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29 de enero de 2015

Hallan restos del palacio más antiguo del Real Alcázar de Sevilla

En concreto, se han encontrado los restos de dos arcos de herradura, con su policromía original, bajo uno de los muros tabicados de las casas 7 y 8 del Patio de Banderas. Los análisis por termoluminiscencia datan el hallazgo entre los siglos XI y XII por lo que podrían pertenecer al palacio del rey Al Mutamid.
Gracias a los restos y a los indicios existentes, el equipo de arqueólogos del Alcázar ha podido reconstruir de manera hipotética cómo sería ese palacio islámico en su contexto original
Un gran descubrimiento para seguir ahondando en la historia y en la construcción del Real Alcázar. Unas obras de restauración y consolidación en las casas número 7 y 8 del Patio de Banderas, propiedad de Patrimonio del Estado, han permitido a los arqueólogos hallar restos del palacio más antiguo del primer recinto de Alcázar. En concreto, se han encontrado los restos de dos arcos de herradura bajo uno de los muros tabicados de este inmueble. El hallazgo ha sido calificado como "de alto valor científico por su significado a nivel cronológico, constructivo y arquitectónico". Falta por esclarecer si las estructuras encontradas corresponden al palacio original de Al Mutamid o si, por el contrario, habría que enmarcarlos en la época almorávide. En cualquier caso, se confirma con nuevos datos la fecha del inicio de la construcción del Real Alcázar durante el período postcalifal.

Hace dos años comenzaron los trabajos promovidos por Patrimonio del Estado en estas viviendas, dirigidos por el arquitecto Javier Ochoa. Para los trabajos arqueológicos previos han contado con el equipo habitual del Alcázar, con Miguel Ángel Tabales a la cabeza: "El estudio de los muros pertenecientes a las casas 1-2 y la 7-8 confirma que se conserva una gran parte de los paramentos de ese palacio primitivo. Ha aparecido la cimentación de la arquería del pórtico y sobre todo la dimensión original, cubierta incluida, de su nave principal".

El objetivo de los investigadores, como se explica de manera detallada en el número 15 de la revista Apuntes del Real Alcázar de Sevilla, publicado el pasado mes de diciembre, era encontrar las trazas del palacio islámico que se adivina en el inmueble número 2 del Patio de Banderas, contiguo al del objeto de la intervención. El resultado ha sido determinante: "Efectivamente nos encontramos ante el primer palacio del Alcázar de Sevilla, levantado durante los últimos años del siglo XI y principios del siglo XII, inmediato a la construcción del primer recinto. Será el referente para la arquitectura palatina posterior representada en el Alcázar por el Palacio del Yeso y el de la Contratación".

RECONSTRUCCIÓN HIPOTÉTICA DEL PALACIO
Gracias a los restos y a los indicios existentes, el equipo de arqueólogos del Alcázar ha podido reconstruir de manera hipotética cómo sería ese palacio islámico en su contexto original: "El edificio, con organización longitudinal norte-sur, se articula mediante un gran patio rebajado ante una estancia principal y única en el lado norte precedida de su correspondiente pórtico. Posiblemente el conjunto arquitectónico quedaría completado con los dos edificios situados al norte (las actuales casas número 1y 2) destinados a un uso doméstico". 

Viviendas del Patio de Banderas del Alcazar de Sevilla.

En resumen, concluyen que "nos encontramos con una residencia palatina de mayores dimensiones que la vivienda actual con disposición aterrazada cuyo esquema ha quedado fosilizado de manera general en el parcelario actual y conservado casi íntegramente hasta el siglo XVIII, tal y como recogen los testimonios gráficos de Van der Borcht o Fernández Latorre". El elemento que tomaron como referencia para proyectar la planta del edificio fue el primer recinto dentro del cual se integra.

POLICROMíA ORIGINAL
Desde el punto de vista patrimonial para los investigadores resulta muy importante saber que se conservan los restos in situ: "Eran conocidos los arcos y la bóveda de la casa contigua, estudiados por Manzano y Almagro, pero ignorábamos que aquí fuera a aparecer la bífora opuesta con la policromía original. Esperábamos como mucho encontrar sus cimentaciones. Gracias a los restos que han salido se confirma el esquema arquitectónico de aquel primer palacio".

