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25 de enero de 2013

Un baptisterio del siglo VI demuestra la relevancia de Barcino en época visigoda

Los restos, en la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor en Barcelona son la primera prueba arqueológica de que la ciudad contaba con dos núcleos episcopales. La presencia de una piscina bautismal se vincula a la presencia de un obispo, ya que el ejercicio de este sacramento les estaba reservado en exclusiva, lo que prueban que había sido catedral y desentierra del olvido la importancia histórica del templo

El baptisterio es un elemento que utilizaban los obispos una vez al año.
Un baptisterio del siglo VI dC hallado entre los restos descubiertos en la Basílica dels Sants Màrtirs Just i Pastor -una de las más antiguas de Barcelona- prueba que el templo constituía el segundo núcleo episcopal de la ciudad, lo que confirma la relevancia de Barcino durante el imperio visigodo.

La reliquia, que forma parte de los restos que se descubrieron hace un año por azar durante el cambio de suelos de la basílica, ha sido presentada ese miércoles por su párroco, Armand Puig; el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana; y la directora del estudio sobre la Barcelona cristiana y visigoda, Júlia Beltrán.

El baptisterio, un elemento que utilizaban sólo los obispos -una vez al año, en la víspera de Pascua-, habría estado cubierto por una capa de pintura roja, según Beltrán. Tiene forma de cruz, probablemente irregular, de la que se conserva un brazo y parte de un segundo, así como unos escalones en la parte interior del brazo entero que servían para descender y ascender, ha asegurado la arqueóloga.

El hallazgo demuestra que los visigodos, que llegaron a la ciudad el año 415 con el establecimiento de Ataúlfo y Gala Placidia y profesaban el arrianismo, ocuparon el entonces único núcleo obispal de Barcino, situado bajo la actual Catedral. Eso habría obligado al obispado cristiano romano a desplazarse a lo que hoy es la Basílica de Sant Just i Pastor -de ahí la presencia del baptisterio-, donde parece que ya había una comunidad eclesiástica.

Ya existían documentos tanto de esta dualidad obispal como de la convivencia de culto entre los cristianos romanos y los visigodos arrianos, una rama del primer cristianismo que negaban la divinidad de Jesús y que fue condenada como herejía en el 325 dC. Sin embargo, "dado que los documentos a veces exageran la realidad", el hallazgo arqueológico constituye la confirmación fehaciente de ambos hechos, ha afirmado Beltrán. Hace un año ya se encontraron restos de hasta el siglo I dC, que ayudarían a constatar que el culto cristiano se ejercía desde época romana tardía. En el mismo espacio también fue hallado un osario con restos de barceloneses muertos en el sitio de 1714.

Sant Just fue catedral
El hecho de que se confirme que la Barchinona visigoda fue una ciudad con dos núcleos obispales supone que, pese a su reducido tamaño, "tuvo un peso importante en la etapa visigoda, que continuó ejerciendo posteriormente como centro de poder", ha apuntado la investigadora. También constata que la basílica fue catedral, una hipotesis largamente sostenida que hasta ahora tampoco había podido confirmarse.

Asimismo, se entiende mejor el crecimiento del primer grupo episcopal de Barcelona -ocupó casi una cuarta parte de la ciudad- impulsado por el primer poder oficial y la política visigoda así como otros hallazgos en el entorno de Sant Just i Pastor, como dos sarcófagos encontrados cerca de la Basílica.

Beltrán ha enfatizado que el trabajo arqueológico justo acaba de empezar, pero que "se ha abierto una puerta enorme al estudio de Sant Just i Pastor y de la ciudad tardoantigua". Esta segunda fase ha tenido lugar de octubre a diciembre, se enmarca en el Pla Barcino para la recuperación y puesta en valor de la Barcelona romana y forma parte de un proyecto de investigación arqueológica más amplio sobre la Barcelona cristiana y visigoda, dirigido por Julia Beltrán de Heredia.

Ciurana ha destacado que el descubrimiento encaja con la voluntad del Gobierno municipal de plantearse y comprobar "nuevas hipótesis arqueológicas", aunque ha condicionado el avance de las obras de investigación en la basílica a su condición de lugar de culto y parte de la trama urbana.