fase de análisis y documentación, testimonia la estrecha conexión existente entre la Iglesia y el poder real, conocida por los datos documentales que ofrecen los 18 Concilios de Toledo, y corroborada en las excavaciones arqueológicas del yacimiento de la Vega Baja.
   Algunas de estas piezas se incluyen en el libro-catálogo 'La Vega Baja. Investigación, Documentación y Hallazgos', que tendrá lugar este jueves y que reúne el trabajo realizado en los últimos años en el yacimiento de Toledo.
(Fuente: Europa Press)

7 de enero de 2011

Hallazgo visigodo en Navarra: Olite recupera su piedra fundacional del rey visigodo Suintila (S. VII)

Apenas quedan testimonios escritos de lo que se conoce como los Años Oscuros de la historia, los que seguirían a la caída de Roma. Hoy se presenta en Olite uno de los pocos que se han encontrado, una piedra con el nombre del rey visigodo Suintila, quien habría fortificado la ciudad como puesto fronterizo contra las incursiones de los vascones, allá por la segunda década del siglo VII.


El hallazgo se debe a Juan Ciriza, agricultor de Sansomain, un pueblo de Orbaibar a 15 kilómetros de Erriberr (Olite). Él encontró, en una pared, una piedra escrita. No supo qué significaba hasta hace unos meses, pero aun así, la guardó. Buena parte de la inscripción se conserva bien, «(...)eologite (...)eon per (...)uhintilanem Regem», seguida de lo que parece ser una alfa y una omega. La traducción, revisada por miembros del Museo Arqueológico, viene a significar en castellano «Olite (...) por el rey Suintila».
La piedra fue encontrada por un agricultor de Sansomain.

El texto lleva directamente a una de las épocas más oscuras de la historia del País Vasco, doscientos años después de la caída de Roma, un periodo sobre el que apenas hay documentación escrita. Hace referencia al amurallamiento de la ciudad de Theologite u Oligitum a manos del rey visigodo Suintila, tras una campaña victoriosa contra los vascones, quienes, al parecer, solían lanzar incursiones contra los restos de lo que había sido la provincia romana tarraconense. 



  • Es un hallazgo extraordinario, porque demuestra la vinculación de Navarra con los reinos visigodos.
Suintila fue un gran caudillo militar, pues logró expulsar de la península a los últimos bizantinos, algo que a la postre le convertiría en rey. Se atribuyó el título de domador de los vascones, pero resulta muy dudoso que hubiera doblegado a toda la Vasconia. Lo cierto es que su reinado duró muy poco, unos diez años (621-631). Suintila acabaría siendo excomulgado y se le confiscaron todos sus bienes. Murió en 634. Los siguientes reyes heredarían ese título de «domuit vascones».
Polémica entre historiadores
El descubrimiento de la piedra de Sansomain promete ser polémico. Sobre ella chocarán dos corrientes de historiadores: los españolistas y los que mantienen una versión más nacionalista. Suintila es un rey adorado por los historiadores españolistas, quienes lo consideran el gran unificador de la Hispania visigoda, aquello que se reconquistó a los árabes unos siglos después. Por contra, los nacionalistas consideran que esa visión borra del mapa la existencia del Ducado de Vasconia y critican que los españolistas jamás han sido capaces de mirar más allá del Pirineo, donde los vascones habían erigido un estado sobre las ruinas de la provincia romana de Novempopulania.
En el fondo, lo único que confirma la piedra que se presenta hoy, es que Suintila amuralló y fundó Olite, probablemente sobre alguna fortificación (oppidum) romana. Por tanto, el rey visigodo reforzó las defensas contra el enemigo vascón. Pero, ¿quiénes eran los vascones? Tomás Urzainki es uno de los historiadores navarros que más ha ahondado en este periodo tan oscuro de la historia. «Lo primero que hemos de desterrar es la idea de tribus vasconas. Los vascos en aquella época estaban más civilizados que los propios visigodos, simplemente porque aquí la romanización había sido mucho más profunda». Urzainki apunta que el contacto entre vascos y romanos se había producido durante ocho siglos, mientras que los visigodos habían conocido la civilización romana hacía tan solo dos, cuando invadieron el imperio.
Además, el historiador sostiene que para hacer frente a los visigodos no valían escaramuzas de tribus, sino que había que confrontar con un ejército fuerte, organizado y bien armado. En este sentido, liga la piedra de Sansomain con los restos de armas encontrados en el yacimiento de Buzaga, en la Cuenca de Iruñerria, donde se han hallado restos de las armas que empleaban los vascones para sus guerras en aquella época: azkonas o puntas de lanza, espadas, cuchillos y puñales. Urzainki asegura que se trata de armas de buena factura, tanto en la técnica de forja como en los materiales que se emplean. Estos yacimientos de Elortz, confirmarían, además, la etnia vascona de quienes poblaban Iruñerria, dado que en los enterramientos visigodos nunca se encuentran armas.
Asimismo, el grado de civilización o romanización de los vascones de los Años Oscuros se aprecia en el desarrollo urbano, en «De Laude Pampilona», donde se describe a la capital navarra como una ciudad amurallada con 67 torres y de grandes proporciones, parte de cuyos restos se encontraron debajo de la Plaza del Castillo, pero fueron nuevamente tapados por el ayuntamiento de Iruñea, ferviente defensor, por otra parte, de la teoría españolista, que niega la presencia vascona y señala que, durante aquella época todos los habitantes de Nafarroa también eran visigodos o francos. Sin embargo, el único vestigio indubitadamente visigodo hallado en Euskal Herria es la propia piedra que será desvelada hoy en la casa de cultura de Erriberri a las 20.00 horas.
(Fuente: Gara)