En cuanto a las pinturas que se conservan en los arcos encontrados, actualmente en fase de restauración, los investigadores advierten que también se aproximan a un periodo de transición taifa-almorávide. Son pocos los ejemplos parecidos que se conservan de este momento histórico comprendido entre el final del siglo XI y el principio del XII. En Sevilla, tan sólo hay documentados dos ejemplos similares: uno durante la excavación del Patio de la Montería, de la misma época, y otro encontrado durante las obras de reforma de la casa de Hermandad de la Hiniesta (San Julián 2-4) que corresponde al frontal de una alberca de un palacio del siglo XI.

UN MODELO DE PALACIO APARENTEMENTE "SENCILLO"
Los arqueólogos del Alcázar estiman que desde el punto de vista formal, el primer palacio del primer recinto tendría su paralelo en el Palacio de la Contratación, "tanto por sus dimensiones, prácticamente idénticas, como por organización y orientación de sus espacios habitacionales en su lado norte". Este modelo de palacio es considerado "aparentemente sencillo" en comparación con otras edificaciones palatinas del siglo XII.

El equipo se encuentra actualmente profundizando en los estudios que permitan fijar el período de construcción dentro de la horquilla comprendida entre finales del siglo XI y principios del XII: "En Sevilla este margen temporal genera un problema de atribución que en otros períodos sería insignificante, pero que en ese en concreto resulta trascendente al centrarse en él procesos tan importantes como el reinado y caída de Al Mutamid y la conquista y consolidación almorávide". A falta de conocer las últimas dataciones radiocarbónicas y los estudios de termoluminiscencia, lanzan una primera hipótesis: "Es posible que la lógica política nos haga inclinarnos más por la autoría abbadí ya que parece lógico que un palacio de estas dimensiones y su centralidad con respecto al proyecto inicial del Alcázar sea obra de un rey y no de un gobernador".

Desde el patronato de Real Alcázar se le da una gran importancia a esta investigación, que aunque parte de Patrimonio del Estado, tiene una gran repercusión en la historia y la huella del recinto.

(Fuente: DIario de Sevilla / Juan Paredo)

1 de julio de 2012

Importantes hallazgos de época almohade en Aracena (Huelva)

También se ha podido documentar cerámica del tipo "verde manganeso" que podría precisar la fecha del asentamiento durante la etapa del Califato de Córdoba (s.X). Otros elementos que han visto la luz es la decoración epigráfica mediante estampilla en la cerámica, característica durante la etapa andalusí. Los textos que aparecen con mayor frecuencia son al-yumn (la fortuna, la felicidad), baraka (bendición), o al-mulk (el poder). También se documentan otros motivos decorativos: geométricos, vegetales, arquitectónicos o la "Mano de Fátima".
Imagen del recinto fortificado donde han
aparecido las monedas almohades.
El delegado de Cultura en Huelva, Ángel Romero, ha presentado junto al alcalde de Aracena, Manuel Guerra (PSOE), los hallazgos producidos en el contexto de la intervención arqueológica que se está llevando a cabo en el recinto fortificado de Aracena, entre los que se encuentran varias monedas de oro de época almohade.

Según ha informado la Junta en una nota, en la rueda de prensa, también han estado presentes los arqueólogos encargados de la intervención, Timoteo Rivera, y Eduardo Romero.

El delegado de Cultura ha destacado que "es una satisfacción" colaborar con el Ayuntamiento de Aracena dentro del Plan Director de la puesta en valor del recinto fortificado de Aracena, y ha señalado que el hallazgo "más que el valor material, es el valor científico, que nos permite reescribir la historia de la ciudad de Aracena, la sierra de Huelva y el conjunto de la provincia".

Por su parte, el alcalde de Aracena ha señalado que "estamos de enhorabuena por poder visualizar un proyecto que empieza a caminar, estamos avanzando abordando un proyecto muy ambicioso".

Las acciones de investigación arqueológica, integradas en el Plan Director del recinto fortificado de Aracena están promovidas por la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, y se centran en la zona del alcázar y se encuadran dentro del conjunto de actividades que se han planificado para este conjunto histórico, de forma que permitan su puesta en valor.

Las excavaciones arqueológicas que se vienen desarrollando en el alcázar del castillo de Aracena han documentado un importante poblamiento islámico, principalmente de época almohade, previo a la edificación de la fortaleza. En concreto, se ha constatado una cultura material entre los siglos X al XIII y la presencia de viviendas islámicas de los siglos XII y XIII que formarían parte de la población conquistada por Portugal, a través de la Orden del Hospital, a mediados del s. XIII.

Las estructuras se encuentran en buen estado de conservación lo que permite el estudio de los elementos que se han documentado, así como la importancia de los materiales va a contribuir al conocimiento de esta época. Dado el valor científico en cuanto a la documentación de poblamiento islámico en el solar donde se erige el castillo bajomedieval y el estado de conservación de los restos, se va a integrar en el proyecto de restauración y puesta en valor del Alcázar del castillo de Aracena. La actuación arqueológica realizada en el castillo de Aracena tiene el objetivo de investigar este inmueble como paso previo para su conservación y puesta en valor.

La intervención también está permitiendo sacar a la luz una importante cultura material, cuyo máximo exponente es un tesorillo de 7 dinares acuñados en la Taifa de Sevilla, bajo el reinado de Al-Mutadid, en los años 441-450 de la Hégira (1049-1058 de la Era cristiana). Este conjunto monetal tiene un gran valor histórico porque permite, junto a otros elementos establecer la cronología del poblamiento islámico, así como precisar sus características.

También se ha podido documentar cerámica del tipo "verde manganeso" que podría precisar la fecha del asentamiento durante la etapa del Califato de Córdoba (s.X). Otros elementos que han visto la luz es la decoración epigráfica mediante estampilla en la cerámica, característica durante la etapa andalusí. Los textos que aparecen con mayor frecuencia son al-yumn (la fortuna, la felicidad), baraka (bendición), o al-mulk (el poder). También se documentan otros motivos decorativos: geométricos, vegetales, arquitectónicos o la "Mano de Fátima".

Las estructuras documentadas en los trabajos arqueológicos responden a los cánones de las viviendas islámicas. Este modelo de casas, datadas en los siglos XII y XIII, cuentan con patio central y una distribución periférica de las habitaciones. Desde la entrada se accedía al atrio o zaguán (satwuan) y desde este, al patio que contaba con jardines o estanques.

El patio de la casa islámica (wast al-dar) era el eje de la vida familiar, servía para comunicar, iluminar y ventilar todas las habitaciones de la vivienda. Ocupaba la parte central de la parcela y era un lugar de estancia, donde se realizaban muchas de las tareas diarias y se accedía a las otras dependencias: cocina, letrina y salones.

Los trabajos arqueológicos dirigidos por Eduardo Romero Bomba, Timoteo Rivera Jiménez y Omar Romero de la Osa, ha sido promovidos y financiados por el Ayuntamiento de Aracena, contando con el apoyo de la Delegación en Huelva de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.

A través de la arqueología se ha constatado que en la cumbre del cerro no sólo se asentó el castillo y la población bajomedieval de Aracena, sino que, cuenta con una importante secuencia de poblamiento que hay que retrotraer hasta la Prehistoria, teniendo uno de sus máximos exponentes la etapa andalusí.

El castillo de Aracena es una de las fortificaciones medievales que se integran en la Banda Gallega, como se denomina al conjunto de castillos que se localizan en las estribaciones occidentales de Sierra Morena y que han sido objeto de revalorización patrimonial en los últimos años gracias a los trabajos del Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía promovido por la Consejería de Cultura. El recinto fortificado de Aracena se componía de un primer anillo amurallado o cerca urbana que circundaba todo el cerro para ofrecer protección a los pobladores medievales. Entre esta muralla y el castillo se localizaban las viviendas y la iglesia Prioral.

El castillo se dividía, a su vez, en dos zonas: patio de armas y alcázar, separadas por una muralla diafragma en cuyo centro destacaba la Torre Mayor, siendo ésta, el último de los reductos defensivos del castillo.

El conjunto fortificado se construye a mediados del siglo XIII, siendo en el s.XV cuando la población comienza a expandirse extramuros, por la ladera noreste. La zona de actuación arqueológica se ha ubicado en el extremo oeste del cerro que domina a la localidad serrana, donde se erige la zona del alcázar.

(Fuente: Europa Press)